Colaborador Invitado

Infonavit a la mitad del camino: Hacia dónde vamos (II)

La transformación al interior del Infonavit es profunda y ha implicado complicaciones operativas importantes, diálogo intenso con nuestros colaboradores y cambio en la propia cultura laboral.

Carlos Martínez Velázquez, director general del Infonavit

A la mitad del camino, me siento satisfecho porque hemos avanzado en la transformación del Infonavit. No obstante, es importante señalar pendientes y acciones en proceso cuya implementación sigue pendiente.

La primera es mejorar la atención a los usuarios de los servicios del Infonavit. Regularmente me gusta atender de manera directa a los usuarios en ventanilla o cuando visito algún estado. Gracias a estas interacciones, surgieron programas como “Unamos Créditos”. Sin embargo, hay quejas de tiempos de atención largos y poco resolutivos. Le pedí a todo el equipo del Infonavit trabajar juntos para mejorar la experiencia de los usuarios. Iniciaremos la mejora de los canales digitales para dar información más útil y de ahí modificar y simplificar los medios de contacto. Lo anterior, incluye tanto la atención a derechohabientes como a patrones.

En segundo lugar, junto con la reforma al Infonavit se aprobaron las nuevas reglas generales urbanas y de movilidad del Infonavit. Con ellas, se busca que toda vivienda nueva tenga, en un radio de 2.5 kilómetros, escuelas primarias o secundarias, centros de salud, parques, espacios públicos, entre otros. Para ello, estamos desarrollando una herramienta de mapeo del territorio. Las reglas entrarán en vigor en mayo de 2022. Esto es congruente con las directrices de desarrollo urbano que se plasman en los artículos 4º y 123º constitucional. Lo importante será superar las quejas de quienes insisten en especular con la vivienda y la ven como una mercancía.

Por otro lado, el programa de recuperación de vivienda abandonada ha avanzado poco. Hemos iniciado trabajos en Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez, donde hay planes maestros de desarrollos de zonas con alta concentración de vivienda y se han firmado convenios con las autoridades municipales teniendo el acompañamiento de SEDATU. Con el arranque del modelo debemos llegar a la meta comprometida de casi 100 mil viviendas recuperadas.

Rediseñar todas las opciones de financiamiento de acuerdo con la reforma a la Ley del Infonavit es un cuarto pendiente. Estimamos que tendremos que poner en marcha 23 tipos de crédito para distintos usuarios y fines. Por ejemplo, el crédito para terrenos es una opción muy esperada por los derechohabientes. Ya publicamos las reglas y características del terreno, falta definir el esquema de crédito (plazo, monto, tasa), que espero esté al final de este año. De esta manera, y aprovechando las ventajas de la ley, se podrá llegar al punto de encadenar créditos de mejora, o compra y mejora, o terreno y construcción. Para esta innovación, hay voluntad de los sindicatos y patrones, representados en el Infonavit, para adaptar todo nuestro portafolio de créditos en tiempo récord.

Hay un tema adicional en que debemos de trabajar incansablemente: la coordinación y cooperación entre todas las autoridades y organismos de vivienda. Falta planeación en el país, casi 90 por ciento de los municipios no cuenta o no tiene actualizado su plan de desarrollo urbano y vivienda. De acuerdo con nuestra Constitución, los municipios tienen esta facultad, pero desgraciadamente no se destinan los recursos necesarios o no tienen la voluntad para hacerlos. Lo cierto es que la planeación debe ser dictada por las autoridades para limitar la especulación, el desorden urbano y evitar una crisis futura de movilidad. Desde nuestra perspectiva una buena planeación territorial, urbana y de vivienda trae como consecuencia desarrollo económico.

La transformación al interior del Infonavit es profunda y ha implicado complicaciones operativas importantes, diálogo intenso con nuestros colaboradores y cambio en la propia cultura laboral. En paralelo se ha mantenido la salud financiera del fondo, las calificadoras han ratificado la evaluación del Infonavit y se paga un rendimiento a los ahorradores por encima de la inflación. La reciente reforma a la ley y el proyecto de inclusión financiera implica abrir el fondo para cubrir a poblaciones y necesidades no atendidas. En este sentido se debe de privilegiar la innovación financiera en crédito a la vez que se genera un rendimiento para los ahorradores.

Por último, uno de los retos a los que nos hemos enfrentado es que todos entiendan el nuevo papel del Infonavit en la vida nacional. Algunos “desarrolladores” de vivienda tenían la costumbre de que el Infonavit les tenía que servir a ellos y ayudarles a no parar su “tren de vivienda”. Esa visión elitista es la que hemos combatido de raíz. El Infonavit es una prestación de la seguridad social, nuestro objetivo es centrarnos en la persona y en darles financiamiento, empezando por quienes menos tienen y más lo necesitan.

Y no solo eso, también trabajamos en diversificar las formas de financiamiento para atender la demanda real de las personas en vivienda. La Encuesta Nacional de Vivienda 2020 muestra que la mayoría de las familias requieren mejorar o ampliar su vivienda y no comprar una nueva. La rapacidad de muchos empresarios inmobiliarios llevó a la destrucción de territorios, la mala calidad de la vivienda y el desorden urbano. La transformación implica sentar las bases para que esa historia no se repita jamás.

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