Jorge Flores, Agronomy Manager de Yara México
México y el mundo conmemoran este 22 de marzo el Día Internacional del Agua, fecha que sirve a todos los ciudadanos como recordatorio de la importancia que tiene este recurso natural para cada ser humano; además de enmarcar las tareas que deben de realizarse para poder concretar su cuidado.
Y es que, más allá del propio consumo personal, el agua es sumamente necesaria para poder dar viabilidad a cualquier cantidad de acciones que resultan esenciales para la vida y el desarrollo de las sociedades.
No obstante, en los últimos años el problema de su escasez se ha ido acrecentando paulatinamente. En México, por ejemplo, se calcula que hasta 9 millones de personas sufren todos los días por no contar con el servicio de agua.
Son muchas las razones por las que este problema ha ido avanzando. Una de ellas fue el crecimiento poblacional, mismo que llevó a que el promedio en el consumo de agua per cápita pasara de 18 mil metros cúbicos por persona en 1950 a 3 mil 692 en 2015.
Pero esta situación compleja también se ha ido deteriorando debido al uso que se le da en diversas actividades económicas, como la agricultura, el sector de negocio que, con un 76 por ciento, se ubica como el que más la utiliza en nuestro país.
El problema es que ello no significa que se utilice bien, pues se estima que hasta un 57 por ciento del líquido que se usa para el cultivo se desperdicia debido a distintas deficiencias existentes dentro de la infraestructura de riego.
Ante esta situación es muy importante que se trabaje activamente en diferentes acciones para aprovechar de mejor manera el agua que hoy tenemos y así mitigar los impactos que tiene su uso.
Una de las acciones que puede ayudarnos a resolver esta problemática alrededor de la agricultura es el fertirriego, una buena solución para los problemas de desperdicio de agua en los campos de cultivo por medio de la aplicación uniforme y exacta del recurso, acompañada de fertilizantes, por goteo.
Es una técnica que ayuda, entre otras cosas, a nutrir de mejor forma los productos en cualquiera de sus etapas, mejorando su calidad final y reduciendo la contaminación en las aguas subterráneas.
A través de esta técnica se calcula que se puede llegar a conseguir una eficiencia de hasta el 95 por ciento en los campos agrícolas, además de que permite disminuir hasta en un 31 por ciento el consumo de agua por tonelada de cultivo.
También es importante señalar que esta forma de riego contribuye a reducir los costos de mano de obra, además de que se consigue elevar los rendimientos. Se estima que esta forma de trabajo logra elevar hasta en un 10.5 por ciento las utilidades de los productores.
El uso del fertirriego resulta esencial sobre todo si se toma en cuenta el peso que tendrán las actividades agrícolas de cara al futuro, ya que se calcula que la producción de alimentos derivados de este sector necesita crecer hasta en un 50 por ciento para el año 2050, para poder cubrir la demanda que se requerirá por el crecimiento poblacional.
Otra de las acciones que se está fomentando en el sector, es la implementación de herramientas digitales que le permitan al productor tomar decisiones más certeras sobre el uso de los recursos en sus cultivos, ya que, con el cambio climático, cada vez más severo, es necesario contar con una agricultura de precisión que garantice el ahorro del agua. Un ejemplo de ello es la app FarmGo que otorga tener una precisión metereológica hiperlocalizada al alcance de la mano del productor que le facilita determinar los días de riego, satisfaciendo así las necesidades de su cultivo y garantizando la correcta aplicación de nutrientes.
Bajo este panorama, desde el sector agro consideramos que es importante seguir avanzando en el fomento de una agricultura inteligente y precisa, con miras no sólo a mejorar la producción de los alimentos provenientes de la agricultura, sino también concretar una reducción en la huella ambiental y climática.
Son muchos los avances que se tienen que conseguir, sin embargo, es importante aprovechar todas las innovaciones que hoy están disponibles para mejorar el futuro, sobre todo si se trata de un recurso natural tan importante como es el agua. Confiamos en que a través de la gestión de este recurso y la promoción de la agricultura regenerativa lograremos fomentar un futuro alimentario positivo para todos.