Colaborador Invitado

Resiliencia, reflejo de la industria automotriz

No somos los mismos de hace dos años. La coyuntura nos dio la oportunidad de reinventarnos de acuerdo con las nuevas necesidades y demandas del momento.

José Román presidente y director General de Nissan Mexicana y Nissan Importers Business Unit

Los últimos años nos han enseñado que la única constante es el cambio. En la industria automotriz en particular, hemos recordado que la innovación, la creatividad y la mejora continua son cruciales para maniobrar el volante ante los retos o nuevos caminos que situaciones ajenas al sector –como los eventos atípicos globales– están abriendo.

Entre ellos, se encuentran los cambios que están enfrentando la mayoría de las industrias al replantear el esquema de trabajo con el que seguirán en un mundo postpandemia, ya sea presencial, híbrido o remoto, la adaptación a las interrupciones en las cadenas de suministro para la producción de automóviles –debido al incremento en el costo de los materiales o a su escasez–, y la variación en las preferencias entre comprar o arrendar un vehículo, al igual que acelerar los procesos de electrificación hacia la transición energética, por mencionar algunos ejemplos.

A pesar de que el panorama se pronostica complejo, las cifras de los primeros meses del 2022 reportadas por el INEGI(1) reflejan que, aunque aún nos falta camino por recorrer frente a los niveles prepandemia. El sector en México se muestra resiliente y está en camino a recuperar su fuerza.

En abril, se vendieron 83 mil 459 vehículos ligeros en el mercado interno, acumulando un total de 336,841 vehículos comercializados en el primer cuatrimestre de este año. Asimismo, durante este mismo periodo, se han producido un millón 100 mil 592 unidades, de las cuales 922 mil 278 fueron destinadas a exportación, demostrando el gran potencial que tiene México para la industria a nivel global.

En medio de este contexto destaca uno de los aprendizajes más relevantes de este tiempo: no somos los mismos de hace dos años. La coyuntura nos dio la oportunidad de reinventarnos de acuerdo con las nuevas necesidades y demandas del momento.

Debido a esto, confío en que la industria automotriz mexicana, una de las más competitivas a nivel mundial, seguirá presentando mejoras. Aunado a su gran influencia en otros sectores –como el alimenticio, transporte de carga, entre otros–, la industria mexicana es atractiva para la inversión internacional debido a la localización geográfica del país y sus ventajas para la importación y exportación de bienes. Para nosotros en Nissan, el valor de este país es muy claro, por eso hace 60 años fue el elegido para ser el primer mercado fuera de Japón –lugar de origen– en instalar una planta de manufactura. El camino recorrido sigue en línea recta hacía el mantenimiento de nuestro legado. Prueba de ello es que hoy México es la cuarta operación más grande para nuestra compañía a nivel global.

Es cierto que existen propuestas privadas y políticas públicas que requieren ser concretadas para el beneficio del sector automotriz, como la actualización del parque vehicular, la generación de incentivos económicos, para que las personas puedan adquirir con mayor facilidad los automóviles hechos en México y reducir las importaciones de vehículos usados, como legislativos, así como para que las empresas sigan capitalizando sus proyectos hacia la transición energética.

Sin embargo, para que todo esto sea posible, se debe comenzar desde el interior, fortaleciendo la atracción de talento y aprovechando todas las novedades tecnológicas que aplicamos a los vehículos para generar nuevas formas de medir el éxito de la industria. No podemos olvidar que estamos en un mundo en constante cambio. Entender lo anterior será nuestro mapa en este camino a la recuperación.

Sin duda, este par de años también permitió que todos los que pertenecemos a la industria automotriz recordáramos que uno de los motores que ha impulsado el desarrollo de nuestro sector a nivel global ha sido la cooperación. Esta permite que la tecnología producida en Japón o en otros países pueda ser acompañada por la manufactura mexicana, teniendo como resultado decenas de automóviles que conducen a personas dentro y fuera de México en los caminos para alcanzar sus sueños.

(1) https://www.inegi.org.mx/datosprimarios/iavl/#Informacion_general

COLUMNAS ANTERIORES

La importancia del Estado de derecho
Soplan vientos de tormenta. México en el ojo del huracán. Gane quien gane, Kamala o Trump, en ascuas nuestra relación bilateral

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.