Maricarmen García y Luis Alejandro Flores
Tomando en cuenta el desarrollo del sistema de pago en línea en el país, el Banco de México (Banxico) ha diseñado una estrategia para promover pagos seguros, inmediatos, sin comisiones y que estén disponibles en cualquier momento.
Esta visión se apoya en seis principios(1):
• A mismo riesgo, misma regulación (determinada por el tipo de actividad o servicio financiero y no con base en la personalidad jurídica de la entidad).
• Interoperabilidad y neutralidad. Evitar la segmentación y la extracción de ganancias de un sector específico y no dirigir las transacciones de pago hacia un tramo de la red en particular.
• No generar ganadores únicos ni concentraciones. Que existan las condiciones para que la entrada de nuevos actores evite la concentración o servicios aislados que no convivan con el ecosistema de la red de pagos.
• Alta continuidad operativa en la prestación de servicios. Que el servicio esté disponible cuando se requiere, en el momento que se necesita.
• Adecuada protección de los clientes. La información de un usuario es del usuario y no de la entidad que la recopila, y es el usuario quien tiene el poder, control y derecho sobre sus datos.
• Gestión de la ciberseguridad y resiliencia cibernética. Evitar la propagación de riesgos en el sistema financiero, y mantener la seguridad operativa y cibernética para dar certidumbre tanto a los usuarios como al ecosistema.
Para la realización de este sistema de pagos, cuya ejecución ya está en marcha, se definieron cuatro proyectos: sistema de pagos electrónicos interbancarios (SPEI 2.0), sistema de autenticación y verificación de identidad (SAVI), la moneda digital de un banco central (MDBC), y API de pagos (application programming interfaces).
El primer paso encaminado a lograr su visión fue la publicación en el Diario Oficial de la circular 1/2022, que busca regular la participación indirecta de entidades financieras reguladas, ampliar sus capacidades de procesamiento e implementar controles operativos en beneficio de los clientes finales. La participación indirecta se da cuando una empresa que no se conecta directamente al banco central procesa las órdenes de transferencia de fondos de sus clientes a través de un tercero que sí es participante del SPEI. Esta circular se alinea al panorama general a futuro del ecosistema de pagos e infraestructuras de mercados que tiene como condición, para poder innovar, la de contar con un marco regulatorio y lineamientos claros que Banxico llama “piso parejo”, en el que no existen reglas diferenciadas por tipo de participante, y se favorecen los servicios escalables, procesos estandarizados y la continuidad.
Dicha circular aborda aspectos como:
Requerimientos mínimos del contrato para los servicios de participación indirecta.
Modificaciones aplicables a las instituciones de fondo de pago electrónico (IFPE).
Asignación de clave básica estandarizada (CLABE) para identificar cuentas.
Inclusión del concepto “remesas”.
Modificaciones en cobro digital (CoDi) haciendo obligatoria la conexión.
Límites en volúmenes y montos para ser participante indirecto.
Este último aspecto ha causado incertidumbre, particularmente entre las empresas del sector fintech, ya que los límites para permanecer como un participante indirecto podrían percibirse bajos, dado que una vez que se superen 100 mil cuentas de clientes, excedan un millón 200 mil transferencias de envío o recepción en 12 meses, o se envíe y reciba un monto acumulado de 3 millones 600 mil unidades de inversión (UDIs) las entidades deberán conectarse directamente al Banxico, y no a través de un tercero.
Seguir este proceso implica integrar a la operación infraestructura tecnológica dedicada, contratar gente especializada, y cumplir con la admisión del regulador, que establece casi 300 requisitos sobre temas de ciberseguridad, tecnología, riesgo y control, capacitación, operación, organización, modelo de negocio, prevención de lavado de dinero y protección de datos personales, entre otros. La regla es contundente: si un participante indirecto supera cualquiera de los límites y no presenta al administrador la solicitud de admisión como participante, su servicio será restringido a nuevos límites.
Los puntos anteriores han generado una duda generalizada entre empresas usuarias del SPEI sobre si están sujetas a esta regulación. La circular busca normar la participación indirecta de entidades financieras, particularmente aquellas que procesan instrucciones de órdenes de transferencias a cuentas de terceros. Si un cliente solicita a una organización realizar una transferencia a un tercero, ese negocio está sujeto a la circular.
El Banco de México estima que durante 2022 el número de operaciones en el SPEI ascenderá a 3 mil 104 millones, 52 por ciento más que en 2021. Esta es una buena noticia, pero implica que se deben mantener los altos estándares de confianza logrados hasta ahora.
Los participantes de la industria financiera han empezado a fijar sus posturas y realizar sus solicitudes de admisión, y Banxico irá dando respuesta, considerando los seis principios de su visión y su objetivo en la materia: pagos digitales seguros para todos.
(1) Estrategia de Pagos del Banco de México, Banco de México, 2021.
Maricarmen García es Socia de Asesoría en Administración de Riesgos Financieros y Luis Alejandro Flores es Gerente Senior de Asesoría de KPMG en México