En los últimos años, el boom del modelo de trabajo remoto e híbrido ha ayudado a revalorizar ciertos atributos del entorno de trabajo en América Latina, tales como la autonomía y el equilibrio entre la vida profesional y personal, dado que muchas empresas e industrias han obtenido resultados positivos en términos de ingresos, reducción de costos y mayor productividad y motivación entre sus empleados y empleadas.
El trabajo a distancia modificó los modelos de operación de las compañías, provocando que algunas transformaran la dinámica de trabajo para departamentos o áreas específicas, particularmente las administrativas, diseño o de soporte IT, a un formato totalmente a distancia. En otros casos, algunas empresas cerraron definitivamente sus oficinas físicas para mudarse a un formato 100 por ciento remoto al tiempo que reinventaron sus políticas, procesos y estructuras de trabajo. Mientras que, ahora incluso algunas organizaciones nacen y operan con un modelo de trabajo enteramente a distancia.
En temas de gestión humana, los departamentos de Recursos Humanos tradicionalmente se han encargado de reclutar y gestionar al personal, así como de supervisar la satisfacción laboral o los planes de carrera dentro de una organización. Sin embargo, la contratación de talento completamente a distancia, los procesos virtuales de introducción e integración y el desarrollo de habilidades humanas en modelos de trabajo remoto, por mencionar solo algunos ejemplos, han cambiado para siempre las prácticas de la gestión humana y la cultura organizacional.
Para adaptarse al entorno digital, las organizaciones están desarrollando nuevas metodologías de trabajo, enfocándose en reforzar la autonomía laboral e implementar horarios cada vez más flexibles con el objetivo de mejorar la productividad, la satisfacción y el bienestar laboral de sus equipos.
Aunque hasta cierto punto la autonomía laboral es la esencia principal del trabajo a distancia, también es igual de relevante la comunicación y el trabajo en equipo para que los objetivos individuales impulsen los colectivos, garantizando el cumplimiento de las actividades, procesos y objetivos de negocio de la organización sean logrados.
En este mismo sentido, muchas organizaciones de sectores como tecnología, servicios financieros, consultoría y marketing han creado áreas específicas para garantizar una gestión de talento e impulsar la cultura organizacional exitosamente en el entorno digital, encargándose de implementar programas que mitiguen el sentimiento de aislamiento o soledad que algunas personas pueden sentir en el trabajo remoto, así como programas de mentoría para desarrollar habilidades como el liderazgo, la inteligencia emocional, el trabajo en equipo o la comunicación interpersonal.
La realidad es que aún hay mucho camino por recorrer dado que las empresas están aprendido al tiempo que implementan estas nuevas modalidades y metodologías de trabajo; afortunadamente, son más los casos positivos que los negativos que confirman que el trabajo remoto es el futuro de muchos entornos de trabajo, aunque es claro que el trabajo presencial seguirá siendo la regla de oro en algunos sectores.
Sin embargo, el impacto del trabajo a distancia y el desarrollado de nuevas tecnologías han permeado en prácticamente todas las industrias, incluso entre las más especializadas, modificando las tendencias de consumo, de trabajo y de la vida, en general. Actualmente, las y los usuarios pueden contratar servicios médicos, legales o contables totalmente online a través de diferentes plataformas o aplicaciones. De igual forma, profesionales de diversas áreas pueden buscar trabajo o ser contratados de manera cien por cierto online a través de plataformas de reclutamiento.
Así que ya que hemos desarrollado metodologías y tecnologías para llegar a este punto, me parece indispensable pasar al siguiente nivel y ahora enfocarnos a la gestión humana, esa que permite que los colaboradores se sientan parte de un objetivo común, que generan lazos emocionales y empatía por el resto del equipo y que son clave para lograr estabilidad en las organizaciones.
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El fracaso es sólo el nombre del mejor maestro que podemos tener.