Colaborador Invitado

Visión de género: el eslabón pendiente de la SCJN

Aún queda pendiente para las mujeres acceder al máximo orden de ese órgano, la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Por Magistrada Selina Haidé Avante Juárez.

La paridad de género todavía enfrenta resistencias en nuestro país y aunque hay avances significativos donde las mujeres ocupan espacios de poder y participan en la toma decisiones, aún falta mucho por hacer.

Aquí los números que sostienen la afirmación: hay nueve gobernadoras, las juezas y magistradas apenas alcanzan una representación del 30%; tenemos cuatro ministras en la Corte y el número de síndicas y regidoras, de acuerdo a Inmujeres, apenas alcanza el 27%. En el caso de las legisladoras, sí se registraron avances al lograr la paridad, pero tuvieron que pasar años para hacerlo realidad.

Lo anterior nos llama a una reflexión: es importante impulsar más liderazgos femeninos, donde las mujeres aporten sus conocimientos y experiencia, al tiempo que suman su sensibilidad hacia los temas sociales y de inclusión.

Nosotras, las mujeres, damos vida a multiplicidad de ideas al mismo tiempo y nuestra creatividad, responsabilidad y comprensión son muy notables, pues al asumir un reto, generalmente lo hacemos con singular pasión y entrega.

Hace unos días se celebró el 69 Aniversario del Voto de la Mujer en México y fueron diversos los foros donde se habló de la paridad de género, de los obstáculos, de la violencia política en razón de género y los retos que tenemos todas por avanzar, con esta perspectiva, en los espacios de toma de decisión para lograr cambios de fondo.

En este contexto, de gran importancia resulta destacar la próxima elección de quien presidirá el más Alto Tribunal de Justicia del país, en una realidad donde precisamente estas cualidades se vuelven muy necesarias dado el sangrante estado de violencia, desánimo y pobreza que enfrenta nuestro Estado mexicano en tiempos convulsos en la economía, política y sociedad, lo que desde luego desemboca en el incremento, no sólo en la cantidad sino en la calidad de asuntos que debe conocer la Corte, donde cada vez más los Derechos Humanos respiran anhelando una visión de microscopio para su análisis y protección.

Así las cosas, tenemos, al parecer cuatro esperanzas para lograr esta conexión entre la visión femenina y esa imperiosa necesidad de actualizar la perspectiva de género en todos estos asuntos.

La SCJN está integrada por once ministros, de los cuales cuatro son mujeres, la participación más alta de mujeres en la historia: Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, Norma Lucía Piña Hernández y Ana Margarita Ríos Farjat (en estricto orden alfabético) y quienes fueron designadas con base en un amplio escrutinio de sus méritos como juzgadoras y de su probidad. Aun así, aún queda pendiente acceder al máximo orden de ese órgano, la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El pueblo de México en general, y las mujeres juzgadoras en particular, estimo, estamos preparados y preparadas y, me atrevería a decir, anhelantes de ver dirigida nuestra valiosa institución por una mujer; todas académicas, con experiencia, criterios profundos en sus sentencias y compromisos institucionales que han dejado plasmadas en sus resoluciones e incluso en el contexto conciliador y cálido que mantienen con otras Instituciones como la JUFED (Juzgadoras y Juzgadores Federales) y AMJ (Asociación Mexicana de Juzgadoras).

Son tiempos de cambio y los cambios son buenos cuando las opciones también lo son. Esperemos que el proceso de designación nos otorgue una mujer Presidenta fuerte, valiente y comprometida. México la merece y la necesita.


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