Colaborador Invitado

¿Qué hacemos con China?

China sigue muy interesada en México y en sus recursos y ha aumentado sus inversiones en nuestro territorio desde 2018, señala Jorge Molina Larrondo.

A lo largo de las últimas dos décadas, China dejó de ser la principal fuente de casos de dumping y de otras prácticas comerciales ilegales para nuestra economía, para convertirse en el segundo socio comercial de México – después de Estados Unidos – y sin contar con un tratado. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, la relación se ha vuelto más sesgada en nuestra contra, lo que se refleja en nuestro mayor déficit comercial con cualquier otra nación, superando los 107,778 millones de dólares en 2022.

Mientras que nuestras exportaciones a China pasaron de 654 millones de dólares en el 2002, a 10,918 millones el año pasado, las importaciones crecieron de 6,274 millones de dólares a 118,696 millones en el mismo periodo. Al sumar las exportaciones e importaciones chinas – lo que se conoce como comercio total – China representa el 11% de nuestro comercio total, sólo por debajo del 63% de Estados Unidos, pero superior al 7% de la Unión Europea y al 2% de Japón y Canadá.

En los últimos 20 años, las importaciones de China pasaron del 3.7% del total importado al 19.6% y este año serán mayores al 20%, poco menos de la mitad de lo que importamos de Estados Unidos. Y uno de los elementos que favorecen este crecimiento es que la mayoría de las importaciones chinas corresponden a bienes intermedios y diversas materias primas, incluyendo varios minerales.

Por más de una década, muchos países han tratado de administrar el crecimiento de su déficit comercial con China, sin éxito. La pandemia y la creciente tensión política han evitado que se cumpla con el Acuerdo de Primera Fase del 2020 – firmado antes de la entrada en vigor del TMEC – donde China se obliga a aumentar las compras de alimentos y diversas manufacturas estadounidenses. Por su parte, la falta de química entre el primer ministro canadiense Trudeau y el presidente Xi Jinping dio al traste con los esfuerzos realizados por casi diez años en busca de un acuerdo comercial.

Aunque Estados Unidos ha procurado evitar que China incremente significativamente su presencia comercial en México y Canadá y menguar los beneficios que obtiene de su membresía en la OMC desde hace una década, el gobierno del presidente Biden apenas delineó lo que será su política comercial hacia China en las últimas dos semanas, por medio de sendos discursos de la Secretaría del Tesoro, Janet Yellen, y de su Asesor para Seguridad Nacional, Jake Sullivan. Hasta ahora, México y Canadá tenemos prohibido firmar un tratado de libre comercio con China, conforme al artículo 10 del capítulo 32 del TMEC, lo que no ha evitado que China continúe incrementando su influencia comercial en el mundo.

Luego de que el Reino Unido fue aceptado en marzo como el 12º miembro del Acuerdo Trans-Pacífico (CPTPP), las Partes tienen que decidir sobre la solicitud de ingreso presentada por China en septiembre del 2021. Y los miembros tienen posturas muy diversas, en base a los obstáculos que Estados Unidos ha generado para el buen funcionamiento de la OMC, la posibilidad de que China se comprometa a implementar disciplinas mucho más robustas y una agenda más amplia que las acordadas en la Asociación Económica Integral Regional y la dirección que tome el propio acuerdo con el ingreso de otros miembros que ya han presentado sus solicitudes, como Taiwán, Corea del Sur, y Ecuador.

El principio rector de la estrategia delineada por la secretaria Yellen y por el asesor Sullivan no es cortar las relaciones con China o eliminar los aranceles impuestos por Trump, sino reducir el riesgo que ha generado la creciente dependencia de la economía de Estados Unidos de la china, a través de desarrollar y fortalecer el papel del dólar estadounidense en la economía mundial y los lazos comerciales con países que se consideren socios confiables de Estados Unidos y que no representen disrupciones potenciales a las cadenas productivas. Se mencionó que el gobierno de Biden cuenta entre sus aliados a la Unión Europea, Canadá, Japón, Taiwán, Brasil y la India. México no fue mencionado por ninguno de los dos funcionarios y los cambios a la Ley Minera y a otras leyes, tampoco ayudan a la relación.

China sigue muy interesada en México y en sus recursos y ha aumentado sus inversiones en nuestro territorio desde 2018, aunque el monto total se desconoce debido a las condiciones de registro ante el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras. Busca convertirse en la economía más grande del mundo en la próxima década y Estados Unidos invierte en nuevas tecnologías para evitarlo. Qué hacemos con China?

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