Sergio González, gerente general de Honeywell Building Technologies
Imaginar las ciudades del futuro requiere de creatividad y de innovación. Los escenarios de las películas de ciencia ficción nos han forjado ya una idea sobre cómo lucirían. Más allá de la pantalla grande, estas metrópolis del mañana ya están tomando forma y serán, idealmente más sostenibles, más seguras, accesibles y, sobre todo, centradas en el bienestar de las personas.
Para quienes diseñamos y aplicamos alta tecnología para que los edificios sean inteligentes, seguros, más sustentables y productivos, este sueño representa una fuente de inspiración constante y la convicción de que el futuro, más que imaginarlo, hay que crearlo.
Sin duda, para 2023, los retos son notables, pues el cambio climático es una preocupación generalizada en nuestro planeta, donde todos debemos ser agentes activos del cambio y preguntarnos cómo podemos reinventar nuestros espacios urbanos y comunidades.
Con la tecnología y el tema de la sustentabilidad en mente, la construcción inteligente va pasando, poco a poco, de imagen futurista a realidad palpable. Para poder aterrizar ese sueño, será importante tomar en cuenta los siguientes aspectos que suman a este tipo de edificaciones:
1. Electrificación total
Se prevé que el uso de gas natural y petróleo disminuya para los espacios de uso comercial y residencial. Esto significa que los propietarios de edificios acelerarían la electrificación para transformar los sistemas de climatización. ¿La solución? Se necesita un enfoque creativo que incluya inversión en tecnologías ya existentes, como el control automatizado de la calidad del aire y temperatura, y una visión holística de la construcción. Además, es importante revisar la infraestructura para realizar un análisis del rendimiento energético, así como aprovechar las soluciones enfocadas en recortar gastos operativos y en reducir las emisiones de carbono.
Como prueba de esto, la legislación más reciente en Estados Unidos sobre reducción de la inflación incluye una inversión de 250 millones de dólares para la fabricación doméstica de bombas de calor eléctricas para uso comercial y residencial.
2. Ciberseguridad integrada
El Internet de las Cosas se está volviendo parte de nuestras vidas, al fusionar la tecnología operativa con las tecnologías de la información. A medida que esto sigue, también significa que los ciberataques podrían ser más frecuentes y aún más sofisticados.
Mientras que la mayoría de la gente entiende lo que es IT, la mayoría no entiende lo que es TO (tecnología operativa), y la importancia de tener protocolos en caso de incidentes. A nivel global, la ciberseguridad avanzada para inteligencia artificial y machine learning está tomando relevancia en el fundamento del diseño de sistemas de tecnología de construcción digitalizada. También, será importante establecer protocolos en caso de incidentes y seguir impulsando la capacitación de especialistas en ciberseguridad.
3. Edificios inteligentes y dinámicos
¡Los edificios dinámicamente sensibles ya son una realidad! Esto es posible gracias a los algoritmos y a la información que proveen tanto inteligencia artificial como machine learning.
Actualmente, estos algoritmos pueden detectar las áreas de oportunidad en los edificios para implementar cambios significativos inmediatos, a fin de disminuir su impacto energético, sin afectar la experiencia de sus habitantes.
4. Resiliencia energética
¿Cómo reaccionar en momentos de crisis? La resiliencia es un concepto clave que define la fortaleza de nuestra vida contemporánea, pero que también impactará la construcción y las ciudades. A raíz del cambio climático y los eventos generados por la resiliencia energética, es importante preparar las infraestructuras críticas de las que dependen vidas, como los hospitales, por ejemplo, ante cualquier corte de energía, al mismo tiempo que reducen sus costos operativos y contribuyen a los esfuerzos de sostenibilidad.
En el caso de desastres naturales, esta resiliencia será esencial, pues las microrredes y los sistemas de almacenamiento de energía en baterías ayudarán a las ciudades, en tiempo real, a seguir prestando los servicios esenciales, algo tan importante en estos casos de emergencia.
Estas cuatro tendencias nos dejan una enseñanza fundamental: que la tecnología se está convirtiendo en una pieza clave en las operaciones de construcción. Así que, ya sea para reducir el impacto de carbono, defenderse de ciberataques, optimizar el rendimiento energético, o hacer que las comunidades sean más resilientes en tiempos de crisis, la tecnología de construcción inteligente puede contribuir a reducir los gastos operativos al tener un funcionamiento energético más eficiente, promover la sustentabilidad y fomentar el bienestar de las personas y de nuestras comunidades(1). Desde esta perspectiva, sigamos imaginando y construyendo las ciudades del futuro.
(1) United for Smart Sustainable Cities. Compendium of survey results on integrated digital solutions for city platforms around the world. 2021, p. IV.