José Ignacio El-Mir Arnedo, socio líder de M&A en PwC México
La reforma a la Ley del Mercado de Valores (LMV) en México abre una nueva puerta al establecer un puente, especialmente para empresas medianas, que podrían tener una nueva opción de financiamiento a través del mercado de valores que antes resultaba inalcanzable. Ofrece ventajas sobre aspectos anteriormente limitantes del mercado como la simplificación del proceso de inscripción, poder canalizar a través de vehículos de inversión y la apertura a la emisión de diferentes tipos de acciones. En otro orden de cosas, destaca la importancia de prácticas sustentables y equitativas.
Desde mi perspectiva, esta reforma tiene el potencial de mejorar e impulsar la vinculación entre la oferta y la demanda, lo que significa que podría haber más empresas disponibles para que los inversionistas tengan un mayor abanico de opciones disponibles. De esta forma, lograr revertir la desaparición continua en el número neto de emisores que hemos vivido en los años recientes.
Un paso adelante del lado regulatorio que es muy importante, aunque seguiremos conviviendo con la competencia de tener el mayor mercado de capitales del mundo a un paso o tener una base de inversionistas limitada a día de hoy a Afores y Siefores, que son las sociedades de inversión mayoritarias en el país.
La reforma mejora el atractivo para entrar al mercado de capitales
A grandes rasgos, la reforma busca hacer más atractiva la entrada al mercado de capitales mediante la implementación de un nuevo esquema de “inscripción simplificado de valores”. En base, esto reduce costos y tiempos necesarios para que una empresa se listara con cualquiera de los dos jugadores existentes, BMV y BIVA.
Otro aspecto a destacar, es la creación de una nueva figura de inversión en el mercado mexicano, los llamados fondos de cobertura o hedge funds. En mercados profundos, se trata de vehículos comunes, ya que aumentan la liquidez y diversifican la base de inversionistas. De acuerdo con image.gif, el valor total de los activos administrados por los fondos de cobertura en todo el mundo alcanzó alrededor de 4.53 billones de dólares en 2021.
Asimismo, la reforma permitirá que las empresas públicas puedan emitir más tipos de acciones, no solo acciones ordinarias, sino diferentes tipos de series de acciones con diversos derechos y restricciones, abriendo alternativas y permitiendo diferentes perfiles de riesgo.
El desafío de cómo llegar
Sin duda, la reforma daría una oportunidad más de fondeo, volviendo al mercado de valores una alternativa real más allá de la banca comercial o fondos de capital privado.
Sin embargo, no olvidemos que si una empresa quiere fondearse a través del público, necesita aparte de lo evidente que es demostrar potencial de retorno, un cumplimiento corporativo mínimo. De acuerdo con los datos más recientes del INEGI, en nuestro país hay 4.9 millones de Pymes, muchas de las cuales son empresas familiares.
Varias ideas detrás de estos conceptos, por ejemplo una estructura corporativa sólida, boards y comités, planes y estrategias de negocio, y en base, un cumplimiento que brinde certeza y credibilidad a los inversionistas interesados en financiar la empresa más allá de la arbitrariedad que se puede inferir en la concentración de poder.
En resumen, la reforma a la Ley del Mercado de Valores abre nuevas perspectivas para las empresas mexicanas, especialmente las Pymes y puede que incluso startups con potencial de crecimiento. Aprovechar estas oportunidades requerirá una visión estratégica, una adaptación ágil y una apuesta por la transparencia. Con estas bases, el mercado de valores en México puede continuar siendo un motor clave para el desarrollo económico.