Óscar Mario Beteta
Ya lo decíamos en una entrega previa en este mismo espacio: Es muy delicado que la oposición pase de la expectación a la decepción. Y parece que hasta el momento algo así podría estar ocurriendo… o para allá va.
Apenas el lunes el PAN, PRI, PRD y la sociedad civil se unieron para presentar el método de selección de un candidato o candidata de la oposición que haga frente a Morena en una adelantandísima sucesión presidencial.
Con bombo y platillo, se expuso un método innovador que contempla encuestas, elecciones primarias, debates, apertura para que cualquier persona con reconocimiento social se registre para contender por la precandidatura e incluso la instalación de un Comité Organizador y un Observatorio Ciudadano para conducir el proceso por buen cauce.
También se eligió un nombre que no provoque futuros problemas legales con el Instituto Nacional Electoral (INE) al agruparse como Frente Amplio por México, una figura prevista en los artículos 85 y 86 de la Ley General de Partidos Políticos.
Hasta aquí todo va bien. Pero la novedad pronto fue rebasada por la realidad —o la expectación cedió a la decepción— cuando integrantes del recién planteado Consejo Electoral Ciudadano renunciaron.
A 24 horas del anuncio de la metodología Guillermo Sheridan, Mariclaire Acosta, Sergio Aguayo, María del Carmen Alanis, Leonardo Valdés Zurita, Teresa González Luna, Rosa María Mirón Lince, Rodrigo Morales Manzanares, Arturo Sánchez Gutiérrez y María Elena Morera indicaron en un comunicado que el esquema habría cambiado con respecto a la propuesta inicial y el grupo aparentemente terminó muerto aun antes de nacer.
Sin embargo, cada uno de los integrantes decidirá si continúa o no, por lo que existe la duda sobre qué organismo lo reemplazará o si éste entrará en funciones con nuevos integrantes.
A este primer trompicón de la recién lanzada precampaña de la oposición se suman el rechazo del gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, quien tempranamente se abstuvo de participar y prefirió terminar con su periodo, y las acusaciones de la senadora Lilly Téllez, quien señala que hay inequidad en un proceso que pintaba para refrescar el modo en el que se determinan las candidaturas en México.
La senadora Téllez fue más allá y reveló varias lagunas en el método mediante el cual la oposición piensa tener una precandidatura competitiva.
En 50 preguntas, la senadora apuntó a la legalidad, la transparencia y la certeza del proceso. 14 de sus cuestionamientos fueron dirigidos a la fiscalización y reglas del financiamiento, que todavía permanecen en la opacidad o sin respuesta. Otras ocho preguntas fueron en torno a la recopilación de firmas; 10 expresaron preocupación sobre la recopilación de votos y la jornada electoral interna; 5 sobre la legalidad del método y su validación; 5 más respecto al levantamiento de encuestas y su organización; 3 en relación con la consulta directa, 3 más sobre la forma en que se tomará la decisión final y 2 con respecto a la equidad.
Y es que para registrar una precandidatura se deben presentar al menos 150 mil firmas. Esto, hay que decirlo, es un portazo en las narices a cualquier posibilidad ciudadana. Sobre todo porque los tiempos son reducidos y sin una estructura partidista un ciudadano de a pie se ve imposibilitado para llenar este requisito.
“No otorga el poder de decisión a los ciudadanos, sino a los que movilizan ciudadanos. El resultado no dependerá de tu voto sino factores de decisión que a una semana todavía se desconocen. No hay árbitro ni lineamientos técnicos”, dijo.
Por el bien de nuestra democracia y de la contienda electoral, ojalá el Frente Amplio por México logre aclarar todas estas interrogantes, despejar la incertidumbre y levantar cualquier sospecha sobre una simulación, pues de lo contrario en lugar de resolver un problema, se estarían metiendo en otro todavía más grave: en un desasosiego que puede redundar en una mayor decepción y hartazgo que deben evitar que derive en el abstencionismo.
SOTTO VOCE
Quien va más que encarrilada para colocarse como contendiente fuerte para la precandidatura de la oposición es Xóchitl Gálvez. Según una encuesta de El Financiero, está empatada con Santiago Creel con 11 puntos. Pero además de eso ya está activa en redes sociales y comienza a abrir el debate, como la respuesta que un grupo de simpatizantes dio a la aspirante morenista, Claudia Sheinbaum, quien dijo que no cualquier mujer puede ser presidenta. A esto una imagen de Gálvez generada mediante Inteligencia Artificial respondió que le dijeron “no se puede " a la mujer equivocada. Todavía no estamos en 2024, pero ya hay tiro… Aunque Lilly Téllez fue tajante con su rechazo a participar en el proceso del Frente Amplio por México, analistas nos dijeron que la senadora deja entreabierta la posibilidad de buscar la precandidatura por alguna otra fórmula, e incluso la vía independiente, lo que eventualmente atomizaría el voto y favorecería a Morena. Sin embargo, fuentes nos aseguran que Téllez jamás le haría el caldo gordo al partido que la llevó al Senado… A propósito de candidatas y candidatos, el presidente López Obrador dijo conocer quién ocupará la precandidatura de la oposición y amagó con revelarlo la próxima semana, ¿llegará a tanto su sensibilidad y sabiduría política?... El junior investigado, Alejandro Murat, sólo espera la decisión de su papi para saber si hace el ridículo otra vez…