José Carlos Ortiz, Socio de Asesoría en GobiernoCorporativo, Riesgo y Sostenibilidadde KPMG México.
Cada vez más, los indicadores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) tienen un impacto visiblemente significativo en las decisiones de las compañías, pues definen la capacidad de mantenerse o entrar en cadenas de suministro sostenibles, lo que repercute directamente en su reputación, y, por ende, en su continuidad en el mercado.
Estos temas son tomados en cuenta por distintos grupos de interés o stakeholders, desde consumidores hasta inversionistas, por lo que no atenderlos impone desventajas, sobre todo, en temas de financiamiento.
La encuesta Riesgos en México y Centroamérica 2023. Fortalecer la resiliencia ante la incertidumbre global prueba que, en México, 54 por ciento de las empresas (51 por ciento en Centroamérica) admiten que los temas ASG son cada vez más relevantes y los incluyen en su plan de gestión de riesgos.
En cuanto a temas de carácter social, respetar la diversidad e inclusión del capital humano marca la diferencia en cuanto a la operación de una compañía; la diversidad permite la incorporación de más perspectivas y conocimientos, algo que el 62 por ciento de los encuestados en México considera prioritario. En Centroamérica, solo 37 por ciento tiene la misma percepción.
Es necesario resaltar que la diversidad y la inclusión en temas de capital humano dejó de ser un simple aspecto de “cuota” para evolucionar junto con otros factores sociales. Las nuevas generaciones buscan organizaciones flexibles que, a través de la innovación, busquen soluciones sostenibles.
En Centroamérica, los derechos humanos representan la principal prioridad a cubrir dentro de los indicadores ASG con 42 por ciento de preferencia entre los líderes encuestados, ya que son el eje de una actuación responsable con las personas, lo que repercute directamente en la reputación de las empresas. La alineación a prácticas éticas en la materia permite formar parte de cadenas de suministro sostenibles que exigen cada vez más una gestión ética, lo que se ve reflejado en una cadena sostenible, principal prioridad para 59 por ciento de los líderes en México y 39 por ciento en Centroamérica.
En cuanto a temas ambientales, de cara a los próximos años, es inevitable pensar en riesgos asociados a desastres naturales, recesiones por repercusiones climáticas e incluso pandemias. Las empresas no descartan su materialización y esto se ve reflejado en un mayor interés por implementar planes de prevención a futuro, lo que conlleva a establecer medidas que protejan los activos físicos y financieros.
La incertidumbre de un entorno cambiante puso sobre la mesa, la necesidad de contar con una gestión de riesgos sólida que los identifique, evalúe y gestione de manera proactiva en todos los niveles de la organización.
Sin duda, vemos una notoria evolución en los mecanismos implementados para gestionar efectivamente los riesgos ASG en las empresas durante los últimos diez años; en el caso de Centroamérica, principalmente en el sector financiero. Si bien el principal motivo era acatar las regulaciones correspondientes, hoy existe una genuina aceptación y convencimiento del impacto positivo que se genera cuando los riesgos de cualquier índole se gestionan de manera integral.
A partir del entendimiento de los indicadores ASG es indispensable ampliar el horizonte de análisis de riesgos externos y su influencia en la estrategia y operaciones, considerando además que pueden surgir oportunidades y ventajas a desarrollar.
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