Colaborador Invitado

Lo que las empresas deben considerar en su presupuesto en 2024

La presión que las variables económicas y de mercado pueden ejercer sobre los presupuestos y las finanzas de las compañías solo puede ser mitigada con una adecuada planeación.

Enrique Galeana Ugalde, director de Administración y Finanzas de Banco BASE.

Con el cierre de año tan próximo, una de las prioridades de cualquier empresa debe ser tener claramente definidos sus objetivos a corto, mediano y largo plazo.

La presión que las variables económicas y de mercado pueden ejercer sobre los presupuestos y las finanzas de las compañías solo puede ser mitigada con una adecuada planeación.

Algo que se debe tomar en cuenta desde el comienzo, es que la elaboración de los presupuestos va más allá de cálculos financieros y contables, se deben considerar elementos particulares del año que concluye para contar con un presupuesto robusto, actualizado y adaptable a los retos por enfrentar, que incluye no solo tendencias económicas globales sino también a las de cada industria particular para identificar oportunidades y anticipar desafíos.

Una particularidad en el proceso de presupuestación para el 2024 es que será un año de potencial volatilidad ante los procesos electorales en Estados Unidos y México, y el complejo panorama inflacionario que aún depara retos para la economía global.

De acuerdo con análisis nuestros, esperamos que la inflación ronde el 3.5 por ciento al cierre del próximo año. Sin embargo, será necesario estar atentos al impacto que pueda tener el mayor gasto gubernamental aprobado en el paquete económico del 2024, con el déficit que implicará para la economía y que pudiera presionar la inflación a niveles del 3.9 por ciento hacia el cierre del año. Estimamos que el PIB en México oscilará en un rango de 2.5 y 3.0 por ciento durante el 2024, asumiendo que cerramos el año con un crecimiento en la economía del 3.5 por ciento.

Ante la posible volatilidad que se prevé para el tipo de cambio, anticipamos que la paridad fluctúe entre 17 pesos por dólar y 18.50 unidades, existiendo una probabilidad mínima de que oscile hacia los 19.70 en virtud de los procesos electorales antes mencionados, entre otros elementos, es por ello que una cobertura de divisa para mediados de año se vuelve algo necesario para garantizar una cierta paridad de la moneda que permita a la  compañía estimar con mayor certidumbre sus flujos así como sus necesidades de liquidez durante el año.

Por su parte, vemos en el nearshoring uno de los factores que se han asentado firmemente sobre el suelo mexicano, por lo que el posible aprovechamiento de la derrama económica para ciertas industrias y regiones del país es algo que se debe considerar en este proceso de presupuestación.

En cuanto al aspecto de responsabilidad social y ambiental, vemos conveniente comenzar a incorporar diversos gastos e inversiones que requerirán llevar a cabo para cumplir con criterios y certificaciones en materia Ambiental, Social y de Gobernanzas (ASG), puesto que las mismas serán un requisito indispensable en el mediano plazo para acceder a fuentes de financiamiento institucionales (tanto bancarias como de mercado). En ciertos casos muy particulares, lo anterior generará que ciertas empresas incluso tengan que modificar sus modelos de negocios, contratación de proveedores y en general de asociación.

Por esta clase de factores, es indispensable comprender el entorno económico en el que la empresa se está desarrollando. Desde variables financieras como las tasas de interés, cambios regulatorios, hasta las condiciones del mercado nacional e internacional que influyen directamente en las finanzas, permitirá una toma de decisiones con mayor sustento y con ello menor probabilidad de error.

Dentro de esta revisión, lograr el equilibrio adecuado entre realismo y optimismo es fundamental, por un lado, poner objetivos retadores puede alentar a las organizaciones a avanzar de manera acelerada en la consecución de metas, pero por el otro lado hay que ser prudentes para evitar sobrecargar a los equipos y colaboradores.

La flexibilidad en las proyecciones y la capacidad de reaccionar ante dichos eventos es clave para ajustarse a un entorno empresarial en constante cambio.

En resumen, la presupuestación anual es uno de los procesos más importantes de las organizaciones, el cual no se limita a alcanzar un objetivo de porcentaje de crecimiento en comparación con el año anterior, sino que sirve también como un proceso de evaluación e identificación de los elementos más relevantes que las organizaciones deben considerar en los meses subsecuentes para asegurar el éxito y la consecución de sus objetivos.

COLUMNAS ANTERIORES

¡Ahí viene el lobo!
El Buen Fin y la revolución de la inteligencia artificial en el e-commerce

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.