Colaborador Invitado

Los mensajes de la secretaria Yellen

La agenda de la Secretaría del Tesoro contempló el comercio ilegal de fentanilo, política monetaria y tipo de cambio y los posibles escenarios del comercio bilateral entre ambos países.

Con una agenda digna de un jefe de Estado, la visita a México la semana pasada de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, fue consecuencia de las preocupaciones que hay en Washington sobre el comercio ilegal de fentanilo, el manejo de la política monetaria y de tipo de cambio en nuestro país y los posibles escenarios en los que se desarrolle el comercio bilateral entre ambos países en la próxima década. Además, fue un reflejo de la confianza que le tiene el presidente Biden en temas diplomáticos, en particular después de su visita a China en julio, cuando se entrevistó con el premier Li Qiang y el nuevo equipo económico del presidente Xi Jinping, que sirvió de preparación para la cumbre que se realizó en San Francisco este 15 de noviembre.

El primer mensaje fue que México tiene que hacer más para combatir el tráfico ilegal de drogas y estupefacientes, en particular del fentanilo. La Dra. Yellen anunció sanciones específicas en contra de 15 personas, Editorial Mercado Ecuestre y la farmacia Difalcusa, relacionadas directamente con el cártel de los Beltrán Leyva; el intercambio de información confidencial y de inteligencia financiera con autoridades mexicanas para el combate del tráfico ilegal de drogas; e hizo un llamado para desarrollar nuevos mecanismos que impidan el lavado de dinero, tema que ya ha generado fricciones entre ambos países en los últimos dos años.

Todo esto después de que el lunes 4 de diciembre anunciara en Washington el lanzamiento de la Fuerza de Ataque Contra el Fentanilo, que presidirá el subsecretario para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, quien acompañó a la Dra. Yellen en su viaje y se entrevistó con el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio. Este grupo jugará un papel muy importante para la implementación de los acuerdos establecidos el mes pasado entre Biden y Xi Jinping sobre fentanilo, con Canadá y los acuerdos que está negociando Estados Unidos con otros países.

El segundo mensaje fue que, aunque México ya no aparece en la lista de países que el Departamento del Tesoro considera manipulan su tipo de cambio con el fin de obtener alguna ventaja en su comercio con Estados Unidos o prevenir un ajuste significativo en su balanza de pagos, la preocupación sobre la política de tipo de cambio de México y su transparencia es ahora aún mayor luego que nos hemos convertido en el principal socio comercial de ese país. En el último reporte semestral publicado el 10 de noviembre, los países que se considera deben monitorearse con más detalle son Alemania, China, Corea, Japón, Malasia, Singapur y Taiwán.

México fue parte de esta lista desde enero del 2021 hasta septiembre del 2022 y una de las principales preocupaciones del gobierno estadounidense es que el Banco de México mantenga su autonomía e integridad, de acuerdo a las directrices del Fondo Monetario Internacional. Por su parte, el capítulo 33 del T-MEC –Asuntos de Política Macroeconómica y de Tipo de Cambio– prohíbe las devaluaciones con el fin de ganar alguna ventaja en el comercio regional y en caso de existir algún caso, las Partes afectadas pueden utilizar el mecanismo de solución de controversias.

El tercer mensaje fue el enorme potencial que tiene México para atraer nuevas inversiones de Estados Unidos que fortalezcan las cadenas de suministro de ese país y ayuden a reducir la dependencia de los insumos y productos chinos, lo que la Dra. Yellen ha denominado friendshoring. Este es un término con el que Estados Unidos busca indicar que, en los próximos años, las principales inversiones de las empresas de ese país se realizarán en países que se consideren sus aliados y evitar que alguna nación use su poder de mercado o sus reservas de algún insumo o materia prima para ocasionar disrupciones en la economía o fortalecer su posición.

En ningún momento, la Dra. Yellen se refirió al T-MEC. Sin embargo, destacó las oportunidades que la Ley para Reducir la Inflación ofrece a las armadoras mexicanas que produzcan autos eléctricos para su venta en Estados Unidos con litio mexicano, y que hasta la fecha son desaprovechadas. El cuarto mensaje fue que en los próximos años será muy difícil que un país tenga una relación comercial importante simultáneamente con China y Estados Unidos, por lo que habrá de demostrar de qué lado estará México. Y todo esto, mientras que el gobierno de Estados Unidos ha iniciado las discusiones entre las dependencias federales involucradas en la revisión del T-MEC, que deberá realizarse en el 2026.

El autor es consultor en políticas públicas y comercio exterior

COLUMNAS ANTERIORES

La atracción de los reclutas
La guerra cognitiva convierte la mente en campo de batalla

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.