Colaborador Invitado

¿Y la OMC, apá?

Hay unas 30 quejas que se han presentado ante la OMC en los últimos años que están en el limbo, luego de que el gobierno de Trump bloqueara los nombramientos de los nuevos miembros del Órgano de Apelación.

El autor es Consultor en Políticas Públicas y Comercio Exterior.

Sea Biden o Trump quien gane las elecciones de noviembre en Estados Unidos, el mundo seguirá padeciendo el proteccionismo que afecta al régimen de comercio internacional desde 2017 y que la pandemia exacerbó. Según las estimaciones preliminares de la Organización Mundial del Comercio (OMC), se considera que en 2023 el comercio creció 0.7%, menos de la mitad del pronóstico original de 1.7% y muy por debajo del 9.4% del 2021 o del 3.0% del 2022.

Mientras tanto, hay unas 30 quejas que se han presentado ante el mecanismo de solución de controversias (MSC) de la OMC en los últimos años que están en el limbo, luego de que el gobierno de Trump bloqueara los nombramientos de los nuevos miembros del Órgano de Apelación. Y hay otro tanto de casos que se ha buscado resolver por métodos alternativos en tanto que el gobierno de Biden no ha mostrado ningún apoyo al organismo. De ahí que hoy más que nunca, se requiere que la OMC vuelva a funcionar de manera adecuada.

Ante este panorama, el lunes 26 de febrero inicia en Abu Dhabi la 13ª Reunión Ministerial de la OMC, a donde están convocadas las máximas autoridades en comercio internacional de cada uno de sus 164 miembros, entre ellas, Katherine Tai (Estados Unidos), Mary Ng (Canadá) y Valdis Dombrovskis (Unión Europea). La conferencia ministerial es el órgano más importante dentro de la estructura organizacional de la OMC y en esta ocasión los temas principales son: i) asegurar el progreso alcanzado en las reformas al MSC, ii) la entrada en vigor del Acuerdo sobre Subsidios a las Pesquerías y concluir las negociaciones pendientes de 2021, iii) la decisión sobre la moratoria a la aplicación de aranceles a las operaciones digitales y iv) confirmar los avances en negociaciones agrícolas.

A lo largo de seis años y siete borradores, las negociaciones sobre las reformas al MSC se han enfocado en: revisar las reglas actuales, revigorizar las funciones deliberativas (reduciendo los tiempos del proceso) y ofrecer asistencia a los países menos desarrollados. Sin embargo, el USTR no ha permitido definir los detalles del nuevo MSC, argumentando las ventajas de avanzar de manera gradual. La próxima semana, los ministros deberán confirmar los avances logrados hasta la fecha y evitar tener que tomar una nueva ruta.

En 2018 se formó el llamado Grupo de Ottawa, lidereado por Canadá y compuesto por México, la Unión Europea y otros 11 países, que han elaborado varias propuestas que han sido puestas a la consideración del pleno para responder a las críticas de Estados Unidos al MSC y ayudar a mantener la legitimidad de la OMC. Sin embargo, México redujo su participación.

A diferencia de otras ocasiones, esta vez las discusiones estarán mucho más fragmentadas por las diferencias entre la Unión Europea, Rusia, China e India. Y luego de la reunión de alto nivel de la semana pasada en Ginebra para afinar la redacción de los textos a considerar, se reflejó el distanciamiento de varios miembros hacia Estados Unidos, quien desde principios del 2022 lanzó la idea de crear un nuevo organismo, pero sin China ni Rusia, a quienes considera haberse beneficiado de la OMC de manera desproporcionada al no haber cumplido los compromisos que adquirieron a su ingreso.

Incluso, el USTR fue criticado duramente por su sector privado y por un grupo bipartidista de 32 senadores –encabezados por el presidente del Comité de Finanzas, Ron Wyden– en una carta enviada al presidente Biden el pasado 30 de noviembre. Reclaman que Estados Unidos haya abandonado lo que consideran compromisos clave en las negociaciones sobre el comercio electrónico, como promover el libre flujo de datos a través de las fronteras, combatir medidas que exigen que los datos nacionales se almacenen o procesen dentro de las fronteras nacionales, impedir el intercambio forzoso de información patentada como condición para el acceso a los mercados extranjeros y defender el principio de no discriminación para garantizar mercados  abiertos y competitivos para bienes y servicios digitales.

Por otra parte, por primera vez en veinte años ninguno de los comités de la OMC que presentarán sus informes bianuales estará presidido por un mexicano. Tampoco México estaba incluido, hasta ayer por la mañana, entre los patrocinadores de alguno de los documentos inscritos para su discusión. Sin embargo, hoy más que nunca, resulta indispensable el apoyo del gobierno para el éxito de esta reunión. ¿Cuál sería la alternativa a la desaparición de la OMC en un mundo de bloques comerciales?

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