Fundador y CEO de Nubank.
México tiene una oportunidad de oro. Tendencias de digitalización, mayor competencia, nuevas plataformas de pago como CoDi o Dimo, y finanzas abiertas, hacen de este un momento ideal para acelerar la inclusión financiera, sobre todo entre los segmentos más vulnerables. Para las instituciones financieras, esto convierte al mercado mexicano en un terreno fértil para el crecimiento, habilitando la prosperidad de las empresas y la ciudadanía, multiplicando el efecto positivo en el país.
El primer limitador histórico de la inclusión es la concentración del sistema bancario mexicano en manos de pocos jugadores tradicionales. Los cinco bancos más grandes han controlado alrededor del 80 por ciento de los activos totales del sistema bancario. Afortunadamente, esto está cambiando. A través de modelos digitales más eficientes que han disminuido las barreras de entrada, nuevos jugadores disruptivos ejercen hoy presión competitiva sobre los bancos, mejorando las condiciones para los usuarios. Ejemplo de ello son los millones de mexicanos que empiezan a recibir hoy un rendimiento real positivo por sus ahorros, algo que hasta hace poco era impensable; o la oferta de productos financieros como tarjetas de crédito o cuentas sin comisiones. Como éstas, hay numerosas posibilidades de reducir los costos de los servicios financieros en México, a medida que la competencia en el sistema aumente.
Un segundo elemento que evidencia el potencial del mercado mexicano es que gran parte de la población aún no tiene acceso a servicios financieros. México cuenta con una penetración de tarjeta de crédito bancaria de solo 12 por ciento, un número ínfimo en comparación con otros países como Brasil, que tiene más del 60 por ciento. Modelos completamente digitales, que operan con costos significativamente más bajos, permiten llegar a la totalidad de los ciudadanos, incluyendo segmentos de la población que históricamente habían permanecido desatendidos por modelos tradicionales.
Más aún, actualmente una gran proporción de los usuarios del sistema bancario tradicional no están conformes con el servicio que reciben. Uno de cada tres mexicanos no está satisfecho con su cuenta de ahorro y la mitad no lo está con su crédito de nómina. La tecnología permite poner a las personas al centro del sistema financiero pues ayuda a conocer mejor sus necesidades reales, para diseñar productos que realmente solucionen sus problemas con atención personalizada. Contar con una oferta de valor atractiva y novedosa, que satisfaga las necesidades de los millones de personas y empresas subbancarizadas, implica una gran posibilidad de rápido crecimiento para el país.
Por último, hay 21 millones de mexicanos que tienen entre 20 y 30 años, y 10 millones más, entre 15 y 19 años. Este segmento que es nativamente digital, es decir, que no se siente identificado con los modelos tradicionales de oferta de servicios financieros, representa un mercado nuevo y emocionante para las empresas de finanzas digitales. Esta puede ser la generación de mexicanos que ya no utilizará el efectivo, que no tendrá que hacer largas filas para pedir un préstamo personal o para su emprendimiento, y que nunca esperará con frustración largos minutos en el teléfono para resolver un problema con su cuenta.
Por estas razones, la oportunidad de acelerar la inclusión financiera en México está en un momento inmejorable. Lograrlo depende de diseñar e implementar con vehemencia una agenda que facilite la digitalización en el sector. Emitir la regulación de Open Finance, promover activamente el uso de medios de pago digital como Dimo y Codi, y facilitar los procesos de identificación y autenticación digital son algunas de las medidas que pueden cambiar el rumbo de las finanzas digitales en el país.
En Nu nos entusiasma la enorme posibilidad de incluir financieramente a millones de personas y de ofrecer mejores condiciones a quienes no han visto sus necesidades atendidas. Hoy, casi el 60 por ciento de los brasileños utiliza Nu, hemos incluido financieramente a más de 20 millones de personas en ese país, y generamos ahorros por más de 25 mil millones de dólares en comisiones. Creemos que el potencial de México es superior al de Brasil. Nos enorgullece decir que nuestro crecimiento en territorio mexicano está superando el que tuvimos en nuestros primeros años en el mercado brasileño, al evaluar prácticamente cualquier indicador. Por eso, México es nuestra prioridad a nivel global.
En México tenemos más de siete millones de usuarios, estamos presentes en prácticamente todos los municipios y en 83 por ciento de los municipios rurales de atención prioritaria del Gobierno federal. Pero es sólo el comienzo. Seguiremos expandiendo nuestras operaciones e inversiones en el país porque nuestro compromiso es de largo plazo. La digitalización del sector financiero es la gran oportunidad para México en los próximos años y Nu será parte importante de esta transformación.