Los líderes de los 32 países que actualmente integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN —con Suecia como nuevo miembro—, se reunieron en la capital estadounidense con el objetivo de debatir las mayores amenazas a la seguridad mundial. La guerra en Ucrania fue el tema principal del encuentro al que también asistió el presidente de ese país, Volodímir Zelensky, quien no se ha ido con las manos vacías. El jefe de la Alianza, Jens Stoltenberg, anunció una ayuda adicional para Kiev de más de 40 mil millones de dólares para 2025 para financiar la cooperación militar. Stoltenberg también reiteró su deseo de que Ucrania pueda en el futuro, ser miembro de la OTAN. Sin embargo, ante la falta de unanimidad en este segundo punto, de la cumbre no ha salido la anhelada invitación formal que espera Zelensky, y que es el primer requisito para que su país pueda integrar la Alianza. Dado que la guerra continúa, para Washington y Berlín no es el momento apropiado para que Ucrania se una a la OTAN, ya que temen una mayor escalada de tensiones con Rusia. Eso sí, tanto Estados Unidos como Alemania, al igual que los demás aliados, han insistido en que mantendrán su apoyo a largo plazo a Kiev y sostienen que su camino hacia la OTAN es “irreversible”.
Plan de los aliados ante eventual triunfo de Donald Trump.
Pero, ¿qué pasará con estos compromisos adquiridos por la OTAN con Ucrania si Donald Trump es elegido presidente de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre? Si bien los miembros de la Alianza afirman no esperar mayores cambios ante un eventual regreso de Trump a la Casa Blanca, lo expresado hace algunos meses por el candidato republicano en torno a la OTAN no deja de generar inquietud. En febrero pasado, Trump afirmó que alentaría a Moscú a “hacer lo que ellos quieran” con los miembros de la Alianza que no hayan realizado sus respectivos pagos al organismo. Estas palabras generaron gran revuelo en Bruselas, Berlín y Varsovia, y a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las dudas en torno a la unidad que ha mantenido la Alianza desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, persisten.
Por esta razón, Stoltenberg ha asegurado que los jefes de Estado y de Gobierno han establecido en Washington un plan que garantizaría la ayuda a Ucrania, en caso de que el probable nuevo gobierno de Donald Trump no asuma sus compromisos. Aunque no se revelaron los detalles de dicho plan, lo que está claro es que ante ese escenario, los europeos tendrán que asumir mayores responsabilidades.
Fuerte mensaje a China.
Asimismo, la declaración final de esta cumbre de la OTAN en Washington también incluye un contundente llamado a China, país al que consideran un “cómplice crucial” de Rusia en su guerra contra Ucrania. Jens Stoltenberg manifestó su profunda preocupación por las estrechas relaciones entre Pekín y Moscú, así como por el fuerte apoyo chino a la base industrial de defensa rusa, por lo cual ha pedido al gobierno de Xi Jinping reconsiderar su posición.
¿Última cumbre de la OTAN para Joe Biden?
En el marco de la clausura de la cumbre, el actual presidente de Estados Unidos generó más dudas en torno a su capacidad para asumir un segundo mandato. No ha pasado desapercibido el hecho de que Joe Biden llamara “presidente Putin” a Volodímir Zelensky y “vicepresidente Trump” a Kamala Harris. Aunque los líderes de la OTAN consultados sobre este asunto defendieron a Biden asegurando que “cualquiera puede tener un lapsus”, lo cierto es que con el panorama actual, la de Washington parece ser la última cumbre de la Alianza a la que asiste Biden, al menos como presidente de su país. La próxima cita será en junio de 2025 en La Haya, Países Bajos y bajo la batuta de Mark Rutte, quien el próximo 1 de octubre sucederá a Jens Stoltenberg como secretario general de la OTAN.