La escena del jazz en México se ha desarrollado por momentos lenta y por momentos ágilmente. En las últimas cinco o seis décadas las y los jazzistas han estado presentes, han dejado testimonio de su música, han compartido sus experiencias, sin embargo, la cohesión del grupo no era (¿es?) su fuerte.
Como sucede en todas partes, los grupos o bandos se forman: por intereses, afinidad, desacuerdos, incluso malos entendidos, por lo que sea. Debe suceder aquí y en China.
Durante los primeros años de este Siglo XXI –como ya lo he mencionado en textos anteriores–, el jazz en México ha crecido exponencialmente debido a factores como mayor número de jóvenes interesados en interpretarlo, “mayor” apertura de sitios en donde tocar, mayores facilidades tecnológicas para grabar sus materiales y más ventanas para su difusión. Estos cuatro elementos son relevantes, pero a veces insuficientes para la creación de nuevos públicos.
Por ese motivo celebró y aplaudo la iniciativa Jazz MX, una comunidad de jazzistas fundada por el baterista mexico–argentino Hernán Hecht y el contrabajista mexicano Israel Cupich, a la que rápidamente se unieron más músicos y la cual este 2024 celebra su primera década de vida y trabajo.
La idea detrás de Jazz MX, es promover, difundir y compartir “con la sociedad mexicana las virtudes (del jazz) como motor para la paz y la unidad”, y además incluyen un objetivo ambicioso “dignificar el trabajo de los músicos que forman la escena del jazz en México”, esto último es un reclamo y un grito del jazzista mexicano desde hace mucho tiempo.
Desde el inicio del proyecto, cuando comencé a escuchar de su trabajo, lo primero que recuerdo fueron los conciertos que organizaban para dar a conocer la música de alguno de los integrantes de la comunidad. A los conciertos se le fueron sumando clases magistrales, conferencias y presentaciones didácticas. Estas formas de promoción del jazz, pueden no resultar vistosas pero son fundamentales y muy nobles para la formación de nuevos públicos.
No está demás decir que el jazz está lejos de ser una música de masas. Para ejemplo solo recordar un meme que circula en redes en donde por un lado está un concierto de rock con la leyenda: “toca 3 notas ante 30 mil personas” y por otro lado un jazzista con la leyenda: “toca 30 mil notas ante 3 personas”. Un poco exagerado pero explica mi punto. Esta situación hace que los sitios donde tocar jazz en la Ciudad de México sean pequeños y en algunos casos no con las mejores condiciones para escuchar un concierto de jazz y aunado a esto, el músico tiene que enfrentarse a violencias como la económica o la laboral. Si bien esto parecería que está cambiando, déjenme decirles que por charlas con algunos jazzistas, puedo confirmar que no es así. Aquí hay un gran trabajo que hacer no solo por parte de las y los músicos, sino de todos los que formamos parte de la escena.
Todo el tiempo estamos escuchando jazz sin saberlo, desde niños con las caricaturas, de grandes en series o películas. Jazz MX y su comunidad de jazzistas están aquí para evidenciarlo, compartirlo y recordarnos que el jazz nos puede hacer mover el cuerpo, emocionar, dejar perplejos, pero además no puede hacer mejores personas. Felicidades por estos 10 años de Jazz MX.