Colaborador Invitado

Las mujeres en los consejos de administración de las empresas

La diversidad de género puede fomentar la creatividad y la innovación generando ideas y soluciones más originales.

Líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta.

Mucho se ha escrito acerca de la conveniencia de contar con diversidad en los órganos de gobernanza de las empresas, facilitando la pluralidad de visiones y enriqueciendo la deliberación y la toma de decisiones adecuadas de negocios.

En el caso de la participación de mujeres en consejos de administración, es claro que ello enriquece la toma de decisiones y la estrategia de la empresa, existiendo además estudios serios que demuestran que las empresas con más mujeres en sus consejos tienden a tener un mejor rendimiento financiero al conducir a decisiones más equilibradas y efectivas.

La diversidad de género puede asimismo fomentar la creatividad y la innovación generando ideas y soluciones más originales y ayuda a crear un entorno más inclusivo y respetuoso en la empresa, aumentando la satisfacción y la retención de talento.

Desde finales del año 2022 la Unión Europea aprobó una regulación que exigirá a las empresas que cotizan en bolsa que las mujeres constituyan el 40% de los miembros del consejo de administración.

En un trabajo de investigación a cargo de Margarethe Wiersema y Marie Louise Mors publicado por Harvard Business Review (How Women Improve Decision-Making on Boards) las autoras realizaron entrevistas a personas que se han desempeñado como consejeros en más de 200 empresas que cotizan en bolsa en las principales bolsas de valores de EUA y Europa.

Los resultados de dicho estudio proporcionan información clave acerca de la manera en que la presencia de mujeres influye en los consejos de administración.

En primer lugar, las mujeres que participan en los consejos de administración acuden a las sesiones de consejo bien preparadas y preocupadas por la responsabilidad inherente a su cargo, algo que no siempre puede señalarse en el caso de sus pares varones.  El resultado es que las mujeres acuden a las reuniones de la junta con preguntas que dan forma a las decisiones.

En segundo lugar, las mujeres se comportan de manera que no cumplen con las normas tradicionales y no se avergüenzan al reconocer cuando no saben algo, estando más dispuestas a hacer preguntas en profundidad y a tratar de poner las cosas sobre la mesa, y a mejorar la calidad de los debates de maneras diversas y despolitizando los diálogos. Una consejera comentó: “Es un ambiente diferente una vez que hay mujeres en la sala... Los hombres se vuelven menos competitivos y las mujeres crean un ambiente más abierto. Esto deja espacio para el debate de temas que de otro modo no se discutirían”. No fue la única que lo creyó. Otro entrevistado comentó: “Los presidentes me han dicho que piensan que el riesgo se ha reducido al tomar una decisión porque se ha considerado con más cuidado, mientras que en el pasado, cuando eran todos hombres, solo analizaban las finanzas”.

En resumen, el estudio arroja claramente que la presencia de mujeres parece reducir el problema de la “ignorancia pluralista”, cuando las personas de un grupo subestiman el grado en que otras personas pueden compartir sus preocupaciones, ya que aun cuando los consejeros varones deseen contar con más información acerca de temas específicos, son las mujeres las que están dispuestas a admitir que no cuentan con la información necesaria para entender los problemas.

El estudio también cuestiona las suposiciones generales prevalecientes sobre las mujeres en los negocios y el hecho de que las mujeres que forman parte de los consejos de administración estén dispuestas a hacer preguntas en profundidad y a abordar los temas refleja tanto la autonomía como la racionalidad, atributos que no se atribuyen estereotípicamente a las mujeres en el lugar de trabajo; del mismo modo, si bien las teorías del comportamiento grupal predicen que las mujeres consejeras tratarían de pertenecer al club de élite de la junta y, por lo tanto, no destacarse ni desviarse de las normas de la junta, las conclusiones del estudio de Wiersema y Mors muestran que las mujeres consejeras parecen estar menos preocupadas por la forma en que se las percibe.

Bien haremos en procurar órganos de gobernanza más equilibrados en las empresas, entendiendo que más que tratarse de un tema de cuota de género se trata de la eficiencia misma de la organización y de la posibilidad de acceder a mejores resultados financieros.

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