Colaborador Invitado

El Diálogo Democrático

Domingo Ruiz, presidente de la Comisión Nacional Fiscal de Coparmex, reflexiona sobre los retos de la nueva administración en relación a finanzas públicas, inversiones y convivencia democrática.

Inicia una nueva administración. Este cambio de gobierno trae consigo grandes expectativas y, a su vez, desafíos que requerirán una conducción firme y visionaria para enfrentar los retos que se avecinan en temas críticos como el equilibrio de las finanzas públicas, la promoción de la inversión, la garantía de certeza jurídica y la preservación de una convivencia democrática en una sociedad diversa y plural.

Uno de los principales retos es la implementación de la tan debatida reforma judicial, un cambio trascendental que será clave para fortalecer las instituciones y el Estado de Derecho. En este proceso, es fundamental que los poderes judiciales salgan fortalecidos en su capacidad para garantizar el respeto a las libertades individuales y colectivas, y en su papel como salvaguardas de la democracia.

El equilibrio de poderes es un principio básico en toda democracia funcional, y para mantener este equilibrio, el Poder Judicial debe actuar con independencia, imparcialidad y contar con jueces altamente capacitados que puedan resolver los conflictos de la sociedad aplicando la ley con justicia y apegándose a los principios jurídicos. A toda la sociedad mexicana, sin excepción, le interesa contar con un sistema judicial que sea un pilar sólido para la estabilidad y la paz social, con jueces que brinden certeza en sus decisiones y fortalezcan la confianza de los ciudadanos en las instituciones.

En este contexto, la participación activa de todos los sectores de la sociedad será esencial. El diálogo democrático debe ser el motor que impulse las decisiones y reformas que están por venir. El gobierno no puede ni debe actuar solo, y es aquí donde el sector privado tiene mucho que aportar. Como parte del entramado económico y social del país, las empresas y los organismos empresariales compartimos los mismos intereses que el gobierno: queremos un México más próspero, más justo y más competitivo.

La comunidad empresarial tiene un papel importante que desempeñar en este proceso de diálogo. A través de nuestras propuestas y de la colaboración estrecha con las autoridades, podemos contribuir a encontrar soluciones innovadoras a los problemas que enfrenta el país. La promoción de la inversión, la creación de empleos y el crecimiento económico sostenible son objetivos que no se alcanzan de manera aislada. Necesitamos un entorno de seguridad jurídica, con reglas claras y una justicia pronta y expedita que respalde los derechos de todos los actores en la sociedad.

El sector privado no solo es un motor de la economía, sino que también es un actor social comprometido con el desarrollo de México. Queremos un país donde se respete la legalidad, donde la corrupción no tenga cabida y donde los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y transparente. La apuesta es por un diálogo democrático en el que todos los actores sociales, económicos y políticos participen activamente, buscando el bien común.

El equipo que acompañará a la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, tiene la oportunidad histórica de implementar políticas que fomenten la estabilidad y el desarrollo del país. Será necesario contar con una visión de largo plazo que incluya las reformas necesarias para consolidar a México con instituciones capaces de responder a las demandas de la sociedad.

La mutua disposición a colaborar con el gobierno en la implementación de soluciones que promuevan la justicia, la seguridad y la prosperidad de todos los mexicanos es el camino. A través del diálogo y la cooperación, es posible construir un México más fuerte, con instituciones sólidas que garanticen un futuro de paz y desarrollo para las próximas generaciones.

La presidenta Claudia Sheinbaum cuenta con un equipo calificado y con una sociedad cada vez más consciente de sus derechos y deberes. La sociedad mexicana demanda ser escuchada y ha mostrado disposición para participar activamente en la construcción de un país mejor. Es evidente el compromiso del sector privado de ser parte de ese diálogo democrático y de contribuir de manera propositiva; los desafíos que enfrenta el gobierno también son los nuestros.

Que tenga el mayor de los éxitos la presidenta Claudia Sheinbaum en su mandato. Que tenga la sabiduría para tomar las decisiones más acertadas en favor de la sociedad mexicana, y que sepa que cuenta con un sector privado activo, participativo e interesado en el crecimiento de México. Es momento de construir juntos, de escuchar, de proponer y de actuar.

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