El sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha marcado un punto de inflexión en la política laboral de México. Desde el inicio de su mandato, el gobierno de la 4T impulsó reformas significativas que han transformado las relaciones laborales. El aumento del salario mínimo, las reformas en subcontratación y los cambios en la justicia laboral son algunos de los aspectos más notables. A pesar de estos avances, el gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará nuevos desafíos, bajo la dirección de Marath Bolaños como secretario del Trabajo.
Uno de los mayores logros del gobierno saliente ha sido el incremento del salario mínimo. En los últimos seis años, el salario mínimo ha crecido más del 90 por ciento en términos reales, mejorando la situación de los trabajadores más vulnerables. Aunque algunos sectores empresariales temen efectos inflacionarios, los ingresos de los trabajadores han aumentado considerablemente.
La reforma contra el outsourcing ha sido otro pilar clave de la administración de AMLO. La eliminación de esquemas abusivos ha permitido a miles de trabajadores acceder a mejores condiciones laborales, incluyendo prestaciones y seguridad social. Sin embargo, este cambio ha obligado a muchas empresas a replantear sus estrategias, abriendo un debate sobre la flexibilidad laboral en un entorno económico competitivo.
La creación de los Tribunales Laborales y la reforma al sistema de justicia laboral representan avances importantes en la resolución de conflictos laborales. Aunque la transición ha mejorado la transparencia y eficacia, su implementación aún enfrenta retos, especialmente con la reforma al Poder Judicial, que genera incertidumbre.
El próximo gobierno de Claudia Sheinbaum hereda un escenario laboral con retos importantes. Será fundamental mantener un equilibrio entre los derechos laborales y la creación de condiciones favorables para la inversión y el crecimiento económico. La narrativa del gobierno saliente ha sido dura con el sector empresarial, lo que deberá ajustarse para mantener una relación sana con este sector clave.
El aumento del salario mínimo, aunque positivo, ha generado inquietudes, especialmente entre las Pymes, que son el motor del empleo en México. La nueva administración deberá gestionar esta política con cuidado para no comprometer la competitividad.
Otro reto clave será la consolidación de los tribunales laborales. Aunque la reforma avanza, la implementación ha sido lenta en algunos estados. La carga de trabajo en los tribunales podría ser un obstáculo sin los recursos adecuados para garantizar justicia pronta y expedita.
Existen además reformas pendientes en áreas como la regulación del teletrabajo y la protección social para los trabajadores de plataformas digitales. Estas nuevas dinámicas laborales requieren un marco normativo moderno que equilibre derechos y realidades tecnológicas.
El gobierno de AMLO ha dejado un legado significativo en el ámbito laboral, pero la administración de Claudia Sheinbaum enfrentará desafíos igualmente complejos. La clave será consolidar los avances y abordar las reformas pendientes, siempre equilibrando la protección de los derechos laborales con la estabilidad económica que exige el sector empresarial.