Colaborador Invitado

El ecosistema emprendedor en Latam: Un camino recorrido y desafíos por superar

El talento no tiene fronteras, pero cuando el capital se concentra en pocos lugares, se limita el crecimiento de otras regiones.

Desde 1999, he estado involucrada en la construcción de ecosistemas dinámicos en Latinoamérica. A pesar de que aún queda mucho por hacer, hemos avanzado significativamente. Al principio, solía hablar de la soledad del emprendedor. ¿Por qué? Porque ser emprendedor no era visto como una opción profesional viable. No existían aceleradoras, las incubadoras no producían resultados, y no había inversores ángeles que comprendieran cómo apoyar a los emprendedores ni gestores de fondos experimentados. Los gobiernos no entendían el impacto potencial del capital emprendedor en el desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación.

Un punto de inflexión en la región

El cambio comenzó a partir del 2010, cuando Latam experimentó un punto de inflexión con la llegada de las primeras aceleradoras y programas de apoyo a los ecosistemas. Esto, combinado con la adopción tecnológica, una población joven y la resiliencia de los emprendedores, impulsó la innovación en la región, dejando atrás los simples copycats. Tuve el privilegio de diseñar e implementar varios programas desde el BID, como WeXchange (apoyo a mujeres emprendedoras en tecnología), Xcala (creación de redes de inversores ángeles), y WISE (fomento de la participación femenina en STEM). Además, se consolidaron oficinas de Endeavor en la región, se crearon asociaciones de capital emprendedor como LAVCA, ABVCAP, Amexcap, y después de mi salida del BID, cofundé WeInvest Latam para atraer más mujeres inversoras al ecosistema. El talento no tiene fronteras, pero cuando el capital se concentra en pocos lugares, se limita el crecimiento de otras regiones. Copiar modelos de Silicon Valley sin adaptarlos a las condiciones locales ha llevado a muchos inversores y emprendedores a enfocarse en un obsesivo intento de imitación de Silicon Valley que dio una fama de poco innovadoras a las regiones más emergentes. Esto es algo en lo que creemos firmemente en Capria Ventures: decidimos invertir en tech hubs de Latam, África, India y algunos países del Sudeste Asiático, porque estamos convencidos que de allí saldrán retornos muy buenos. Donde hay desafíos, hay oportunidades. Y los emprendedores del sur global tienen las capacidades para proveer soluciones muy innovadoras a estos múltiples desafíos.

La importancia del fracaso y la colaboración

Es esencial perder el miedo al fracaso. No es un fracaso si se aprende de los errores. Los ecosistemas emprendedores se basan en la colaboración, y en la industria del capital emprendedor, las relaciones humanas son más importantes que los números, especialmente en etapas tempranas.

Mujeres emprendedoras: un desafío pendiente

Un reto importante sigue siendo incrementar el número de mujeres emprendedoras que fundan y crecen empresas más allá de las etapas semilla y serie A. Aunque hay más equidad en el acceso a estudios universitarios y más conciencia sobre la necesidad de diversidad en los equipos, las mujeres aún no logran igualar a los hombres en términos de crecimiento profesional y acceso a capital. Además, las mujeres enfrentan desafíos únicos en el mundo del venture capital. El networking está diseñado más para hombres, y las mujeres con responsabilidades familiares a menudo no pueden asistir a los eventos necesarios para establecer conexiones clave. También enfrentan preguntas diferentes en rondas de inversión: a los hombres se les hacen preguntas de promoción, mientras que a las mujeres, de prevención, lo que afecta sus posibilidades de financiamiento.

Un futuro de igualdad

En Capria Ventures nos enorgullece tener una diversidad más allá del género: en temas culturales, de lenguajes, estudios universitarios, edad… Tenemos personas de Indonesia, de diferentes lugares de India, Nigeria, Kenya, Colombia, Brasil, Argentina, EU y Canadá. No fuimos a las mismas universidades, ni hablamos con el mismo acento o vocabulario… ¡Y eso enriquece mucho!

Parte de este futuro de igualdad también creemos que va a venir por el uso adecuado de la IA generativa: un ecualizador que hará que gente que antes no se podía comunicar por barreras de lenguajes hoy lo pueda hacer sin problemas. Así como la generación anterior era digital born, la siguiente ya es genAI born y usarán esta herramienta para mejorar sus chances de tener una educación y empleos mejores.

Hoy ayudamos a muchas empresas de diferentes sectores: educación, logística, salud, fintech y agrotech, a mejorar sus eficiencias internas, elevar la experiencia del cliente y pensar en nuevas líneas de negocios y nuevos mercados, a los que no podrían haber llegado sin la IA generativa. ¡El futuro es desafiantemente prometedor!

COLUMNAS ANTERIORES

2025, un año retador para los bancos centrales
Antesala del 2025

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.