Los rendimientos de las acciones globales en 2025 han sorprendido a muchos inversionistas. Mercados que el año pasado eran favoritos han caído, mientras que los previamente ignorados ahora lideran. Las acciones estadounidenses, en particular, han tropezado, cayendo un 3.7 por ciento en lo que va del año. Las “7 Magníficas”, que encabezaron un rally notable en los últimos dos años, han sido responsables por la mayor parte de la corrección reciente, desplomándose un 13 por ciento desde inicios de 2025. Sus elevadas valuaciones las han dejado vulnerables a la incertidumbre económica. En contraste, el resto del S&P 500 ha subido un 0.6 por ciento, mientras los inversionistas redirigen su enfoque del sector tecnológico hacia otros sectores. Esta rotación no es exclusiva de Estados Unidos, es un fenómeno global. Los inversionistas están cazando oportunidades en mercados con valuaciones más atractivas y cambios estructurales, como Europa, que ha subido un 15 por ciento. Además, los avances globales en IA, como el nuevo modelo de Deepseek, han desatado un rally en empresas de soft tech, contribuyendo a un aumento del 20 por ciento en el índice MSCI China.
¿Qué ha desencadenado esta corrección en acciones de EU? Más allá de las valuaciones elevadas, la incertidumbre sobre los cambios políticos en Estados Unidos ha dejado al mercado tambaleándose ante los posibles impactos económicos.
Aunque es prematuro hablar de recesión, los riesgos han aumentado desde sus niveles bajos a principios de año. Encuestas recientes revelan una caída en la confianza del consumidor y de las empresas, reflejando la incertidumbre política. Mientras se esperan más noticias sobre aranceles, temas fiscales e inmigración, la economía de EU entra en un modo de “esperar y ver”, lo que podría frenar el gasto y la inversión, provocando una desaceleración económica. Al mismo tiempo, los mercados anticipan presiones inflacionarias a corto plazo debido a los aranceles, aumentando el riesgo de estanflación.
En medio de esta creciente incertidumbre, la Reserva Federal enfrenta un desafío crucial: decidir qué lado de su mandato, el mercado laboral o la inflación, inclinará más la balanza. Tras recortar las tasas en 100 puntos base a un rango de 4.25%-4.5% en 2024, la Fed ha optado por una pausa y parece que mantendrá este enfoque paciente hasta que haya más claridad sobre los cambios de política.
En su última reunión de marzo, la Fed nos dio más pistas al cambiar considerablemente su tono. Insinuaron que ahora están más preocupados por el crecimiento lento que por las presiones de precios. El crecimiento se redujo de 2.1% a 1.7% para este año. La previsión de desempleo subió ligeramente, mientras que las previsiones de inflación core PCE aumentaron 0.3% a 2.8% en 2025. Sin embargo, a largo plazo, las previsiones permanecen sin cambios, sugiriendo que la Fed ve los impactos de los aranceles como temporales. En su conferencia de prensa, el presidente Powell subrayó este punto y se mostró tranquilo por las expectativas de inflación a largo plazo bien ancladas.
El dot plot no cambió y la Fed todavía espera dos recortes este año, otros dos el próximo año y uno más en 2027. Sin embargo, el mercado ahora se siente más confiado de que el próximo movimiento de la Fed, si lo hay, sería un recorte. Este mensaje más dovish impulsó los mercados de acciones y bonos, pero los inversionistas aún se preguntan cuándo volverá la estabilidad.
Mirando hacia delante, los recortes de tasas de la Fed podrían apoyar a los mercados de acciones, siempre que ocurran para respaldar una economía en desaceleración y no en respuesta a una recesión. Por otro lado, obtener claridad sobre temas de política traerá alivio, pero aún no estamos fuera de peligro, y las valuaciones de empresas caras aún pueden corregir. La próxima fecha clave son los posibles anuncios del gobierno de Estados Unidos el 2 de abril, donde los mercados buscarán entender si los aranceles serán permanentes para generar ingresos fiscales o una táctica de negociación para otros fines, como concesiones en seguridad nacional o prácticas comerciales injustas. Aun después de los anuncios, la incertidumbre podría mantenerse alta.
En tiempos de turbulencia en los mercados, es útil recordar que la volatilidad es parte del juego. En los últimos 45 años, el S&P 500 ha visto correcciones promedio del 14%, pero ha cerrado en verde el 75% de las veces. Con una caída actual del 10%, aún estamos por debajo de esa media. Se vuelve aún más clave ahora adoptar una perspectiva a largo plazo, centrarse en fundamentos y buscar oportunidades. No hay que perder de vista que los fundamentos siguen sólidos, con el mercado esperando un aumento de utilidades del 10% este año para empresas del S&P 500 excluyendo a las “7 Magníficas”. La gestión activa puede descubrir empresas con valuaciones atractivas y características de calidad, esenciales en tiempos de incertidumbre económica. Los inversionistas también deberían refugiarse en bonos de alta calidad y diversificar internacionalmente, aprovechando la rotación hacia acciones globales en Europa y Japón.