Colaborador Invitado

Banxico, al rescate

En una reunión extraordinaria Banxico recortó la tasa de referencia por unanimidad en 50 puntos base y anunció diez medidas que ponen en marcha una política monetaria más acomodaticia para dar acceso y disposición de crédito a empresas y familias.

Por Alejandra Marcos, directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

Estamos frente a una crisis de dimensiones desconocidas, será una de las más severas de los últimos tiempos. No sólo afectará a México sino al mundo entero. La severidad de la contracción económica esperada en varios países ha sido de tales dimensiones, que los gobiernos y bancos centrales han actuado inmediatamente poniendo en marcha estímulos monetarios y fiscales extraordinarios.

En México el gobierno ha optado por poner en práctica medidas que apuntan a más de lo mismo. El presidente ha reiterado en varias ocasiones la continuidad de sus proyectos clave como la refinería Dos Bocas, el Tren Maya, el aeropuerto en la base militar y el apoyo a Pemex. Anunció de nueva cuenta el recorte de salarios a funcionarios y adelanta sus programas de apoyo social. De medidas fiscales extraordinarias para detener la dramática caída del empleo ni hablamos, ni tampoco de la disposición de financiamiento externo para mitigar el impacto en la economía.

Sin embargo, esta semana el Banco de México salió al rescate en una reunión extraordinaria recortando la tasa de referencia por unanimidad en 50 puntos base para llevarla al 6.00 por ciento; y anunció una serie de medidas para promover el funcionamiento ordenado de los mercados financieros y fortalecer el otorgamiento de crédito. De acuerdo con el organismo, el PIB del primer semestre pudiera contraerse 5.0 por ciento, y dadas las condiciones actuales decidió intervenir.

El recorte en las tasas era ampliamente esperado por los mercados. Tanto las tasas de corto plazo como las de largo ya habían reflejado esta baja. Vale la pena mencionar que en el comunicado emitido por la institución, deja calendarizada la reunión para el 14 mayo, donde dependiendo de las circunstancias de los mercados y del entorno internacional, pudiera recortar nuevamente la tasa de referencia para llevarla a 5.50 por ciento. Es una realidad que la trayectoria de las tasas será a la baja. En otros países latinoamericanos, las tasas en términos reales se encuentran muy cercanas a cero, o en terreno negativo; por lo que no es descartable ver esos niveles para las tasas mexicanas dentro de algún tiempo. Dada las expectativas de inflación, donde se estima que nuevamente estará en el objetivo o cerca de éste; y derivado de la laxitud de las políticas monetarias alrededor del mundo, Banco de México tiene un amplio margen de maniobra, por lo que pudiéramos ver recortes más agresivos hacia adelante.

Adicionalmente, Banxico anunció diez medidas que están contempladas dentro del marco de la ley que lo rige, y que ponen en marcha una política monetaria más acomodaticia para dar acceso y disposición de crédito a empresas y familias. Éstas implican una mayor intervención de Banxico en los mercados locales y garantías de liquidez en condiciones semejantes a las implementadas por la Reserva Federal hace unas semanas. Estas acciones están encaminadas a reducir la posibilidad de que las instituciones de crédito adopten un comportamiento procíclico. Es decir, que restrinjan el crédito en un momento de contracción económica, dado el incremento en los riesgos. Al mismo tiempo, buscan otorgar incentivos para que las instituciones financieras amplíen el acceso al crédito a la economía en el momento que más se necesita, particularmente a hogares, y pequeñas y medianas empresas. Dado que buena parte del financiamiento otorgado por Banco de México a la banca estará referenciado a la tasa de interés objetivo, se reforzará la transmisión de la política monetaria; y menores tasas hacia adelante, lo que implicará acceso a financiamiento con menor costo. Esto podría reforzar el impacto positivo en la economía de una política monetaria más acomodaticia. Con todas las medidas anunciadas, el organismo aprobó estímulos monetarios por 750 mil millones de pesos, que suman el 3.3 por ciento del PIB, lo que sin duda coadyuvará limitar el impacto negativo sobre el empleo y los ingresos de los mexicanos. No obstante lo anterior, estas acciones no suplen la imperiosa necesidad de poner en marcha estímulos fiscales.

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