Colaborador Invitado

La era Post-Covid19

Estamos frente a cambios en las estructuras de casi todas las industrias, el comercio y el comportamiento de los consumidores. El futuro nos alcanzó más rápido de lo que pensábamos, empujado por el Covid-19.

Por Alejandra Marcos, directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

En las últimas semanas algunos países desarrollados han abierto paulatinamente sus economías, luego que se ha logrado contener la epidemia. Si bien es cierto que en ninguna parte del mundo la actividad ha regresado al 100 por ciento, nos acercamos a la reapertura de la economía a nivel mundial. Y allá afuera, el mundo luce diferente al que conocíamos.

Estamos observando una restructura inminente en el orden económico a nivel mundial. En esta era del cambio, algunas organizaciones solamente han querido sobrevivir durante la epidemia, este ha sido único objetivo en el corto plazo. Otras en cambio, en medio del enorme banco de neblina por el que atraviesa el mundo, han estado pensando cómo pueden tomar ventaja y posicionarse dada la coyuntura actual. Los cambios generan oportunidades, y las organizaciones resilientes serán aquellas que logren sobrevivir y reinventarse. Los negocios han tenido que inventar nuevas formas de operar, aquellos que hayan podido absorber el choque e idear cuál es la mejor manera y más eficiente de salir avante, son los que muy probablemente sobrevivirán y podrán adaptarse a la nueva realidad. Pero no podemos dejar de preguntarnos ¿cómo será la nueva era, a qué llamaremos la nueva normalidad? La época de la humanidad antes del Covid-19, será cosa del pasado.

Es cierto que nadie sabe cuánto tiempo más durará la crisis epidémica, aunque hay un renovado optimismo, porque al parecer, hay vacunas que están siendo probadas con éxito, no sólo en Estados Unidos, sino en Europa y China, y se espera que para el primer trimestre del siguiente año estarán disponibles para la población. Sin embargo, con vacuna o sin ella, y sin una cura eficaz hay cambios que llegaron para quedarse. Uno de ellos es la desglobalización. Inclusive antes de la pandemia, la globalización estaba en dificultades derivado de la postura cada vez más restrictiva de ciertas economías. Para muestra un botón: la guerra comercial iniciada en Estados Unidos, y con todos los países relevantes con los que tenía comercio. El sistema de economía abierta que había dominado al mundo durante décadas, ha quedado atrás. Con la pandemia más del 90 por ciento de los países ha cerrado sus fronteras, el número de pasajeros y el comercio internacional han caído estrepitosamente. Tan sólo hay que ver los reportes de tráfico de pasajeros y producción automotriz del mes de abril con caídas superiores al 90 por ciento. Aunque con la reapertura económica del mundo, la actividad mejorará significativamente, no se espera un regreso al mundo que conocíamos, sin restricciones a la movilidad, sin preocupaciones sanitarias y un comercio sin fronteras. Por ello, las economías, organizaciones y personas habrán de privilegiar lo local.

En contraste, el crecimiento de la economía a distancia, en aquellas actividades donde no intervenga el contacto social tales como el comercio en línea, la telemedicina, y la automatización serán algunos de los grandes cambios. La crisis del Covid-19 será un punto de quiebre, marcará un antes y un después. Aquellas empresas que apostaron por la era digital, han venido ganado terreno de manera considerable. Las empresas que invirtieron en años anteriores en tecnologías de la información, sistemas, comercio en línea y banca digital son las que llevan la delantera, ya que la migración hacia el mundo virtual se acelerará.

La manera de hacer negocios también será diferente, ya no hay justificación para los viajes de negocios, donde se ha probado la eficiencia de las reuniones virtuales y la eficacia de la toma de decisiones ante un mundo que cambia por minutos. El home office ha comprobado aumentar la productividad en cerca del 30 por ciento, y se ha demostrado que muchas labores se pueden hacer remotamente, que de continuar, abatirán costos para la organización y el empleado.

Estamos frente a cambios en las estructuras de casi todas las industrias, el comercio y el comportamiento de los consumidores. El futuro nos alcanzó más rápido de lo que pensábamos, empujado por el Covid-19.

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