Colaborador Invitado

Latinoamérica, en la mente de los empresarios mexicanos

Las inversiones que llevan a cabo las empresas mexicanas en la zona tienen el objetivo de alcanzar posiciones estratégicas a largo plazo, y que sirvan de complemento a su crecimiento.

Por José Ignacio El-Mir Arnedo, socio en PwC Deals

Los países de la región continúan ganando atractivo para los grandes jugadores mexicanos, ávidos de buenas oportunidades y condiciones que les permitan una franca expansión.

Dentro de los diez países favoritos como destinos para invertir de las empresas mexicanas están Brasil (20 por ciento), Colombia (20 por ciento), Chile (13 por ciento), Costa Rica (6 por ciento) y Guatemala (6 por ciento). Así lo expresaron los CEO de México, en nuestra más reciente CEO Survey, edición México. Todo basado en un buen sentido común: son mercados abiertos a competir, con oportunidades, y una positiva apreciación sobre su seguridad jurídica y entorno que permiten pensar en inversiones a largo plazo.

Brasil, sigue siendo una de las economías con mayor actividad en la región; ha llegado a mostrar más de 700 transacciones exitosas en fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) en el año, con un impulso tremendo en emisiones de capital (IPOs, por sus siglas en inglés). México, siendo la segunda economía más relevante, completa entre 150 y 200 transacciones dependiendo de los momentos más atractivos. Chile, a pesar del ruido derivado por cierta incertidumbre social, no pierde atractivo y continúa siendo una de las economías punteras de Latinoamérica. Finalmente, Colombia y Perú, han sido activos en un pasado reciente en licitar grandes proyectos de infraestructura.

Para Estados Unidos, en la última edición de la CEO Survey 2020, México se encuentra en el lugar octavo en atractivo de inversión, mostrando un porcentaje del 8 por ciento, debajo de Brasil y a la par de Canadá. A nivel global, nuestro país ocupa el lugar número 14.

Las inversiones que llevan a cabo las empresas mexicanas en la zona tienen el objetivo de alcanzar posiciones estratégicas a largo plazo, y que sirvan de complemento a su crecimiento. Una de las operaciones más relevantes en este sentido fue por ejemplo la adquisición de los activos de Telefónica en varios países de Centroamérica. Recientemente surge la posibilidad, según publicaciones, sobre otros activos de la española en el continente.

Hay grandes grupos icónicos que están invirtiendo en sectores como el productivo, servicios, infraestructura y energía. Y es que, en el caso de la industria en México, esta aparece menos en el primer plano de M&A por la reorientación de prioridades desde reguladores y administración.

Este tipo de transacciones las llevan a cabo aquellos con suficiente músculo para competir. Así que de forma marginal podríamos ver empresas medianas lanzarse a la aventura en niveles internacionales —y México, por el tamaño poblacional, ofrece importantes oportunidades de crecimiento para este tipo de empresas—. Para poder alcanzar este nivel de expansión se requiere de una estructura fuerte, así como un modelo probado y con suficiente margen, que permita primero, optar ser comprador y segundo, competir con otros international bidders.

Con todo, los jugadores mexicanos no tienen el camino despejado, porque el tablero global en el que juegan es muy competitivo, lleno de figuras internacionales que buscan proyectos de interés y a buen precio en la región. Así que el gran valor local es la capacidad para encontrar buenas oportunidades y cerrar acuerdos de manera rápida.

¿Sobre si el actual contexto sanitario pudiera detonar algunas transacciones relevantes en la región? No parece ser la idea, sino en todo caso, supone un freno en la actualidad para la actividad. ¿Cubrir el hueco actual en la producción o relación entre Estados Unidos y China? Puede que no, las empresas requerirían un alto nivel de dinamismo y una tremenda capacidad instalada para cubrir el agujero que haya, temporalmente.

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