Colaborador Invitado

Seguridad y salud en el centro del futuro del trabajo

Rodrigo Mogrovejo indica que ante las consecuencias que derivan de los accidentes y enfermedades laborales, la OIT recomienda anticiparse a los principales riesgos para la seguridad y la salud e incluir más disciplinas en la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo.

Rodrigo Mogrovejo, especialista en seguridad y salud en el trabajo, Oficina de País de la OIT para México y Cuba

El 28 de abril de cada año, el día mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) centra la atención internacional en la necesidad de evitar muertes, lesiones y enfermedades por causa del trabajo. Hoy trabajamos en todas partes y en cualquier momento nos enfrentamos a nuevas condiciones laborales y a nuevas formas de trabajo, pero ningún trabajo debería arrebatarnos nuestra seguridad, nuestra salud, nuestro bienestar o nuestra vida.

Lamentablemente, 7,500 personas mueren cada día en el mundo debido a medio-ambientes de trabajo inseguros e insalubres. De estas muertes, la mayoría, unas 6,500, son por causa de enfermedades relacionadas con el trabajo. Estas enfermedades no son más que una muestra del trágico panorama que se presenta ante nosotros. Además, en el mundo, cada día más de un millón de personas se lesionan en algún trabajo y ello tiene un fuerte impacto en los trabajadores y en sus familias, tanto económica, física y emocionalmente; pero también en las empresas y en la productividad en todos sus niveles.

El aumento de los accidentes laborales, las enfermedades profesionales y el impacto de grandes catástrofes ocurridas en lugares de trabajo, como Seveso (Italia 1976), Bhopal (India 1984), Chernóbil (Ucrania 1986), el rescate de La Mina de San José (Chile 2010), el colapso de Rana Plaza (Bangladesh 2013) y la ruptura de la Presa Valle (Brasil 2019), provocaron y provocan el llamamiento a desarrollar una cultura de prevención.

Durante los últimos 100 años, la OIT ha trabajado con los gobiernos, los empleadores y los trabajadores para ayudar a hacer del entorno de trabajo un lugar más seguro y saludable para las personas de todo el mundo. Desde 1919, fecha de su creación, la OIT ha adoptado más de 40 convenios sobre seguridad y salud en el trabajo, por ejemplo el último, el Convenio No. 187 de 2006 sobre su marco promocional. Es urgente unir esfuerzos a nivel global ratificando los convenios de la que proporcionan normas mínimas dirigidas a proteger a los trabajadores de riesgos físicos, biológicos, químicos, ergonómicos y psicosociales.

Las tendencias que están transformando el mundo del trabajo y la organización de la producción: la tecnología, la demografía en evolución constante, la globalización y la necesidad de un desarrollo sostenible, conllevan grandes desafíos pero también oportunidades para la protección de nuestra salud y bienestar. Estas tendencias traen consigo adelantos para la seguridad y la salud, aunque otras crean riesgos serios e incluso nuevas enfermedades profesionales. ¿Qué podemos hacer? La OIT en su reporte por el día internacional de la SST, centrado en el futuro del trabajo, recomienda anticiparse a los principales riesgos emergentes para la seguridad y la salud, incluir más disciplinas en la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo, y adquirir nuevas competencias. Por tanto se debe dirigir la mirada más allá del lugar del trabajo, abarcar estrategias de prevención sobre salud pública más amplias, ratificar y aplicar las normas internacionales del trabajo de la OIT atinentes a la materia. Estos son grandes pilares en tiempos de grandes cambios.

En enero de 2019, al inicio de las celebraciones del Centenario de la OIT, la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo recomendó el establecimiento de una garantía laboral universal, que incluye los derechos fundamentales de los trabajadores, un "salario vital adecuado", límites máximos respecto a las horas de trabajo y la garantía de unos lugares de trabajo seguros y saludables. La Comisión también instó al reconocimiento de la seguridad y salud en el trabajo como principio y derecho fundamental del trabajo.

Más que nunca, mientras el mundo del trabajo se transforma, los gobiernos, los trabajadores y los empleadores deben promover el diálogo social, juntos deben aprovechar estas oportunidades para actuar con el fin de crear un presente y un futuro seguro y saludable para todos.

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