Cuarta Transformación

La madre de todas las batallas

En la Ley Federal del Trabajo (LFT) que discutirán los senadores y diputados las próximas semanas hay por lo menos ocho opciones.

¿Qué Ley Federal del Trabajo (LFT) negociarán los legisladores en las próximas semanas? ¿Qué engendro serán capaces de aprobar en medio de tan encontrados intereses? ¿Será sólo un pretexto para la transferencia de poder del control sindical?

Hay por lo menos ocho opciones: la que tiene Arturo Alcalde bajo la manga, la que quiere Napoléon Gómez Urrutia, la que añoran la CROC y la CTM, la de Coparmex, la de los sindicatos independientes, la que obliga el T-MEC y quieren la AFL-CIO y sindicalistas canadienses? ¿Cuál necesita el país para caminar como la 15 economía global?

De una cosa estamos seguros: nadie va a salirse con la suya y a nadie va a dar gusto la ley que se apruebe finalmente. Lo importante es que en este período ordinario que inició el viernes, diputados y senadores saquen la LFT que promueva la inversión y el empleo, defienda los derechos de los trabajadores y proyecte a México como un país que vea al futuro.

En el Congreso existen 29 iniciativas para reformar la LFT (11 en el Senado y 18 en Diputados) y se prevé un choque de trenes de tres grupos hasta ahora bien identificados: CROC-CTM-CTC y federaciones regionales de sindicatos; la Coparmex-Canacintra-cámaras industriales regionales; y las agrupaciones sindicales independientes como STUNAM, FAT, UNT y demás vinculados a Arturo Alcalde.

La 'Ley Madre', mejor conocida como la 'Ley Alcalde', la elaboró Morena bajo los términos de este abogado que es el papá de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, y se envió al Congreso el 3 de enero: será la guía de discusión, así como la del PRI del 23 de enero y cuya paternidad, se presume, es de Carlos Aceves del Olmo, el líder de la CTM.

Los temas donde habrá choque de trenes son cinco:

1. Revisiones contractuales y salariales, donde se enfrentarán Coparmex y empresarios contra las centrales sindicales (CTM, CROC, CTC, CT); los sindicatos independientes y el gobierno.

2. La nueva LFT, donde habrá diferencias entre los partidos políticos de oposición, la academia y algunos actores que los empresarios puedan involucrar para tratar de hacer contrapeso.

De la Ley Federal del Trabajo los puntos en controversia son:

A. Las reglas de la vida sindical: los estatutos de los sindicatos deberán cambiar para adecuarse a los nuevos lineamientos que estarán en la ley.

B. El procedimiento nuevo para los estallamientos a huelga y las demandas de titularidad de los contratos colectivos.

C. La existencia previa de la constancia de mayoría (derivada del recuento previo) para determinar que el sindicato que quiere la administración del contrato colectivo tiene a la mayoría de la gente de la empresa de su lado. Esta constancia de mayoría se obtiene con una votación libre y secreta de los trabajadores, procedimiento que desestabilizará a las empresas pues implicará un proceso de enfrentamiento interno peligroso y costoso que alertará a los trabajadores y politizará las relaciones internas con la empresa.

D. Otro punto a considerar es la transición de las juntas de conciliación al Poder Judicial, ya que el costo es altísimo y de ello dependerá su implementación.

E. Otro tema importante es la política de revisiones salariales. Ya se tiene un antecedente en lo ocurrido hace unos días en la frontera, los paros ilegales en Matamoros y la huelga de la UAM.

El problema de las revisiones salariales no es menor. Precisamente con la fijación de los mínimos se está jugando la viabilidad de las empresas y la estabilidad del empleo.

Por una parte, están los incrementos a los salarios mínimos en la frontera norte (20 por ciento y bono anual de 32 mil pesos) que afectan directamente a la industria maquiladora, la cual no va a poder enfrentar la situación económica que ese aumento produce, pues no olvidemos que su competencia es China y otros países del sudeste asiático donde los salarios son muy bajos.

El incremento salarial en la frontera ha ocasionado una serie de huelgas y disminuciones productivas, poniendo en peligro actuales y futuras inversiones para esa industria, así como la estabilidad laboral de aproximadamente 42 mil trabajadores y aunque autoridades laborales, incluyendo la Secretaría del Trabajo, han tratado de mitigar este evento, las empresas se cuestionan sobre la validez de mantenerse en esa zona como inversión.

Pero las repercusiones del mínimo van más allá: muchos sindicatos han leído la gesta de Matamoros como el detonante de una lucha largamente postergada: la de recuperar el poder adquisitivo del salario, por lo que parece ser que esto apenas empieza, lo que aunado a los cambios que vienen, augura un clima laboral conflictivo y que no promoverá inversiones.

La Corte sumisa

CONSTE QUE SOBRE AVISO no hubo engaño. A juzgar por los hechos, el Poder Judicial en la era de Arturo Zaldívar va a operar plegado a los designios del presidente Andrés Manuel López Obrador, así que prepárese para lo que venga. Tres hechos como botón de muestra a lo que tanto fue advertido por propios y extraños que pidieron evitar que el tabasqueño y sus huestes metieran la mano en el proceso de sucesión de Luis María Aguilar. Aquí mismo, en este espacio, se alertó. La propuesta de AMLO para que Juan Luis González Alcántara Carrancá, su incondicional, sustituyera en noviembre pasado al ministro José Ramón Cossío; la operación, en diciembre, de su Consejero Jurídico, Julio Scherer, para 'convencer' a los integrantes del Pleno que Zaldívar era la mejor opción para presidirlo y minar la llegada del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena que era, con mucho, la alternativa realmente autónoma del Ejecutivo; y la reciente propuesta de Yasmín Esquivel, esposa del asesor estrella de la cuarta transformación, José María Rióboo, como candidata a sustituir este mes a la ministra Margarita Luna Ramos. Con ese férreo control que López Obrador está ejerciendo en la Corte, y que queda por sentado cuando admitió la injerencia de su gobierno para evitar que procediera al proyecto del ministro Eduardo Medina Mora en el caso de los exaccionistas de Grupo Modelo, ya no fue necesario que desapareciera a la actual SCJN para dar paso a su Tribunal Constitucional. Tienen a la Corte en el bolsillo.

COLUMNAS ANTERIORES

Pedro Haces, un dirigente tripolar suelto
La estafa de PEP

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.