EN SEPTIEMBRE SE publicará la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de Bachoco, acto previo con el que la empresa de la familia Bours se uniría a una ya larga lista de empresas que abandonan el mercado bursátil.
El mercado se está acabando. El valor en dólares de las compañías mexicanas está casi 50 por ciento por debajo de lo que valían hace 20 años, lo que está llevando a sus accionistas a deslistarse.
La productora de huevos y carne de pollo que capitanea Francisco Javier Robinson Bours está en esa ruta, lo mismo que Aeroméxico, dirigida por Andrés Conesa, que igualmente ya anunció esa decisión.
Antes lo hicieron Elementia y Fortaleza de Carlos Slim y Antonio del Valle, IEnova que preside Carlos Ruiz Sacristán, Biopappel de Miguel Rincón, Lala de Eduardo Tricio, Grupo Pochteca que comanda Armando Santacruz, Maxcom de Enrique Castillo Sánchez Mejorada y General de Seguros que dirige Fernando Álvarez.
Un enigma son ICA que capitanea Guadalupe Phillips, AHMSA de Alonso Ancira Elizondo, Crédito Real de Ángel Romanos Berrondo, Posadas que preside José Carlos Azcárraga, Santander que lleva Héctor Grisi e incluso Banamex que lidera Manuel Romo, una vez que se venda.
Los capitanes de empresas están viendo caer dramáticamente el valor de sus negocios. Las acciones ya no representan lo que creen y por eso analizan su desliste de la bolsa que preside Marcos Martínez.
En el mercado se habla de hasta 15 emisoras que quisieran irse, pero por implicar un tema de información privilegiada y revelación de información, los nombres se manejan con sigilo.
Lo que sí se tiene confirmado es que los bancos de inversión y las casas de bolsa extranjeras que operan en México ya detectaron en esa necesidad un gran filón de negocios.
Instituciones como Bank of America Merrill-Lynch, Citi, Goldman Sachs, JPMorgan, Credit Suisse, Morgan Stanley, Barclays, UBS, entre otras, traen la consigna de hacer ver a los dueños que su negocio ya no vale lo que creían que valía.
Están haciendo una fuerte labor de convencimiento que como empresa multinacional que son algunas de ellas se vayan a cotizar a Estados Unidos. Los múltiplos ya no valen lo que se pensaba, y al caer el valor, el financiamiento para expandirse se complica.
La banca de inversión extranjera está viendo cómo prestarles a los corporativos mexicanos, porque para deslistarse primero requieren dinero para recomprar en el mercado sus acciones.
Y ya con esa utilidad que la banca y casas de bolsa extranjeras les generen en la Bolsa de Nueva York, que es un mercado más profundo y de mayor liquidez, las emisoras mexicanas se repondrían y pagarían los créditos.
Desafortunadamente no hay condiciones para que los múltiplos de las empresas suban, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no facilita nada y la BMV tampoco hace mayor labor de promoción.
La intención en el gremio de reformar la Ley del Mercado de Valores e introducir un mecanismo similar a la Regla 144-A de Estados Unidos para facilitar la inscripción de nuevas emisoras, recuerda el fallido intento en la década de los 90s de promover un mercado intermedio.
El mercado intermedio para pequeñas y medianas empresas terminó fracasando. Algunas compañías entraron, como Alsea, de Alberto y Cosme Torrado, pero el objetivo era que las casas de bolsa las colocaran. El problema fue la falta de liquidez.
Lo que es un hecho la tormenta perfecta para que las empresas mexicanas inicien un mayor éxodo.
LA VENTA DE Banamex podría cerrarse tan pronto como este trimestre. Por lo pronto esta semana es muy probable que el equipo de Paco Ybarra, quien lleva la batuta del proceso desde Nueva York, dé a conocer quiénes pasaron a la siguiente fase. El responsable global de la división de Institutional Clientes Group de Citi ya tiene ofertas vinculantes. Se mantienen en la puja Banorte que preside Carlos Hank González, Santander de Ana Botín y un grupo de inversionistas mexicanos encabezados por Germán Larrea, en el que no se descarta pueda ir arriba también Carlos Slim. Sin duda este consorcio es el que más posibilidades tiene de ganar. El propio Andrés Manuel López Obrador lo está impulsando. A Citigroup, que preside Jane Fraser, le urge concretar la operación por la pérdida de valor que está teniendo el negocio.
LE DECÍA QUE tras de que el juez 52 de lo Civil de la CdMx, Helio Victoria Guzmán, ordenara la semana pasada la disolución de Crédito Real, el liquidador que designó, Fernando Alonso de Florida, se apresta a negociar con la banca comercial acreedora. Para la sofom es fundamental el respaldo que pueda tener de Nacional Financiera y Banorte. Al primero, que dirige Luis Antonio Ramírez, adeuda alrededor de 2 mil 400 millones de pesos, y al segundo, que dirige Marcos Ramírez, casi 2 mil millones. Ninguno hasta ahora ha emprendido acciones legales, como sí es el caso de Santander que comanda Héctor Grisi y muy posiblemente BBVA que maneja Eduardo Osuna, a quienes debe alrdedor de 400 y 700 millones de pesos, respectivamente. Los que tampoco descartan demandas contra Ángel Romanos son sus tíos, Eduardo y José Luis Berrondo.
OTRA SOCIEDAD FINANCIERA que sigue una estrategia similar a Crédito Real es Progresemos, del desaparecido Rafael Moreno Valle. El 29 de junio su apoderado legal solicitó la quiebra y liquidación y dos días después se desistió. Fue una maniobra para evitar que el juez la liquidara y tomar el control de la situación. La intención es obligar a los acreedores a llegar a un convenio de reestructura. En año y medio se agotaron los plazos concursales. Aquí se disputan unos 4 mil millones de pesos. Los acreedores de la empresa que dirige Roberto Flores son la Corporación Financiera Internacional, Blue Orchant, World Business Capital, Scotiabank, Banco del Bienestar, Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario y ABC Capital. El liquidador es Gerardo Badín.
NO, INVEX NO demandó a los magistrados del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, los que condenaron al banco que comanda Juan Guichard a resarcirle a Banobras casi cien millones de dólares. Lo que Invex hizo fue presentar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación un recurso, una especie de apelación, que tomó la Primera Sala y que analizará la ministra Norma Piña. Nada más. Como le informé, para los magistrados Víctor Francisco Mota Cienfuegos, Paula María García Villegas Sánchez Cordero y Sofía Verónica Ávalos Díaz, el fiduciario de Invex incurrió en responsabilidades. Entre los accionistas principales, además de Guichard, están los dueños de la cadena de tiendas Liverpool, Max David Michel y Graciano Guichard Michel.