La Cuarta Transformación

El pleito de Andrés Manuel y Larrea

El tabasqueño cree que el empresario boicotea el Canal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec porque no le entregó 100 kilómetros de vía.

“ENCUÉNTRENLE A LARREA” todo lo que puedan, fue la instrucción que dio hace unos días Andrés Manuel López Obrador a sus dos alfiles del SAT, Raquel Buenrostro y Antonio Martínez Dagnino.

La orden llegó con la presentación del plan “Desarrollo del Sur-Sureste”, donde el megaproyecto insignia de López Obrador, el Canal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), es la columna.

El pleito con el segundo hombre más rico del país, Germán Larrea, llegó a un punto de no retorno. El tabasqueño estalló. Cree que el empresario boicotea el CIIT porque no le entregó 100 kilómetros de vía.

El conflicto aquí se lo hemos platicado: el almirante secretario de la Marina, José Rafael Ojeda Durán, ha hecho creer al Presidente que la única manera de acelerar el CIIT es revirtiéndole a Larrea la concesión de su tren.

Es la ruta que une Medias Aguas con Coatzacoalcos, Veracruz, y que conecta con otra vía que sí controla el gobierno federal, que llega hasta Salina Cruz, Oaxaca, y se extiende hasta la refinería de Dos Bocas.

López Obrador no aceptó el modelo reconocido internacional en la industria ferroviaria: intercambiarse derechos de paso; tampoco el ofrecimiento de Larrea de construirle una vía paralela.

A su vez el Presidente le ofreció a Larrea compensarle la ruta Medias Aguas-Coatzacoalcos con una terminal de contenedores en el puerto de Manzanillo, es decir: con la reserva aún no explotada ahí.

Pero como el dueño del Grupo México la rechazó, López Obrador montó en cólera y ahora quiere quitarle a la brava la concesión, al tiempo que le dejó caer una batería de cambios a las leyes minera y de aguas.

La apuración por sacar en fast-track la Ley Minera que reduce los tiempos de las concesiones, restringe el uso de agua y le da al Estado el monopolio de la exploración, tenía un único destinatario: Larrea.

El enojo del Presidente todavía fue mayor porque con todo y el golpe a la minería y los intentos de expropiación de Ferrosur, no pudo tirarle la compra de Banamex, la cual ya llegó a su final.

Larrea tampoco se ha dejado. Queda para el anecdotario una petición que AMLO le hizo en casa del desaparecido Alberto Baillères a finales de 2018, siendo ya Presidente electo: “Reúnete con Napoleón”.

También ignoró a Alfonso Romo, quien le pidió en otro momento posterior encontrarse con el líder del sindicato minero, a quien persiguió e hizo exiliarse dos sexenios en Canadá.

SI BIEN NO pudo, por más que quiso, echar abajo la compra de Banamex, porque se trató de una operación entre particulares y porque Germán Larrea se blindó políticamente en Estados Unidos, lo que sí logró el presidente Andrés Manuel López Obrador fue vetar a Pedro Aspe como nuevo presidente del Consejo de Administración, pero sobre todo a Javier Arrigunaga, como nuevo director general del banco. Los dos, Aspe y Arrigunaga, lideraron el equipo de asesores de Larrea en el año cinco meses que duró el proceso de análisis que culminó en la compra por alrededor de 7 mil 200 millones de dólares del 80 por ciento de las acciones del Banco Nacional de México. Aspe y Arrigunaga son las antípodas de López Obrador y el movimiento de la 4T. El primero es el hacedor de la clase política neoliberal mexicana, responsable, según AMLO, de todas las penurias del país. Y Arrigunaga, miembro de esa clase, fue el director del Fobaproa, instrumento con el que se rescataron los bancos el siglo pasado y que el Presidente ha usado de bandera política desde el año 2000.

EL DIPUTADO PANISTA y precandidato a la presidencia por el PAN y la Alianza va Por México, Santiago Creel Miranda, se está exponiendo a que le caiga todo el poder del Estado. Ooooootro más. Sus videos y declaraciones estridentes contra Andrés Manuel López Obrador ya hicieron que éste, como en el caso de Germán Larrea que le referíamos líneas arriba, ordenara a la Procuraduría Fiscal que comanda Arturo Medina, le inicie una querella a él y a su hijo Santiago Creel Garza Ríos por su presunta vinculación a empresas factureras vía el bufete Creel Rodríguez y Abogados. Para el exsecretario de Gobernación no es nuevo este amedrentamiento, pero parece que ahora el inquilino de Palacio Nacional va en serio. Pablo Gómez, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, ya ha hecho requerimientos de las cuentas bancarias de Creel y su hijo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que preside Jesús de la Fuente, para revisar sus movimientos.

EL ENCUENTRO FUE el mes pasado. En una muy concurrida recepción social en la exclusiva Hacienda San José del Valle de Guadalajara. En la misma mesa el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Francisco Soberón. El primero, secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y el segundo secretario de la Marina en el sexenio de Felipe Calderón. Hacía tiempo que no se les veía juntos públicamente. Cuando Cienfuegos fue detenido el 15 de octubre de 2020 por la DEA a su llegada a Los Ángeles, California, Soberón fue quien intercedió ante el general Luis Cresencio Sandoval y quien sensibilizó a los altos mandos castrenses para que presionaran a Andrés Manuel López Obrador y lo liberaran. El Presidente se lo pidió al entonces presidente Donald Trump y Cienfuegos pudo regresar a México. En abril se les volvió a ver juntos, en tierras ni más ni menos que del Cartel Jalisco Nueva Generación. Eso sí, con una seguridad impresionante.

BASTARON 18 MESES de gobierno para que Alfonso Durazo se sacudiera a su Fiscal General de Justicia que heredó a su llegada al gobierno de Sonora. Claudia Indira Contreras le estorbaba al ex secretario particular del expresidente Vicente Fox y la “invitó” a renunciar esta semana. Ana Luisa Chávez Haro es el nombre que más suena para tomar el cargo. Se trata de la directora general de la Defensoría Pública del gobierno del estado. Por lo que se ve, Durazo está preparando una estructura alterna de gobierno: nombró a José Martín Velez nuevo jefe de su Oficina y a Adolfo Salazar nuevo secretario de Gobierno, y ahora viene el nombramiento de un nuevo fiscal del estado.

MARIO DELGADO TIENE los días contados. El presidente Andrés Manuel López Obrador ya alista el relevo en la presidencia de Morena porque Delgado no garantiza un proceso de selección del candidato presidencial ordenado y terso, sino todo lo contrario. Las tres corcholatas, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, están a un tris de colisionar entre sí ante la ausencia de un liderazgo que tenga la capacidad no solo de arbitrear la contienda entre ellos, sino que sea capaz de operar las elecciones de 2024 y mantener la interlocución con la oposición. Dicen los que saben que el inquilino de Palacio Nacional va traer de regreso a uno de su mayor confianza.

EN LA CARRERA de la sucesión presidencial, la profesora Elba Esther Gordillo ya tiene candidato. La exlíder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en los sexenios de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón va a respaldar a Marcelo Ebrard. La profesora ha dispuesto a sus huestes en el gremio y la estructura de la plataforma Redes Sociales Progresistas que maneja su yerno, Fernando González, para apoyar a Ebrard Casaubón en su lucha por lograr la candidatura de Morena. Gordillo y el canciller se conocen desde 1988, cuando aquél empezó su carrera política al lado de Manuel Camacho.

EL QUE FUERA candidato independiente al gobierno de San Luis Potosí en las últimas elecciones, José Arturo Segoviano García, y que no logró ni la décima parte de un punto porcentual en las votaciones, ya enfrenta varios procesos penales por fraude. Empresarios de esa entidad se quejan que les pidió dinero con el argumento de vender reconocimientos de validez oficial de estudios para establecer la Universidad de Nuevo México en la capital del estado, sin contar con ellos. Por otro lado varios alumnos de Mazatlán ya lo demandaron por fraude, tras cobrarles por estudiar con él sin contar con los reconocimientos que los acrediten.

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