La Fiscalía General de la República, por considerarlo procedente conforme a Derecho, negó a Coca-Cola el acceso a las carpetas de investigación en la denuncia en su contra por supuesta piratería.
Es la demanda que aquí reseñamos días atrás que promovió el emprendedor mexicano José Antonio del Valle. Por tal situación la multinacional perdió los juicios de amparo para acceder a ellas.
Juan Francisco Martorelli, representante legal de Coca-Cola, y Luiz Henrique de Almeida Resende, vicepresidente de Finanzas han promovidos sendos amparos ante juzgados.
Pero curiosamente en el Tercero y Quinto de Distrito en Materia Penal de Nuevo León, a pesar de que las oficinas de ambos directivos está en la CDMX y que los actos reclamados se generaron aquí.
Nunca se ha dicho que Gaba, el aminoácido, sea propiedad de Del Valle; lo que sí existe es el concepto innovador de la marca Go Gaba que utiliza la sustancia en una mezcla única de ingredientes.
Dicho concepto innovador está basado en un posicionamiento estratégico único del producto en el mercado, mismo que sí fue desarrollado por Del Valle.
A lo anterior Coca-Cola lo llamó "la oportunidad de negocio", misma que las huestes de Manuel Arroyo validaron y cuantificaron con sus propios medios.
El interés de la firma de Atlanta que preside James Quincey por el producto desarrollado por Del Valle también se basa en las diversas menciones y reconocimientos que ha obtenido Go Gaba.
Hablamos de Google, 'Alto potencial'; el Inadem, 'Emprendimiento de alto impacto'; y del Consejo México-Francia para el Emprendimiento y la Innovación, donde resultó ganador.
De acuerdo a estas calificaciones y sus propias evaluaciones, la embotelladora estadounidense firmó un acuerdo legalmente vinculante en 2017 con José Antonio del Valle.
En él se establecía a Coca-Cola una obligación de no competencia con bebidas cuyo concepto fuera igual o similar al de Go Gaba durante el periodo de exclusividad entre las partes.
En este convenio con una vigencia de hasta 30 meses, Coca-Cola también se comprometía a no desarrollar ninguna bebida que incluyera el aminoácido Gaba como ingrediente.
El convenio Coca-Cola lo firmó a nombre propio y por cuenta de sus partes relacionadas; el lanzamiento de Fanta Gaba en Japón fue una clara violación al contrato.
Y es que la parte que lo suscribe por Coca-Cola es Servicios Integrados de Administración y Alta Gerencia S. de R.L. de C.V., una subsidiaria de The Coca-Cola Company, al igual que Coca-Cola Japan.
Un estudio realizado por una reconocida firma internacional de abogados de Washington, ambas forman parte del mismo conglomerado de empresas de la transnacional norteamericana.
Fanta Gaba se lanzó al mercado japonés en mayo de 2018, posterior a la firma del acuerdo con Del Valle, y desapareció del mercado nipón como un producto 'agotado'.
Se esfumó poco tiempo después de que Del Valle les hiciera el señalamiento de los hechos; algunos distribuidores japoneses de la bebida ofrecían envíos internacionales del producto.
Todo lo anterior en contra de las obligaciones que adquirió Coca-Cola en dicho acuerdo con Go Gaba. El monto de 345 millones de dólares no es una solicitud caprichosa de Del Valle.
Es el resultado de un peritaje que permitió a las autoridades competentes hacer un dictamen sobre los perjuicios que habrían sido provocados por las acciones de Coca-Cola.
Es el valor de privarlo de obtener una ganancia lícita por su invención.
FARMACOS ESPECIALIZADOS SE defiende ante los embates de la 4T. Se trata de una empresa mexicana fundada hace más de 40 años, que ha trabajado ininterrumpidamente para la salud del país siempre con un espíritu ético y contribuyendo a la modernización de la industria de la distribución de medicamentos bajo los más altos estándares de innovación, calidad y servicio. Esa eficiencia no puede ser, ahora, castigada. Posee una infraestructura tecnológica propia de almacenamiento, transportación y logística de clase mundial certificada con cobertura nacional. Pero lo más importante es que la empresa de Antonio Pérez participa en igualdad de condiciones de competencia en el mercado abierto con absoluta equidad en procedimientos de licitación pública, invitaciones a cuando menos tres personas y adjudicaciones directas.
EL QUE SE sigue dando vuelo es el director de Aduanas, Ricardo Peralta. Al abogado le encanta charolear con el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Especialmente para posicionar el multimillonario proyecto de 14 mil millones de pesos que le contamos la semana pasada que está negociando con Seguritech, de Ariel Picker. Peralta quiere tirar a la basura los proyectos VIVA y PITA que implementó el sexenio pasado Kio, de María Asunción Aramburuzabala. El primero costó 7 mil millones de pesos y el segundo 9 mil. Su jefa, Margarita Ríos-Farjat, ya le mandó decir que si sabe contar no cuente con ella. La 4T no se va a gastar el dinero en eso.
EL SECRETARIO DE Comunicaciones y Transportes está cansado de su jefe, el presidente. Si pudiera se iría del gabinete ya. ¿Su sueño? Que Andrés Manuel López Obrador lo haga embajador en Francia. Javier Jiménez Espriú tiene un departamento en París. Su hartazgo está ligado a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Le ha dicho que sin la certificación de Mitre es técnicamente inviable que funcione una terminal en Santa Lucía. Y el NAIM fue la razón de que López Obrador, otra vez, lo reprendiera públicamente.
LA SECRETARIA DE Gobernación, en cambio, ni sufre ni se acongoja. Olga Sánchez Cordero no se desgasta con las grillas ni del canciller Marcelo Ebrard ni las del consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer. La exministra ya pasó a la historia como la primera mujer en sentarse en la silla de la principal oficina del gabinete. Se pasea por el país y hace relaciones públicas al más alto nivel, como sentarse en la mesa de honor de Carlos Slim con el cantante Andrea Bocelli. Y la notaría de su esposo, Eduardo García Villegas, cada día más fuerte.