Un tema recurrente al hablar de las finanzas estatales y municipales es el de la fuerte dependencia de los ingresos de las entidades federativas y de los municipios, de los ingresos de origen federal, no sólo por el hecho de que los dejaron en suspenso al firmar, a inicios de los años ochenta, el Convenio de Adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNFC), cuando era Secretario de Hacienda el maestro David Ibarra.
Esto significa que el esfuerzo fiscal, con el que se recaudan los recursos para el gasto de estados y municipios, viene principalmente del orden federal a través del SAT. Por lo que desde 2015, las participaciones son auditadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al tratarse de recursos de origen del gobierno federal. La mayoría de los estados históricamente dependen en casi un 90 por ciento de las participaciones federales, pero algunos, particularmente del norte del país y del Estado de México, están por encima, aunque sus ingresos propios en promedio no rebasan el 20 por ciento, y en el caso la Ciudad de México que ha llegado a recaudar la mitad de sus ingresos totales. No obstante, la colaboración administrativa en materia fiscal del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, para algunas entidades ha significado ingresos adicionales. Sin embargo, es claro que el esfuerzo no es parejo, hay estados y municipios que cumplen su tarea y otros no tanto.
Hace una semana estuve en Quintana Roo, durante la firma de los once municipios del estado para arrancar el programa de las auditorías Colmena, con el apoyo de la Secretaría de Finanzas y la presencia de la gobernadora de la entidad, Mara Lezama.
Me parece oportuno destacar el esfuerzo que están realizando esos municipios para aprovechar las potestades que tienen y que les permitirá ampliar su gasto público en obras de interés para la ciudadanía. Así, para este año, incrementaron 4.5 por ciento el impuesto final de bebidas alcohólicas en envase cerrado. Más relevantes fueron los incrementos al impuesto sobre hospedaje a una tasa del 5 por ciento y plataformas al 6 por ciento; asimismo, el impuesto sobre nóminas pasó del 3 al 4 por ciento. Los incrementos en otras, entidades como Nayarit, que aumentó su impuesto sobre las erogaciones para participar en juegos de sorteo con apuestas fue del 10 por ciento, mientras que el impuesto cedular,por el goce temporal de bienes inmuebles y la prestación de servicios profesionales pasó del 3 al 5 por ciento; en tanto, Jalisco incrementó el impuesto sobre nómina al 3 por ciento y Durango también tuvo incrementos importantes. Otros impuestos relevantes en recaudación, fueron los ambientales, los cuales buscan gravar los comportamientos nocivos del cambio climático. Es elemental, quien contamina, paga. El objetivo es desincentivar acciones que aceleren el cambio climático. Algunos estados están tomando medidas respecto a temas como la emisión de gases, depósito y almacenamiento de residuos tóxicos y la preservación y restauración ecológica, que por cierto, han tenido un gran éxito, principalmente en Zacatecas, Durango, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas y Yucatán, un buen avance, pero tendrán que continuar progresando.
Posdata
Ayer tuve la oportunidad de participar en el Congreso Nacional de Magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), que encabeza el joven y brillante Magistrado presidente, Guillermo Valls Esponda, en la ciudad Monterrey. Hoy estaré en el arranque de las auditorías Colmena, en esa misma ciudad, donde las autoridades municipales firmarán el compromiso para esta revisión con nuevas tecnologías, ampliando así el número de municipios auditados, en el evento estará presente el Gobernador de la entidad, Samuel García Sepúlveda.