Un tema sin fin, ni comprensión, es el que se presenta estacionalmente respecto a las relaciones entre los gobiernos de las entidades federativas y el gobierno federal, entre los municipios y los gobiernos estatales y aún más, las discusiones y conflictos entre las llamadas agencias municipales o agencias auxiliares, contra las autoridades municipales. El caso es que sólo tenemos tres órdenes de gobierno, al ser un país federal, pero los usos y costumbres empezaron en estados como Oaxaca y Puebla, a obligar a los municipios a compartir recursos con esas figuras que constitucionalmente no existen.
El problema se agrava cuando no hay, o los recursos extraordinarios no llegan. Afortunadamente en su momento, con la llegada de la Ley de Responsabilidad Hacendaria, surgen los fondos de estabilización, destacando para el pacto fiscal, el FEIEF, el Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas que ha permitido salvar las coyunturas financieras en tiempos de crisis, al compensar a las entidades federativas y por tanto a los municipios, de la reducción de las participaciones respecto a lo programado, tanto en 2009, como este año cuando a julio ya son 40 mil millones menos de las participaciones pagadas respecto a lo programado, por lo que el FEIEF ha tenido que pagar un poco más de 20 mil millones de pesos a las entidades federativas a junio, y las 31 entidades deberán pagar a su vez por lo menos 20 por ciento de lo que reciben a los ayuntamientos.
El asunto es claro, pero mediáticamente se dice que el gobierno 'recortó las participaciones', lo cual no es cierto ya que están vinculadas al comportamiento de la recaudación de los impuestos coordinados, y esto ha pasado muchas veces, además en la coordinación los estados tienen un comité de vigilancia que sesiona mensualmente y revisa la metodología de cálculo de las mismas, sin que nunca se haya detectado un error que implicase responsabilidades.
Además, es un asunto fiscalizado por la Auditoría Superior de la Federación, así como el pago de los estados a los municipios, donde sí se han encontrado irregularidades.
Es como la discusión del pacto fiscal, que ya he comentado en este espacio, se trata de un tema que tiene que ver no con los porcentajes de distribución del pastel participable, sino de facultades y responsabilidades, amén de que nuestro país es un mosaico de grandes diferencias entre los estados y las participaciones permiten reducir desigualdades entre los estados que forman la federación.
En enero, el FEIEF tenía 64 mil millones de pesos, sin embargo, la pérdida acumulada de participaciones hasta junio fue de 28 mil millones respecto de lo estimado. Por lo que, para compensar esa caída de la recaudación participable, se recurre al Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas.
En virtud de que las participaciones pagadas a junio fueron inferiores a 28 mil millones de pesos, 7 por ciento inferior a lo estimado, se acaban de pagar, con cargo al FEIEF, 20 mil millones de pesos, esto es 75 por ciento de la caída en las participaciones. Trimestralmente se hace el corte y si se mantiene la reducción, se paga 75 por ciento de la pérdida; si al terminar el año se mantiene la misma, se completa la compensación al cien por ciento. Hoy se planea que la compensación sea mensual.
El tamaño de la recesión inducida, por la pandemia, no podría compensarse SOLO con el FEIEF por lo que desde Hacienda se ha buscado con los estados un mecanismo para obtener 70 mil millones de pesos y quedaría una reserva mínima de 30 mil millones para 2021.
Un mecanismo usado con éxito y con menores recursos en 2009, fue la 'potenciación' del FEIEF, contratando un crédito con la banca de desarrollo, en el marco de la coordinación fiscal, avalado por todos los estados.