Dolores Padierna

A propósito del Segundo Informe

En el primer tramo del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha encabezado la construcción de los cimientos de una nueva realidad.

La autora es Diputada Federal

El claro mandato de las urnas en 2018 fue transformar de raíz la vida pública de nuestro país. En el primer tramo del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha encabezado la construcción de los cimientos de una nueva realidad. Esa tarea enorme ha estado marcada por el principio de la austeridad republicana. Sea en el Congreso o en el Poder Ejecutivo, el esfuerzo se ha encaminado a cambios de fondo que han puesto fin a los lujos y excesos que caracterizaron a gobiernos anteriores.

La crisis sanitaria ha obligado a profundizar los esfuerzos para tener un gobierno austero, pese a lo cual se mantienen en sus líneas generales los programas gubernamentales que hoy, y no es poca cosa, se traducen en que siete de cada 10 hogares reciben alguna transferencia directa.

Con la austeridad ha sido posible ahorrar 560 mil millones de pesos que ahora se dirigen a la atención de las necesidades de la gente.

La doble crisis derivada de la pandemia lo hará más difícil, pero no nos apartará del camino.

Saldremos de esta como hemos salido de otras adversidades.

Frente a la crisis sanitaria, la decisión fue, desde un principio, que las decisiones recayeran en los especialistas.

Gracias a ello saldremos de la pandemia con un mejor sistema de salud, sobre todo considerando el punto de partida, que ilustran datos como los 400 hospitales abandonados que encontramos y la falta de 200 mil profesionales de la salud.

Esta crisis, por lo demás, nos ha permitido celebrar la entrega de los trabajadores de la salud, con quienes estaremos siempre en deuda.

En este rubro no podemos dejar de mencionar que México participa en varias iniciativas internacionales para desarrollar una vacuna contra el Covid-19. En cuanto tales esfuerzos tengan resultados satisfactorios, la aplicación de la vacuna será gratuita y universal. De modo paralelo, debemos profundizar nuestros esfuerzos de promoción de una alimentación saludable, que enfrentan por desgracia los intereses de los grandes fabricantes de alimentos y bebidas chatarra.

Muchos esperaban y sugerían que, frente a la crisis, se respondiera con las antiguas recetas de rescatar a los de arriba porque, se decía, en algún momento habrá "goteo" hacia abajo.

Con una ruta propia, se decidió por la vía de programas sociales que llegan a la mayoría de las familias. Tales apoyos, además, son ahora derechos sociales consagrados en la Constitución, con la reforma al artículo cuarto.

La Cuarta Transformación se ha empeñado también en el combate a la corrupción, un terrible mal que inundaba prácticamente todas las áreas de la acción gubernamental, una peste que no ha sido posible erradicar del todo.

Sin embargo, hay resultados a la vista, pese a que los complicados caminos de la justicia causen impaciencia social y a las presiones que cada asunto relevante –Lozoya, Collado, García Luna, Robles y otros– ha generado.

Se trata, y esa meta no hay que perderla de vista, de que no exista impunidad y que el vergonzoso dispendio de otros días sea castigado.

Moralizar, purificar la vida pública, será uno de los legados fundamentales de este gobierno. Y esa tarea titánica se consumará mientras, en paralelo, se construyen las bases del bienestar para todas y todos.

En seguridad pública no existen fronteras partidistas. El compromiso ineludible de garantizar a todas las personas una vida libre de violencia está por encima de diferencias en la arena electoral. El presidente ha informado que la mayor parte de los delitos han disminuido un promedio de 30 por ciento, pero también reconocido que falta mucho por hacer. Nuestra confianza está puesta en un rápido proceso de consolidación de la Guardia Nacional como una instancia nacional con capacidad para dar respuesta a los retos que nos presenta la seguridad pública.

La Cuarta Transformación tiene una importante agenda para el desarrollo de obra pública. Se trata de proyectos en curso que crearán empleos y contribuirán al desarrollo sobre todo de zonas largamente olvidadas.

Este recuento necesariamente incompleto traza el horizonte de un país que se sobrepondrá a la crisis y que camina ahora una ruta propia donde el interés público está por encima de cualquier otro.

COLUMNAS ANTERIORES

Las encuestas y la fe opositora
Xóchitl: venta de garage con pregonera ultra

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.