Dolores Padierna

El empujón y el futuro

Es preciso que en el debate nacional esté claro que en el arranque de cualquier gobierno hay cautela de los inversionistas y los consumidores.

La autora es Diputada Federal

Frente a un panorama de incertidumbre, derivado de la confrontación entre gigantes (Estados Unidos-China) y otros conflictos geopolíticos, la Secretaría de Hacienda anunció recientemente una serie de medidas para fortalecer la economía del país.

El punto de partida es una recesión mundial que, se avizora, impactará de manera seria a América Latina y, por lo tanto, a México, donde diversos organismos siguen revisando a la baja la expectativa de crecimiento.

El conjunto de acciones anunciadas implican la asignación de 485 mil millones de pesos para la creación de infraestructura, el impulso a la inversión física y el consumo privado, así como el adelanto de licitaciones del ejercicio fiscal 2020.

Vale la pena una revisión a vuelo de pájaro de los rubros a los que serán destinados los recursos mencionados.

Sin impacto presupuestal, serán destinados 50 mil millones de pesos a la construcción de infraestructura. Con inversionistas privados se trabajará en proyectos en los sectores carretero, hidráulico, de transporte y desarrollo urbano. Igualmente, se harán inversiones en telecomunicaciones y en el manejo de residuos sólidos. Entre estos proyectos destacan, por su monto, el de manejo de residuos en Nuevo León y el de transporte en Ciudad Juárez.

Ciento 30 mil empresas pequeñas y medianas serán sujeto de créditos y garantías por un monto superior a los 130 mil millones de pesos, en tanto que el proyecto de Cadenas Productivas de NAFIN respaldará a 16 mil nuevas micro, pequeñas y medianas empresas proveedoras del gobierno.

Las familias trabajadoras serán apoyadas mediante 1.2 millones de nuevos créditos que, a tasas preferenciales, otorgará el Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot). Este apoyo, que incluye créditos de nómina, será muy importante en las fechas de inicio del ciclo escolar.

En los primeros días de septiembre, la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) lanzará un programa para otorgar créditos para vivienda hasta por 1.5 millones de pesos para trabajadores con ingresos mixtos.

Más de medio millón de productores del sector agroalimentario, avecindados en la región sur-sureste del país, recibirán apoyos para la integración de cadenas productivas y la modernización de infraestructura.

Como puede verse, la mayor parte de los recursos (320 mil de 485 mil millones de pesos) son créditos de la banca de desarrollo que requerirán se promueva la demanda entre los posibles beneficiarios.

Por otro lado, la aceleración del gasto público contribuirá a revertir el subejercicio acumulado de 140 mil millones de pesos respecto de lo presupuestado al pasado mes de mayo.

El conjunto de medidas anunciadas pueden ser el "empujón" al que hizo referencia el titular de Hacienda, Arturo Herrera, y son en general positivas.

Sin embargo, el escenario de turbulencias global exige una mayor participación de la inversión privada (que representa 86 por ciento de la inversión total), muchas veces atada a las veleidades de las calificadoras y los organismos que en el periodo neoliberal que se despide –no sólo en nuestro país– determinaban el comportamiento de los capitales.

Más allá del riesgo de una recesión y la manera de atajarla en el corto plazo, es preciso que en el debate nacional esté claro que en el arranque de cualquier gobierno hay cautela de los inversionistas y los consumidores. Los riesgos evidentes no deben llevarnos a la histeria de un sector de la oposición que lleva más de un año anunciando el apocalipsis.

En un plazo razonable, estamos seguros, comenzaremos a ver los efectos de la nueva política de seguridad –en el entendido de que la inseguridad ha sido un elemento que inhibe las inversiones– y del combate a la corrupción. Ambos factores serán cruciales para revertir la tendencia y comenzar a crecer.

COLUMNAS ANTERIORES

Las encuestas y la fe opositora
Xóchitl: venta de garage con pregonera ultra

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.