Edna Jaime

Señor presidente: éste es el estándar de transparencia que merecemos

Imagínense que una obra pública en México pudiera ser observada en tiempo real, desde su fase de planeación hasta su terminación. Pues ese grado de transparencia es posible.

La autora es directora de México Evalúa .

Imagínense que una obra pública en México pudiera ser observada en tiempo real, desde su fase de planeación hasta su terminación –e incluso después, en su crítica operación de mantenimiento–. Que en un solo lugar, en una plataforma sencilla, consultáramos el estatus financiero y físico de los proyectos y sus contratos, con acceso a los análisis de factibilidad, reportes de calidad y de supervisión y auditorías internas.

Vamos, imaginen que todos pudiéramos poner Ojos a la Obra (como se llama la iniciativa de México Evalúa en esta materia) y nos cercioráramos de que los proyectos de infraestructura que acaban desarrollándose son los que más valor generan para el país y para todos nosotros.

Pues ese grado de transparencia es posible. Se tiene en otros lugares del mundo y está probado que mejora de manera sustantiva el marco de gobernanza de la inversión en infraestructura física. Y en México nos urge tener algo así. Porque se ha mostrado que somos muy malos gestionado la obra pública, que hay oportunidades de corrupción en cada fase del proceso y que, al final del ciclo, perdemos valor en lugar de generarlo.

Todos los vicios en la obra pública parece que se intensifican con los proyectos de esta administración federal. En el aeropuerto de Santa Lucía, por ejemplo, el presidente anunció que la información sobre la obra podría reservarse bajo un argumento de seguridad nacional. Pero prometió que eventualmente tendríamos acceso a ella y, al parecer, todos quedamos muy conformes. Y no ha habido recato en el uso de mecanismos 'excepcionales' de contratación, como la adjudicación directa, que por la vía de los hechos ha perdido toda su excepcionalidad si el 77 por ciento de las contrataciones de este gobierno se han hecho por esta vía, según un recuento del IMCO. El presidente no 'camina sobre sus palabras', como dice el dicho en inglés. No obstante, todavía le damos mucho valor a lo que dice.

Como mencionaba, desde México Evalúa estamos impulsando con éxito una metodología para darle transparencia a la obra pública, para comenzar a fortalecer la gobernanza de la inversión en infraestructura física. Lleva el nombre de Mesa Multiactor de Apertura de Obra Pública (MMAOP).

Consiste en un instrumento de participación y diálogo horizontal entre el sector público, el empresarial, el académico y la sociedad civil, para implementar los mejores estándares de transparencia en torno a proyectos de obra pública. Toma como referencia las mejores prácticas y estándares en la materia establecidas en la herramienta MeTrOp (Métrica de Transparencia de la Obra Pública de México Evalúa), CoST (Infraestructure Transparency Initiative) y el Estándar de Datos de Contrataciones Abiertas en México.

Comenzamos a trabajar esta metodología con el gobierno de Nuevo León. Se eligieron 10 proyectos con distintos niveles de avance. No son obras de las más grandes en el portafolio de la entidad, pero sí un conjunto relevante y representativo para iniciar un ejercicio de esta naturaleza. Para no detenerme en los detalles de todo lo que esta iniciativa implica, me refiero al punto culminante del proceso: la habilitación de la plataforma en la que se publicarán una gran variedad de documentos, indicadores clave sobre los proyectos, sus contratos, estudios, contratistas, presupuestos y avances. Todo esto en un solo lugar y en un formato de datos abiertos. Un ejercicio que, si se le da continuidad, es capaz de cambiar la manera en que se hace obra pública en el país. No se trata solamente de alcanzar otro nivel la transparencia, sino de detonar a través de la misma procesos que eleven la calidad de los proyectos en todas sus fases.

Espero que este ejercicio sea exitoso, y que los que emprendamos más adelante en otras entidades lo sean también. Los mejores estándares deben dejar de ser una excepción. Estamos también participando en una Mesa Multiactor con el gobierno de Jalisco y los presidentes municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Es promisorio.

El gobierno del presidente López Obrador debería promover estas prácticas; fomentar que haya muchos ojos en sus obras prioritarias, en lugar de esconder información o soltarla a cuentagotas. Entre más información sobre ellas esté disponible, más las blinda del despojo. Esta metodología de Mesa Multiactor tiene todo para llamar la atención de la Secretaría de la Función Pública y de la de Hacienda, que comparten responsabilidades de control interno. Es un instrumento que aumenta la potencia de sus propios instrumentos e inaugura esquemas de gobernanza novedosos –por la participación de actores no gubernamentales– con cualidades para enriquecer el proceso.

Las palabras se desgastan si no encuentran consistencia con la realidad. El presidente debe caminar sobre las suyas para que éstas no acaben decepcionando. Transformándose en meros llamados a misa. Porque con puras palabras, las realidades no cambian. Hay que convertirlas en instrumentos y sostenerlos en la congruencia. Es lo que esperamos de quien nos ha ofrecido el Nirvana.

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