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Pocas personas conocen que México tiene en Jalisco, específicamente en Guadalajara, la Capital Joyera de América. Cerca de cuatro centenares de productores de piezas de oro trabajan diariamente con una materia prima que en épocas de volatilidad les coloca en peligrosos "jaques".
Quien no tiene la experiencia para navegar por mares turbulentos sucumbe.
Sólo que para los productores de piezas de oro el asunto no comienza y termina con un alza en el precio de la onza. No, para ellos hay un doble factor que les ocasiona problemas severos. Por un lado el precio del metal se eleva y en esta ocasión, además, el precio del dólar con el que pagan las onzas que compran. El doble factor les implica el manejo de mayor grado de dificultad.
Tomemos el caso de ayer: los joyeros mexicanos compraron el gramo de oro en 760 pesos cuando un día antes lo hicieron a 720 pesos. En un solo día, en menos de 24 horas su materia prima se elevó 5.5 por ciento. A ello agregue la elevación del precio del dólar, de 2.8 por ciento La combinación de ambas, en menos de 24 horas, ofrece una elevación del producto cercano a 9.0 por ciento.
Imagine ahora que el miércoles el joyero vendió 100 mil pesos en mercancías y que lo hizo a crédito y en pesos. Para sustituir las piezas que vendió tiene que comprar oro y lo paga en dólares o en pesos pero con una cotización de la divisa casi 3.0 por ciento mayor.
Imagine ahora que a ese joyero le van a pagar en tres meses las piezas y que para cuando lo hagan recibirá pesos que no le permitan pagar ni siquiera 70 por ciento del oro involucrado en los productos.
No es nuevo el asunto para los joyeros mexicanos. Uno de los jóvenes más entusiastas y valiosos de la industria mexicana de la joyería, Horacio Vázquez, explica a Universo Pyme que en 2011 la onza costaba 280 dólares. Justo esa misma fecha pero de 2015 el metal cotizó en mil 900 dólares que fue su máximo histórico. El oro en cuatro años aumentó su precio 6.78 veces.
Hablando en centenarios, que son un elemento de oro muy reconocido y socorrido en México, la pieza se vendió ayer jueves en 29 mil 300 pesos cuando un día antes, el miércoles, la venta había sido de 27 mil pesos.
¿Qué banco en México o el mundo puede dar un rendimiento así en un día dentro de los instrumentos puestos a la mano y demandados por particulares que no tienen experiencia financiera?
La industria joyera mexicana es orgullo de México. En la parte fundamental de producción, y sin tomar en cuenta las empresas que están alrededor de esta industria, hay poco más de 300 productores de diversos tamaños que por más de cinco décadas han proyectado el trabajo artesanal del diseño mexicano y la calidad en los trabajos de fundición. La producción anual de ese cluster joyero suma poco más de ocho toneladas de oro y 140 de platería. Muy pocas personas conocen que en Jalisco, específicamente en Guadalajara, se encuentra la sede más destacada de la producción de joyería en plata. Detrás de Jalisco está Taxco.
La calidad de las piezas mexicanas implica que el producto mexicano se exporte a 40 naciones y que haya nichos de especialización en las que México destaca de manera sorprendente como es el caso de la joyería religiosa.
Pero los joyeros mexicanos han adquirido experiencia. Los que son de medianas o grandes dimensiones en cuanto a volumen de venta ya manejan con destreza las compras a futuro que lamentablemente proceden a partir de 125 mil dólares que a precios del dólar actuales representarían poco más de dos millones 400 mil pesos. No muchos pueden hacer ese tipo de movimientos.
No obstante todo se reduce, dicen, a tener cuidado en la manera en que se extienden los créditos en la venta. Si un joyero vende en pesos y compra el oro a precios de dólar equivalente en pesos, va a perder. Tiene que soportarse con un crédito puente en pesos que le permita hacer las operaciones de inmediato y en ocasiones ni aún así tiene la garantía de salir "a mano".
Para quienes abastecen a tiendas departamentales el pago es en pesos y a 60 días. Tienen que cubrirse de alguna manera para no salir "bailados".
No obstante, hay bastante experiencia en el sector joyero y específicamente en esa plaza en la que se localiza 60 por ciento de la producción nacional de piezas de joyería en oro y la primera también en cuanto a piezas de joyería a nivel nacional.
Bien decía Don Rigoberto Vázquez Ruiz, padre de Horacio y pionero de la joyería en Jalisco, al grado de ser una de las piezas claves para entender el éxito joyero jaliciense: "Este negocio es tan noble que hasta dormido ganas o incluso ganas cuando no vendes".
Eso para los "abusados", porque para quienes no tienen experiencia, la dormida o la venta puede representar un tropiezo fatal.
De tin marín…
La Secretaría de Turismo ha logrado tener en sus manos la oportunidad histórica de convertir al turismo en un motor "fuera de borda" que mueva en serio a México como gusta expresar el slogan oficial del gobierno de la República.
Pocos sectores han resultado tan y tan bendecidos por la drástica devaluación de la moneda. Independientemente del factor pérdida del valor del peso, México tiene suficientes atractivos como para ser una gran potencia mundial de turismo pero con la "ayudadita" de la "depreciación cambiaria" tiene quizá la mejor de las oportunidades en las manos.
El reto es traer turismo de calidad y hacer muy completa la oferta turística a los extranjeros e incorporar a los mexicanos, a un mayor número de familias mexicanas a esa práctica de la que las familias mexicanas se han retirado ante los escenarios de inestabilidad económica nacional o extranjera.
Las noticias indican que más de 32 millones de extranjeros que visitaron el país durante 2015, cifra superior en 9.5 por ciento a lo registrado en 2014; además, la derrama económica fue de 17 mil 457 millones de dólares, 7.7 por ciento más que en 2014.
Enrique de la Madrid es un joven inteligente que sabrá sacar el mejor de los provechos al contexto en el que se encuentra la economía internacional.
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