Un ejercicio invariable de este columnista es preguntar a los prestadores de servicio o vendedores de productos cómo va el negocio, cómo van las ventas.
Si voy a las tortillas, si voy a un supermercado, si cargo gasolina, siempre pregunto a quien me atiende su impresión de cómo va el negocio.
Últimamente he encontrado muchas más respuestas en el sentido de que el negocio va flojo, de que las ventas han bajado. Para el caso de los vendedores de automóviles no han sido meses fáciles. No han jugado tampoco en favor del sector buenos ciclos por la presencia de períodos vacacionales.
Las ventas de Walmart tuvieron su peor marzo en cinco años. Para las tiendas de la ANTAD estuvo el marzo más débil desde 2014. Para las ventas de autos la caída fue de casi 10.5% aunque jugó la Semana Santa en contra de los hábitos adquisitivos.
FORECASTIM, una firma de análisis en el sector de la construcción, a punto de hacer nacer un indicador mensual de ventas de componentes de la construcción, señala que la tendencia es claramente hacia la baja.
Hay quienes afirman que, con una tremenda velocidad, el panorama se ha complicado. Los rumores de renuncias de funcionarios de primera línea son más frecuentes y aunque los involucrados rechazan las versiones siempre vence la concepción de que aún ciertas, difícilmente reconocerán los trascendidos.
Se acercan procesos críticos. En lo nacional está el PLAN SECTORIAL del sector energético donde los especializados esperan ver definiciones claras de lo que el gobierno hará con PEMEX. Un memorándum con instrucciones de una austeridad extra en favor de un fortalecimiento de las finanzas de la paraestatal apunta a que los esfuerzos anteriores han resultado fallidos o por lo menos poco satisfactorios.
Si PEMEX no incrementa su patrimonio y logra intensificar la extracción petrolera difícilmente escapará a un retiro de su grado de inversión.
Claro que este panorama escapa para la mayor parte de los empresarios de las Pymes quienes simplemente van "tentando" la economía sin tener conocimiento de los factores macro que pudieran estar determinando el trayecto de la economía.
Las ventas no van bien y la actitud de los empresarios de las Pymes no apunta hacia la posibilidad de una mejora. Los más morenistas afirman que lo que se vive es la reacción porque ya se ha trastocado el negocio de la corrupción. Los críticos señalan, en cambio, que la capacidad del gobierno no es mucha y que ha lesionado un activo importante en una economía como lo es la confianza.
El negocio no va bien. Va lento. ¿Qué más lento va a andar?