Inicia el Gobierno Federal su séptimo mes de ejercicio administrativo con una zumba de las empresas calificadoras.
La molestia ayer era muy evidente entre funcionarios de la Secretaría de Hacienda. Dirían los jóvenes: se pasaron.
Y lo que aplique como perjudicial para el Gobierno Federal, cuyo arranque económico no ha sido lustroso, será catastrófico para las Micro y Pequeñas Empresas. Pocas personas seguramente pensarán en las consecuencias que tendrán que enfrentar estas unidades económicas si por una suerte de combinación caprichosa de elementos y circunstancias la economía ingresa al terreno de la recesión.
Lamentable si no se piensa en estas unidades económicas que en número porcentual representan el 99.8% del total con una carga de empleo formal de 70 de cada 100.
Obligan las circunstancias a que estas empresas generen estrategias que respondan a un panorama al menos adverso para el 2019 y el 2020. Lamentarán aquellas que hayan desestimado el costo que puede representar para ellas estar inmersas en una economía que enfrentaba ya circunstancias complejas sin considerar el agravio de aranceles estadounidenses, aunque sea de manera temporal, y con descalificaciones de las empresas que valoran la solidez de pago del Gobierno Federal y de la principal empresa productora del estado.
En este complejo contexto resulta fundamental aprovechar cualquier coyuntura que pudiera ser favorable para vender mejor o producir mejor.
El próximo lunes hablaremos de una de las pocas iniciativas promovidas por la iniciativa privada en favor de la profesionalización de las Pymes.
Un evento a desarrollarse en el presente mes, organizado por GS1 México apunta en ese sentido.
Escribiremos al detalle pero recuerdo que la asistencia a eventos en los que pequeños productores consiguen tener un contacto directo con grandes compradores puede ser una oportunidad de oro o bien para vender mucho mejor o bien para prepararse mejor y aprovechar futuras oportunidades.
La idea de organizar dinámicas de contacto entre productores pequeños y grandes compradores o grandes instituciones no es nueva. En la administración de Ernesto Zedillo un economista del ITAM, de corazón futbolero como se demostraría más tarde, DECIO DE MARÍA fue Subsecretario de Promoción a la Industria y Comercio Exterior en la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI) y organizaba en el WTC encuentros entre grandes empresas que buscaban desarrollar proveedores y pequeñas empresas con voluntad a hacerlo.
Los resultados fueron buenos en la medida en que había interés verdadero de las Pymes para profesionalizar sus procesos y calificar para los grandes contratos de largo plazo.
Es una lástima que esos ejercicios casi hayan desaparecido del escenario del ecosistema Pyme mexicano. De uno de los pocos que aún permanecen escribiremos el lunes.