Coordenadas

¿Por qué desairó EU a AMLO?

El desaire de EU a la invitación de México a los festejos de la Independencia no será la única reacción de la administración Biden hacia la de AMLO.

Las acciones tienen consecuencias. Esto es cierto, se trate de lo que hagamos en lo individual o de lo que haga un jefe de Estado. Mañana lunes, el presidente López Obrador buscará celebrar en grande los 200 años de la consumación de la independencia y para ello quería la presencia en México del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

El 11 de agosto, en la conferencia mañanera, López Obrador reveló que se había hecho esa invitación al presidente de Estados Unidos: “Hay esa posibilidad. Nosotros le formulamos esa invitación para que visite México y tener una reunión. Está proponiéndose para finales de septiembre”. Luego trascendió que sería en el marco de las festividades por el bicentenario de la consumación de la Independencia.

El 14 de septiembre se reveló que el Gobierno norteamericano respondió que el presidente Biden no podría acudir a México, pero que en su representación acudiría el secretario de Estado, Anthony Blinken.

Pues, el pasado viernes 24 de septiembre también se supo que Blinken no vendría tampoco al evento.

Pareciera que de repente, a todo mundo le salieron ocupaciones en Washington. En el lenguaje diplomático, esto es revelador. Quiere decir que un evento que es altamente significativo para el Gobierno mexicano es desairado por los representantes de Estados Unidos.

Bueno, al menos el embajador Ken Salazar seguramente sí estará presente… si es que no la sale una actividad más importante en la Ciudad de México.En algunos círculos del gobierno se comentaba hace algunas semanas que el evento del 27 de septiembre era aún más valorado por el presidente López Obrador que el desfile del 16, dado que se trataba del bicentenario, así que un desaire en un aniversario así duele más. ¿Por qué razón los altos representantes del Gobierno norteamericano declinaron la invitación de su vecino? Las razones son varias, pero podríamos empezar refiriendo la presencia del presidente cubano Miguel Díaz Canel en los eventos del 15 y 16 de septiembre, y el trato especial recibido al ser el primer jefe de Estado en pronunciar un discurso en el marco del desfile militar con motivo de la Independencia. Tal vez se podría agregar la visita del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el evento de la CELAC realizado el 18 de septiembre.

O quizás pudiera ser el tono del discurso de López Obrador en la inauguración de esa reunión, señalando que debiera declararse patrimonio de la humanidad, la resistencia cubana al intervencionismo.

O quizás el movimiento infructuoso del Gobierno mexicano para tratar de desaparecer la Organización de Estados Americanos. Pero, probablemente la cereza del pastel fue la revelación hecha por el columnista Javier Tejado en el sentido de que en el marco de la CELAC, hubo un video del presidente chino Xi Jing Ping en el que envió un mensaje a los asistentes al encuentro. No se requiere ser un especialista en geopolítica para entender que la estrategia de Estados Unidos en el plano internacional considera a China como el principal rival estratégico.

China ya tiene una importancia creciente en América Latina y es un socio comercial más importante que Estados Unidos para la mayoría de los países del Sudamérica. El que México le de entrada a una reunión continental no debe haber puesto nada felices a los norteamericanos.

No podemos esperar que el gobierno de Biden otorgue un trato especial a México si el gobierno de López Obrador se obstina en realizar acciones y declaraciones que son percibidas como contrarias al interés de Estados Unidos.

Sé perfectamente que el Gobierno mexicano no puede ser un empleado de los norteamericanos y debe tener su propia agenda diplomática, pero si se trata del país con el que tenemos el 80 por ciento de nuestro comercio, aquel del que los trabajadores mexicanos envían más de 40 mil millones de dólares al año y con el que tenemos una enorme frontera compartida, entonces lo mínimo es tratar de evitar conflictos innecesarios.

De por sí la relación es compleja y con muchas áreas suceptibles de roces para que adicionalmente se generen dificultades que pudieron haberse evitado.

Sin embargo, pareciera que la búsqueda de protagonismo continental de AMLO desestima lo que Estados Unidos puede hacer.

La reacción de EU no se quedará en el mero desaire al evento de mañana. Esperemos más reacciones en el futuro.

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