Muchas decisiones de los principales actores políticos en México entraron desde hace algunas semanas en un compás de espera.
Se necesita saber el resultado de las elecciones en los estados de México y Coahuila, antes de tomar determinaciones. Aún faltan tres semanas para los comicios pero hay tendencias que pueden identificarse.
Estas nos indican que, por lo pronto, la coalición opositora (PRI-PAN-PRD) tiene mayores posibilidades de ganar Coahuila mientras que Morena y sus aliados están más cerca de ganar el Estado de México.Claro que en política nada está escrito hasta que sucede. Pero incluso considerando que el resultado previsible se hiciera efectivo, hay otra variable relevante a tomar en cuenta, sobre todo en el caso del Estado de México, y éste es el margen con el cual pudiera salir triunfadora la candidata de Morena, Delfina Gómez. Si fuera muy amplio, digamos de dos dígitos, eso tendría importantes implicaciones para el proceso electoral del 2024. Si por el contrario, ganara por cinco puntos o menos, las cosas serían diferentes.
En el caso del Estado de México se sabe que existió un acuerdo para que el gobierno estatal no metiera las manos en el proceso electoral.Así lo ha hecho hasta ahora Alfredo del Mazo. En el curso de los últimos meses, algo que también impactó en las intenciones de voto fue el retiro de Movimiento Ciudadano, cuyo posible candidato, Juan Cepeda, podría haberse llevado desde 5 puntos en los escenarios más pesimistas a más de 10 en los optimistas. Una proporción importante de sus votantes parece haberse desplazado a Morena y eso le dio más fortaleza a Delfina. Si el triunfo de Morena en el Estado de México fuera amplio, esto crearía una circunstancia ventajosa para cualquiera que fuera el candidato o candidata presidencial de este partido en 2024. La razón es que un gobierno de Morena en la entidad con el padrón electoral más grande del país le puede dar una ventaja significativa al partido en el gobierno, ya que, a diferencia de lo que ha hecho el gobierno de Alfredo del Mazo, un eventual gobierno estatal de Morena en 2024 seguramente sería muy activo para promover a su candidato presidencial. Por el contrario, un triunfo estrecho de Morena mostraría que existe entre la Ciudad de México y el Estado de México un volumen muy elevado de votantes opositores potenciales que podría ser factor relevante en las elecciones del 2024.
Entre las dos entidades suman 20.4 millones de electores, el 21.5 por ciento del total nacional. Al margen de cómo se interpreten los resultados de las elecciones mexiquense y de Coahuila, marcarán un antes y un después ya que es muy probable que apenas días después de que se realicen las principales fuerzas políticas empezarán a tomar decisiones fundamentales.Hay tres frentes que serán muy relevantes.
1-Morena tendrá que definir de manera más precisa los tiempos y mecanismos de la selección de la candidatura presidencial. Se esperaría en la primera quincena de junio una reunión de Mario Delgado con los aspirantes, de la cual saldrían los detalles. Sobre la base de lo que allí se defina, también será muy relevante observar cuál es la decisión de Marcelo Ebrard respecto a la competencia interna de Morena pues podría considerar que las reglas no son equitativas.
2-También es muy probable que no pase más allá del mes de junio para que se defina cuáles serán los mecanismos para seleccionar a un candidato de un eventual frente opositor. Existe la conciencia en las dirigencias partidistas de la oposición de que si se deja que Morena continúe con las precampañas de facto que realizan sus aspirantes, le irá ganando aún más terreno a los opositores generando una ventaja que podría ya ser inalcanzable.
3-Finalmente, será también crucial ver cómo se va decantando la decisión de Movimiento Ciudadano en cuanto a participar con un candidato propio, o bajo qué condiciones podría sumarse a una alianza opositora. Tal vez el partido que encabeza Dante Delgado tenga menos prisa para definir cómo jugará y quizás espere todavía las definiciones de las otras fuerzas políticas. De cualquier manera, el mes de junio, específicamente en las semanas inmediatas a las elecciones en el Estado de México y Coahuila, marcará el comienzo de una nueva etapa para la competencia electoral del 2024.