Si todo hubiera resultado de acuerdo con lo previsto, poco más de 2 millones de personas estarían en capacidad de salir el día de hoy a votar en 300 puntos distribuidos en toda la República para elegir a la coordinadora del Frente Amplio Opositor.
La historia fue otra y no habrá esa votación. Xóchitl Gálvez, ya es la coordinadora y será próximamente la candidata presidencial del Frente.
¿Qué fue lo que ocurrió para que las cosas hayan cambiado respecto a las previsiones?
Hay que recordar que en el plan original del Comité que ha coordinado este proceso, se presumía que la determinación de la persona ganadora del proceso fuera la que marcara un puntaje más alto entre la encuesta y la elección primaria, en la que cada una valdría el 50 por ciento. Esto fue notificado el pasado 3 de julio.
El procedimiento marcaba que esto ocurriría entre los tres aspirantes que llegaran a la fase final.
De entrada, ya no había tres sino dos, debido a la declinación de Santiago Creel.
Por alguna razón que no se ha explicado, se comenzó el levantamiento de la encuesta final del Frente Amplio desde el pasado sábado 26 de agosto, poco más de una semana antes de la fecha final. El plan era que, tras realizarse la encuesta, los resultados se colocaran en un sobre cerrado para abrirse el domingo 3, es decir, hoy, al conjugarse con los resultados de la votación, se definiera al ganador o ganadora.
Tampoco fue así.
Para el lunes 28, ya había algunos adelantos del resultado de la muestra telefónica, que fueron conocidos por algunos de los integrantes del Frente.
Pareciera que, con base en ellos, el líder del PRI, Alito Moreno, hizo una declaración en la que señaló: “Hemos visto que las encuestas no la favorecen”, refiriéndose a Beatriz Paredes.
A partir de ese momento empezó a haber presión para que la senadora declinara.
Beatriz expresó que esperaría el resultado de las encuestas, el cual fue dado a conocer el miércoles pasado cuando aún no estaba acabada la encuesta domiciliaria.
El resultado ponderado de las dos muestras -la telefónica y la realizada en domicilios- marcaba una diferencia de 16 puntos a favor de Xóchitl.
Sobre la base de estos resultados, el dirigente del PRI expresó públicamente que su partido respaldaba a la senadora Gálvez.
Con este cambio, Beatriz Paredes se quedó sin respaldo y aceptó que la competencia terminara allí.
Se justificó esta conclusión anticipada señalando que Morena podría tratar de intervenir en las elecciones primarias del domingo.
Desconozco si había evidencia de que eso podría ocurrir. Pero lo que es un hecho es que en el padrón de poco más de 2 millones se había excluido a los ciudadanos que se hubieran identificado en los listados del INE como afiliados a Morena.
Se han expresado muy diversas hipótesis respecto al por qué se interrumpió el proceso. La propia Beatriz explicó que quizás había sido por el riesgo de que hubiera una persona ganadora de la encuesta y otra de la elección primaria, lo que no había sido contemplado por el Comité.
No es el caso, la fórmula era muy clara.
Otros han dicho que no se contaba con la ubicación de las mesas de votación. Tampoco es el caso, desde hace una semana, había una lista detallada y completa.
Yo veo más bien dos posibilidades plausibles.
Una de ellas es que las dirigencias partidistas, por la razón que sea, se pusieron de acuerdo en que la mejor candidata era Xóchitl y que no había que arriesgar a que el impredecible proceso de la elección primaria le diera a Beatriz una ventaja mayor de la que tenía Xóchitl en la encuesta.
La otra hipótesis es que la dirigencia del PRI, que nunca vio a Beatriz como su candidata, hubiera evitado que un resultado exitoso de la senadora, sea que ganara o perdiera por un margen pequeño, la convirtiera en un factor nuevo de poder dentro del partido.
Al final de cuentas, las dirigencias de los partidos siguen teniendo el control del Frente.
El gran tema de los siguientes meses es si la candidata ganadora, al margen de todas las objeciones al proceso, tendrá el poder para definir su estrategia.
Quienes la conocemos tanto a ella como a las dirigencias de los dos mayores partidos que respaldan al Frente, sabemos que tanto el PAN como el PRI buscarán espacios de control. Y también que Xóchitl habrá de resistirse a ello.
Esa será una de las dinámicas fundamentales del Frente en los próximos meses. Si se resuelve correctamente, creo que habrá oportunidad para que la campaña de la senadora Gálvez vuele muy alto. Si se atora en medio de las diferencias, será complicado que despegue.
Finalmente, hay quien dice que hay que celebrar el desenlace y no criticar los defectos que tuvo el proceso, pues con ello se le hace el juego a Morena.
Coincido con lo primero, hay que celebrar. Difiero con lo segundo. Señalar errores en este momento es algo que deben agradecer los opositores si quieren tener éxito en la elección constitucional.