Coordenadas

¿A qué nivel del dólar hay que apostarle?

La respuesta más frecuente de los analistas sobre las expectativas para el tipo de cambio al cierre de 2024 fue de 18.73 pesos en la más reciente encuesta del Banco de México.

¿Cuál será el nivel del tipo de cambio con el que cerraremos el 2024?

Esta es una pregunta que la Encuesta que Banco de México hace mensualmente a un grupo amplio de analistas del sector privado.

La respuesta más frecuente en el más reciente levantamiento que fue dado a conocer ayer fue de 18.73 pesos.

Un mes atrás era de 17.80 pesos, es decir, hubo un alza de poco más de 90 centavos en la estimación.

La razón de este ajuste tan significativo proviene, desde luego, de la volatilidad financiera y cambiaria que se presentó tras los resultados electorales del 2 de junio.

Esa circunstancia no derivó del triunfo de Sheinbaum, que ya estaba descontado, sino de los resultados que condujeron a que Morena y sus aliados se quedaran con el control del Congreso en condiciones de poder realizar reformas constitucionales que no tuvieran que ser negociadas con la oposición.

Y, específicamente, lo que prendió las alarmas fue la determinación de hacer en septiembre la reforma judicial, antes de que termine el mandato de López Obrador.

Pese a que esto se da como un hecho, la expectativa de la paridad al final del año es apenas de 30 a 40 centavos superior a la que prevalece en estos momentos.

¿Realmente serán así las cosas? ¿El ajuste que se iba a dar ya ocurrió?

Ha sido cada vez más difícil anticipar el comportamiento del tipo de cambio.

En la medida que la paridad tiene que ver cada vez más con la percepción de riesgo de los inversionistas que a veces están lejos del país, en realidad, hay pocas probabilidades de anticipar una paridad que realmente vaya a presentarse.

En la Encuesta de Citibanamex, en la cual se identifican los pronósticos por institución, por ejemplo, vemos que solo XP Investments estima una paridad de 20 pesos al final del año.

Todos los demás apuestan a un nivel menor.

Y, hubo casos, como el de JP Morgan, que señala que terminaremos el año con un dólar de 17.75 pesos.

Un rango de 2.25 pesos entre la mínima y la máxima estimación es demasiado, y en cierta medida refleja que carecemos de los elementos para hacer pronósticos plausibles y racionales.

Estamos en un momento de alta incertidumbre. Y eso cuesta asimilarlo, incluso para las propias autoridades.

Afortunadamente, Banxico no descarta ningún escenario y está tomando en cuenta la posibilidad de que pudiéramos experimentar episodios de volatilidad elevada.

Ante ello, esgrime un conjunto de instrumentos para hacer frente a esa hipotética condición, lo que va desde las subastas de coberturas hasta las ventas directas de dólares.

Seguimos caminando en un terreno pantanoso para la economía y las finanzas.

Quizás en lo estrictamente estructural, el panorama es menos convulso. Pero en el ámbito financiero y cambiario no hay piso firme.

A mi parecer, con todos los altos costos que pueda tener una política de tasas elevadas, como la que ha sostenido el Banco de México, será mejor que tener un menor costo del dinero en un contexto en el que se va para arriba la percepción del riesgo y, con él, de nueva cuenta, las tasas de interés. Una baja hoy podría ser efímera.

En las actuales circunstancias, la volatilidad deriva sobre todo de los impactos e implicaciones de la política.

Eso va a ser lo determinante del curso de las cosas en los próximos meses.

Sé que esta circunstancia le puede haber decepcionado o cansado.

Pero no habrá otra que seguirla con toda la atención.

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