¿Qué es lo que refleja el dato del empleo formal que el sábado dio a conocer el IMSS?
1.- Que en agosto –como lo había anticipado AMLO– finalmente se revirtió de manera clara la tendencia a la reducción de plazas en el sector formal. La caída entre marzo y julio había sido de 1 millón 117 mil 584 empleos. La recuperación de agosto, de 92 mil 390 plazas, es equivalente a 8.2 por ciento de los empleos formales perdidos.
2.- Si se mantuviera constante la tasa de crecimiento del empleo que se presentó en agosto, de 0.47 por ciento mensual, en un plazo de 11 meses regresaríamos al nivel de empleo que teníamos en febrero de este año, antes de que se resintieran los estragos de la pandemia.
3.- En la más reciente crisis que vivimos, la de 2008-2009, la recuperación fue un poco más lenta. Tras llegar a la máxima pérdida de empleo en mayo de 2009, se llegó al nivel previo a la crisis 14 meses después. Si ese patrón se repitiera, regresaríamos al nivel de febrero de este año en septiembre de 2022.
4.- En términos de tasas anuales, la caída más profunda ocurrió en julio, cuando el descenso fue de 4.4 por ciento. En la actual crisis, en realidad, hubo una menor afectación en el empleo formal dada la profundidad de la caída del PIB de 18.7 por ciento para el segundo trimestre. En el año 2009, la peor caída del PIB ocurrió en el segundo trimestre, con un retroceso de 8.7 por ciento y el empleo formal cayó 4.0 por ciento en el peor momento. Ello implica que ahora las empresas retuvieron a una mayor cantidad de trabajadores.
5.- A pesar de la fuerte caída del empleo en este año, a agosto la masa salarial real del sector formal retrocedía 1.8 por ciento, en virtud de que hubo un incremento de 2.2 por ciento en el salario real promedio, lo que amortiguó el impacto de la caída del empleo: esto también, en cierta medida, explica el rebote del consumo en ese mes. En la crisis de 2009, la masa salarial real retrocedió en 4.9 por ciento en términos reales en mayor de 2009.
6.- En agosto, por tercer mes consecutivo se incrementó el número de empresas registradas, subiendo en mil 27. Sumando los dos meses previos, hay una recuperación de 4 mil 575 de las 9 mil 984 que se dieron de baja. Es decir, en el caso de las empresas, ya se han reactivado 45 por ciento de las que cerraron en abril y mayo.
7.- Deben destacarse las diferencias regionales que volvieron a hacerse visibles en agosto. La entidad con un mayor crecimiento de puestos de trabajo, a tasa anual, es el estado de Tabasco, con un incremento de 2.1 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. La explicación es muy clara: se trata del impacto de la construcción de la refinería de Dos Bocas. Ahora también se suma con un alza de 1.2 por ciento, Baja California, lo que refleja la reactivación de la manufactura exportadora. En el extremo opuesto, las dos entidades con más pérdidas son Quintana Roo, con una caída de 24.4 por ciento y Baja California Sur, en donde ya se amortiguó un poco la caída y es de 9.9 por ciento.
Sería absurdo pretender que, con las cifras de agosto, ya se puede asegurar que la tendencia a la recuperación del empleo sea definitiva. Dependerá en buena medida de la recuperación global de la economía. Y ésta depende todavía en gran medida de lo que ocurra con la dinámica de la pandemia.
Pero nadie duda que es mejor que los empleos crezcan a que se reduzcan. En ese sentido las noticias de agosto fueron buenas.
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