Permítame trazar un cuadro con las tendencias de la pandemia en el mundo y en México para llegar a la conclusión que da título a esta columna.
1.- Por primera ocasión desde el comienzo de la pandemia, en las últimas semanas se ha presentado un descenso drástico de los nuevos casos en el mundo que, de sostenerse, permitirá ver al final de este año un volumen de nuevos contagios ya muy bajo. El pico de los contagios a nivel mundial ocurrió el 11 de enero, cuando se llegó a la cifra de 783 mil 534 nuevos contagios confirmados (dato promedio de los siete días previos para eliminar fluctuaciones semanales, al igual que en las otras cifras referidas en este texto). Los datos del 16 de febrero indican 52 por ciento menos en solo un mes y cinco días.
2.- En el caso del país con el mayor número de contagiados y fallecidos, Estados Unidos, la caída es más drástica. El pico del 11 de enero fue de 248 mil 307 nuevos contagios y para el 16 de febrero la cifra había bajado en 67.5 por ciento.
3.- Lamentablemente, hay un retraso en la disminución del número de fallecidos. El máximo a escala mundial se produjo el 25 de enero cuando sumaron 14 mil 297 muertos reportados. En Estados Unidos, ese nivel se había registrado el 13 de enero con un monto de 3 mil 348. Para el 16 de febrero, los retrocesos habían sido de 26.9 por ciento a escala global y de 34.9 por ciento en Estados Unidos. Sin embargo, de proseguir las tendencias de contagios, lo más probable es que en las próximas semanas veamos también una caída más fuerte en el número de fallecidos.
4.- En el caso de México, el pico de contagios ocurrió el 21 de enero, con un registro de 17 mil 559, mientras que el nivel más elevado de fallecidos apenas se alcanzó el pasado 11 de febrero con 1 mil 467. Al 16 de febrero el número de contagios fue 52.9 por ciento inferior pero solo hubo un descenso de 24.3 por ciento en la cantidad de fallecidos.
5.- Hay países, como Estados Unidos e Israel, en los que el menor número de contagios y muertos empieza a reflejar el avance del proceso de vacunación, pues ya existe una cantidad relevante de personas a las que se han aplicado las dos dosis de las vacunas. Hay otros, como México, en los que solo está terminando el efecto del incremento de los contagios disparado por las fiestas de diciembre y el relajamiento de las medidas de distanciamiento social que se presentó en esas fechas.
6.- En nuestro país, aun en los escenarios más optimistas de vacunación, ni remotamente llegaremos en los próximos meses a los porcentajes de inmunización que tienen países como los referidos. En Israel, el reporte más reciente indica que ha recibido al menos una dosis de la vacuna 78 por ciento de la población, mientras que en Estados Unidos lo habrá hecho 16.5 por ciento de sus habitantes.
7.- Para llegar en México al porcentaje que hoy tiene Estados Unidos, sería necesario aplicar 20.8 millones de vacunas. Aun con las remesas recibidas esta semana, que permitieron acelerar el proceso, la cantidad de vacunas aplicadas llegó a 1 millón 58 mil. Y, entre esta fecha y finales de marzo, existe aún incertidumbre del volumen de dosis que se estarán recibiendo, así que se ve complicado llegar a un porcentaje alto de vacunados antes del fin del primer semestre.
8.- Esto significa que la dinámica de la pandemia en México estará asociada en el corto plazo más bien a las medidas de distanciamiento social y no tanto al proceso de vacunación.
9.- Esta semana comenzó la cuaresma, y al término de ésta, se celebra la Semana Santa, un periodo tradicional de vacaciones en nuestro país, que en esta ocasión comenzará el lunes 29 de marzo y terminará el domingo 4 de abril. Si no se evita que se olvide para esas fechas el distanciamiento social, como ocurrió en fin de año, bien podríamos anticipar una nueva ola de contagios para abril y mayo.
Esperemos que exista conciencia de que aún nos falta mucho para dejar atrás esta pandemia.