Ayer, en la conferencia mañanera de López Obrador, se presentaron los lineamientos generales del Plan de Negocios de Pemex 2019-2023.
Para algunos, el efecto de la presentación fue un fracaso, que se demostró en el hecho de que el dólar se encareció en 0.6 por ciento y el precio de los bonos de Pemex a 30 años cayó un poco más de 1 por ciento.
Para otros, el resultado fue muy aceptable porque el movimiento del tipo de cambio estuvo alineado con lo que ocurrió con las divisas de los mercados emergentes, sin que haya sido influido por el tema de Pemex y el precio de los bonos se movió con bastante moderación.
El Plan de Pemex generó dudas, entre otras cosas… ¡porque no se presentó!
El director general, Octavio Romero, eligió algunos gráficos y algunos énfasis. Pero, hasta la tarde del día de ayer, las más de 200 páginas del Plan no estaban disponibles.
Por eso, en términos generales, los mercados siguieron expectantes.
Muy pocos pueden poner en duda, que uno de los aspectos fundamentales del Plan debe ser el crecimiento de la producción y las reservas.
Para el sexenio se plantea un alza de 48 por ciento en la producción de crudo.
Para el promedio de este año, el Plan no disfraza la crisis y plantea una reducción de 6.3 por ciento en la extracción de crudo.
Y, ¿cómo se va a lograr un crecimiento de la producción en los próximos cinco años?
A través de la mayor inversión.
Entre 2020 y 2024 (a precios de este año) se estima una inversión de 1. 9 billones de pesos. Esto implica un promedio de 390 mil millones de pesos por año. O si lo quiere ver en dólares, alrededor de 20 mil millones de dólares cada año.
Los recursos para la construcción de la refinería de Dos Bocas no saldrán de esta bolsa. Serán recursos del gobierno federal.
¿Y de dónde saldrá el dinero para invertir?
Para el próximo año, por ejemplo, habrá 45 mil millones de pesos provenientes de menores impuestos. Otros 66 mil millones serán aportaciones directas del gobierno federal y 14 mil millones son contratos de servicios del sector privado, más los recursos internos.
Entre reducciones de impuestos y aportaciones, de 2020 a 2022, la transferencia del gobierno federal será de 269 mil millones de pesos, alrededor de 13 mil 500 millones de dólares, lo que será el 'extra' para invertir más.
Moody's y las demás calificadoras están a la espera de la 'letra chiquita', que será la determinante del comportamiento de los mercados, pues hoy los movimientos fueron relativamente moderados.
El pasado 9 de julio publicamos en este espacio un texto denominado "El Plan de Negocios de Pemex". En este texto decíamos lo siguiente: "En contra de lo que algunos piensan, no tendrá sorpresas. La mayor parte de los planteamientos y estrategias se han dado a conocer en semanas y meses previos".
Así fue. Hubo analistas que respondieron a bote pronto, como los de Citigroup, anticipando una baja en el grado de inversión por parte de Moody's. Tal vez tengan razón.
Pero entre las calificadoras y otros intermediarios, se dieron el margen de conocer el documento completo antes de emitir juicios.
Las claves serán –como le anticipábamos la semana pasada– sustentar el escenario de mayor producción y darle soporte también a la expectativa de un balance financiero favorable.
A las calificadoras y fondos no se les convence en la 'mañanera'.
Espero que en Pemex y en Hacienda estén haciendo la tarea.
Si no, habrá que ajustarse el cinturón porque tendremos turbulencia.