El autor es presidente de Bursamétrica.
En una muestra de 25 bancos centrales se observa que sus tasas de referencia se encuentran en niveles inferiores a los de la inflación. Es decir, representan tasas de interés negativas en términos reales.
Analizándolo como promedios, la tasa de referencia promedio de la muestra se ubica en 1.46 por ciento anual. Representa la tasa promedio nominal más baja de la historia. Considerando una inflación promedio ponderada para estos países de alrededor de 4.10 por ciento anual, se obtiene una tasa real promedio de -2.54 por ciento anual.
En la muestra se observan todavía algunos bancos con tasas de referencia negativos en términos nominales, como el caso de Japón, Dinamarca y Suiza. Varios en cero: Banco del Euro, Suecia y Noruega. Otros en 0.10 por ciento anual: Reino Unido, Australia, Israel o Polonia. Con un cuarto de punto están Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. En el otro extremo con tasas de entre 4.00 y 6.50 por ciento se encuentran cinco países que son Brasil, India, Indonesia, México y Rusia. Fuera de la muestra con tasas muy superiores se están Turquía y Argentina. Solo Japón presenta una tasa real positiva, (+0.1 por ciento) dado que su deflación (-0.2 por ciento) es mayor a su tasa de referencia negativa (-0.1 por ciento) Un caso para la araña.
La pregunta es ¿por qué tenemos este fenómeno? ¿Es un fenómeno inducido por los decisores de la política monetaria? ¿O más bien se debe a que la inflación se encuentra inusualmente elevada o que ya se salió de control? ¿Cuánto tiempo más podemos estar así?
La respuesta puede ir por aquí: nunca antes en la historia del mundo habíamos tenido la coincidencia de políticas extremas del lado monetario, por parte de casi todos los bancos centrales, con políticas también extremas del lado fiscal (excepto en México). Esto nos está llevando a una muy importante recuperación de la actividad económica global no exenta de riesgos.
Las políticas monetarias acomodaticias generan graves distorsiones en todos los mercados, tanto los financieros como los de bienes y servicios. Básicamente el exceso de medios de pago se traduce en burbujas de precios, con este patrón de comportamiento de los mercados: el dólar tiende a bajar respecto de todas las divisas, las tasas de los bonos a largo plazo se van a mínimos históricos, los mercados accionarios y los bienes raíces se disparan, y los precios de las materias primas también tienden a subir.
En adición, la fuerte demanda de bienes y servicios a nivel global está generando diversos cuellos de botella en las cadenas de suministro que están agravando la inflación. A este fenómeno se le está llamando ‘reflation’ (el retorno de la inflación).
Estados Unidos, por ejemplo, ya presenta al segundo trimestre de este año un nivel de actividad 0.7 por ciento superior al nivel prevaleciente antes de la pandemia en el cuarto trimestre de 2019, al crecer en 6.5 por ciento real anual, con una inflación al consumidor de 5.4 anual y de 7.3 por ciento anual en los precios al productor. La tasa de referencia de la Fed está en 0.2 por ciento, por lo que su tasa real es de -4.90. En México no tenemos ni una política monetaria ni fiscal extremas. Estamos creciendo en el segundo trimestre a 6.0 por ciento anualizado, (bajo la misma metodología que la estadística americana) y tenemos una inflación de 5.88 por ciento por lo que la tasa de referencia de 4.25 por ciento que representa una tasa real negativa de -1.54 real anual.
Ya en otras ocasiones nos hemos referido al marco conceptual teórico elaborado por Bursamétrica de las fases del ciclo de las políticas monetarias extremas. Este marco de referencia nos dice que hacia adelante tendremos que ver primero la fase del tapering (disminución gradual de los programas de creación de dinero) antes de ver el inicio de un ciclo de alzas graduales en las tasas de referencia hacia lo que se considera en cada país la tasa de referencia neutral (aquella tasa teórica que ni es restrictiva ni es expansiva). Estas dos fases teóricas podrían tomar entre dos y tres años. Cuando los mercados anticipen el tapering vamos a sufrir importantes volatilidades en los mercados con episodios de sobreventa de valores en mercados emergentes y alzas en el dólar.
Una última reflexión: Chile, República Checa y Corea del Sur tienen una tasa de referencia de 0.5 por ciento anual. ¿No le parece que México debería de estar en este grupo? ¿Por qué tenemos que pagar un premio tan elevado de 375 puntos base, si tenemos una deuda por debajo de 50 por ciento del PIB, un superávit primario cercano a 1.0 por ciento del PIB, todavía gozamos del grado de inversión en la calificación de la deuda soberana, y estamos asociados al bloque económico más grande del mundo, el TMEC? Seguramente algo estamos haciendo mal, muy mal. Quizá también el Banco de México debe revisar su política de tasas, más aún cuando la economía y la demanda agregada siguen tan dañadas.
TASAS DE REFERENCIA
PAÍS | TASA (% ANUAL) |
---|---|
Australia | 0.10% |
Brasil | 4.25% |
Canadá | 0.25% |
Corea del Sur | 0.50% |
Chile | 0.50% |
China | 3.85% |
Dinamarca | -0.35% |
Estados Unidos | 0.25% |
Europa | 0.00% |
Hungría | 1.20% |
India | 4.00% |
Indonesia | 6.50% |
Gran Bretaña | 0.10% |
Israel | 0.10% |
Japón | -0.10% |
México | 4.25% |
Nueva Zelanda | 0.25% |
Noruega | 0.00% |
Polonia | 0.10% |
República Checa | 0.50% |
Rusia | 6.50% |
Arabia Saudita | 1.00% |
Sudáfrica | 3.50% |
Suecia | 0.00% |
Suiza | -0.75% |
Promedio | 1.46% |