Presidente de Bursamétrica
Lo que haga o deje de hacer la Reserva Federal es determinante del escenario económico futuro en Estados Unidos, en todo el mundo y en México. Este miércoles se tiene programada la penúltima reunión anual del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal. El consenso de los analistas internacionales espera un cuarto incremento de 75 puntos base en el objetivo de la tasa de Fondos Federales.
Esto ya está más que descontado en los mercados. Lo relevante hacia adelante es intentar visualizar ¿Hasta dónde incrementará su tasa de referencia en el futuro?, ¿Cuánto tiempo se podrían mantener las altas tasas de interés? y ¿Qué está pensando hacer con la oferta de dólares en circulación? El comunicado que se emita, las declaraciones posteriores de Jerome Powell y de los demás miembros del Comité y más adelante las minutas de la reunión serán analizados exhaustivamente.
Hemos comentado aquí que la FED va a llevar su tasa de referencia por arriba del 5.00 por ciento en el primer trimestre del año entrante, con el objetivo de situarla en un nivel ligeramente por arriba de en donde se tiene estimada la tasa neutral (4.92 por ciento). Bursamétrica ve un incremento de 50 puntos base para diciembre, y dos incrementos de 25 puntos base para el primer trimestre del 2023. La misma trayectoria esperada refleja una encuesta reciente de Bloomberg entre 42 economistas.
También hemos hablado de que si realmente se quiere contener la inflación, la FED tiene que recoger o disminuir el exceso de liquidez creado durante la fase expansiva de la política monetaria en la época pandémica, en adición a aumentar el costo del dinero. Actualmente la FED está reduciendo la oferta monetaria a un ritmo de 1.1 billones de dólares anuales. Bursamétrica cree que es necesario incrementar el ritmo de la contracción en un 50 por ciento anual.
Por otra parte, Jerome Powell ha manifestado en diversas ocasiones que no va a cometer el error cometido por la FED a finales de los años setentas, cuando después de aumentar las tasas, decidieron bajarlas ante las primeras señales de una reducción en la inflación. Powell lo expresa así: “Mantendremos altas las tasas de interés, el tiempo que sea necesario, hasta tener la seguridad de que el trabajo está totalmente concluido”.
Los decisores de las medidas monetarias muchas veces se apoyan en lo que les dicen los últimos datos. De por sí, los datos estadísticos suelen tener uno o dos meses de desfase entre lo ocurrido y lo reportado. Sin embargo una nueva medida de alza de tasas por ejemplo, puede tener su impacto en la economía entre ocho meses a un año y medio después.
Este retraso hace que la política monetaria esté sujeta a errores. No sería poco probable que después de haberse equivocado drásticamente con su diagnóstico mantenido desde el 2020 hasta principios del 2022, de que la inflación elevada era un fenómeno transitorio, ahora esté en el otro extremo sobrerreaccionando muy tardíamente, y generando una recesión que pudiera prolongarse si la FED mantiene sus tasas elevadas por un periodo innecesariamente largo.
El impacto en todos los mercados es muy significativo, y puede constituirse en un retroalimentador de la tendencia recesiva. Sobre todo si agregamos al análisis el hecho de que tenemos a varios bancos centrales haciendo lo mismo: Subiendo sus tasas y recogiendo dinero, y la complejidad de tener choques de oferta globales en granos y en hidrocarburos ante la guerra de Rusia en Ucrania y los problemas en las cadenas de suministros. La tendencia probable en los mercados en el mediano plazo debe ser de un dólar que tenderá a sobrevaluarse contra todas las monedas. Los mercados accionarios para abajo, lo mismo que los mercados de bonos, y las criptomonedas; más adelante prevemos una tendencia posterior a la baja en los precios de las materias primas.
¿Cómo le puede ir a México ante este escenario? En cuanto al tipo de cambio he visto pronósticos de 18.30 pesos por dólar de algunos analistas individuales y en el otro extremo el pronóstico de Moody’s que afirma que una “corrección cambiaria” es inminente y que se estima en 20 por ciento. En Bursamétrica vemos un rango de cotización para la fase recesiva en el 2023 entre 20.80 a 21.50 pesos sin descartar que en algún momento por otro tipo de factores pudiéramos ver en periodos breves una cotización arriba de 22 pesos. Es probable que nuestros motores económicos que son a su vez flujos positivos de divisas bajen en relación a lo que hemos observado recientemente. Me refiero a las exportaciones manufactureras, y del campo, las remesas familiares y el excedente en la balanza de turismo. Adicionalmente ante una política monetaria contraccionista por parte de la FED y de otros bancos centrales de países ricos, los flujos de inversión financiera se van a contraer, sin descartar episodios de sell off respecto a los mercados emergentes.