Luego de un primer trimestre sorprendente, algunos reportes e indicadores de la economía estadounidense están anticipando una próxima recesión.
Dentro de estos, destaca el indicador líder del Conference Board, que permite anticiparse a los hechos económicos, y que cayó en marzo a 108.4 puntos desde 109.7 un mes antes. El indicador acumula retrocesos por seis meses consecutivos y tocó ahora su nivel más bajo desde noviembre de 2020, lo que podría confirmar la expectativa de un entorno de mayor debilidad hacia el futuro. En marzo el índice coincidente –que evalúa la situación actual– subió 0.2 puntos a 110.2, mientras que el rezagado cayó en 0.2 puntos a 118.3 unidades. El Conference Board pronostica que “la debilidad económica se intensificará y se extenderá más ampliamente por toda la economía de Estados Unidos en los próximos meses, lo que conducirá a una recesión a partir de mediados de 2023″.
El reporte conocido como el Beige Book para abril de la Reserva Federal indicó que la economía de EU se estanca a medida que se reduce el crédito. Las quiebras y la cartera vencida aumentan a medida que la crisis crediticia de EU comienza a afectar la actividad económica en las últimas semanas. Las expectativas de crecimiento futuro permanecieron sin cambios. El gasto de los consumidores fue estable o disminuyó levemente en medio de informes continuos de un crecimiento moderado de los precios. Las ventas de automóviles no mostraron cambios en general. Los viajes y el turismo repuntaron en gran parte del país. La actividad manufacturera se mantuvo estable o disminuyó incluso cuando las cadenas de suministro continuaron mejorando. Los volúmenes de préstamos y la demanda de préstamos en general disminuyeron y varios distritos notaron que los bancos endurecieron los estándares de préstamo en medio de una mayor incertidumbre y preocupaciones sobre la liquidez. Se informó un cierto debilitamiento en los mercados energéticos. El crecimiento del empleo se moderó un poco por aumentos en la oferta laboral y las empresas se beneficiaron de una mejor retención de empleados. Los salarios mostraron cierta moderación, pero siguen elevados. La tasa de aumento de precios pareció estar desacelerándose, sobre todo en los componentes volátiles, no así en la inflación subyacente que se resiste a disminuir.
Una medida amplia de expectativas de inflación, todavía en una fase experimental, compilada por la Reserva Federal, cayó en el último trimestre a su nivel más bajo en casi dos años. El índice de expectativas de inflación común se ubicó en 2.22 por ciento al cierre del primer trimestre pasado, por debajo de 2.31 por ciento del cuarto trimestre del 2022 y del máximo registrado en el segundo trimestre de 2022 por 2.39 por ciento. Este último registro es similar al del segundo trimestre de 2021, cuando se ubicó en 2.18 por ciento. Desarrollado por los economistas de la Fed a fines de 2020, el índice comprende más de 20 indicadores que miden las actitudes de los consumidores, inversionistas y pronosticadores profesionales hacia futuros aumentos de precios.
Los inicios de construcción de viviendas cayeron en marzo 0.8 por ciento a 1.40 millones de unidades, luego de un repunte de 7.3 por ciento en febrero, informaron datos del Departamento de Vivienda. En marzo la construcción de viviendas unifamiliares aumentó 2.7 por ciento a 861 mil unidades y en el sector multifamiliar disminuyó 5.9 por ciento a un ritmo anual de 559 mil unidades. Los permisos para nuevas construcciones cayeron 8.8 por ciento en marzo a una tasa anual de 1.41 millones después de repuntar 15.8 por ciento en febrero. El sector de la construcción parece estar tocando piso, ya que la estabilización de las tasas hipotecarias y el limitado inventario existente están ayudando a compensar los costos de construcción obstinadamente altos, la escasez de mano de obra y el endurecimiento de las condiciones crediticias.
La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) está programada para el 2 y 3 de mayo. Los indicadores mencionados estarán muy presentes en el análisis del entorno, pero habrá otros factores como el dato de la inflación del gasto del consumidor que se dará a conocer este viernes, y que tradicionalmente es el Indicador de inflación preferido por la Fed.
La decisión del FOMC estará dividida en tres grupos: Los hawkish que van a insistir en elevar la tasa de interés en un cuarto de punto, dado que la inflación subyacente ha estado subiendo, pero van a querer dar un mensaje claro de que la tasa puede seguir subiendo. Los neutrales, que ante la crisis bancaria votarán por elevar la tasa de interés en un cuarto de punto, pero presionarán para que el comunicado transmita la idea de que vendrá una pausa en el alza de tasas. Y los dovish que votarán para ya no subir la tasa desde esta ocasión, y querrán comunicar que el ciclo alcista de tasas ya llegó a su fin.
El autor es presidente de Bursamétrica.