Perspectiva Bursamétrica

¿Subirá la Fed la tasa hasta el 7%? ¿Cuál sería el escenario más probable?

La economía estadounidense tenderá a desacelerarse muy gradualmente, pero quizá no llegue a la recesión en 2024, sino hasta 2025.

A diferencia del consenso de los analistas, que están viendo que ya no habrá más incrementos de tasas, o de otros que piensan que en noviembre la Fed hará un último ajuste a la misma, en Bursamétrica pensamos que después del incremento que pudiera anunciar la Fed en noviembre, en el primer trimestre del 2024 el FOMC tendrá que dar un segundo incremento en la tasa para llevarla hasta el 6.0 por ciento. En nuestra opinión y con la información disponible hasta el momento, este nivel de tasa nominal sería lo suficientemente robusto para tener una tasa real que efectivamente contrarreste las presiones inflacionarias del lado de la oferta y de la demanda. ¿Cuál de estos cuatro escenarios es el más probable y por qué?

El jueves pasado, el Departamento de Comercio de EU publicó la revisión del PIB al segundo trimestre situando el crecimiento anualizado en 2.1 por ciento anual, superando las estimaciones de los analistas. Esto hace evidente que los incrementos de tasas realizadas hasta ahora por la Fed no han logrado imprimir suficientes restricciones a la economía para alinear la demanda con la oferta y lograr el objetivo de llevar la inflación nuevamente al 2.0 por ciento. El mercado laboral señala lo mismo. Estados Unidos sigue en pleno empleo.

¿Estamos ante nuevos paradigmas? O ¿Nos está faltando en el análisis la incorporación de varios factores que están coincidiendo en el tiempo, generando distorsiones en el desempeño de los indicadores económicos laborales y en la inflación?

Un estudio de la Fed de Chicago, presidido por Austan Goolsbee, basado en las relaciones históricas, entre la actividad económica, la inflación y los aumentos de tasas de interés, con el clásico enunciado ceteris paribus, se pregunta ¿por qué EU no ha caído en recesión y por qué el PCE subyacente (el índice de inflación del gasto del consumidor) no se ha desplomado? El reporte señala tres principales efectos particulares observados hasta ahora:

1. Desde que inició la normalización de la política expansiva extrema, la inflación cayó más rápido que el promedio histórico. Y ceteris paribus, si las correlaciones pasadas se mantuvieran, los efectos diferidos de la restricción monetaria aún están por aparecer, y se verán con mayor fuerza.

2. El mercado laboral ha sido mucho más fuerte de lo esperado, por lo que también tendría que debilitarse más en el futuro, para mantener la relación histórica entre aumentos de tasas y desempleo.

3. El PIB ha reaccionado más rápido ante el efecto del endurecimiento de las condiciones financieras que en el pasado.

El análisis de la Fed es impecable, en cuanto a su enfoque de comparar las relaciones del pasado con las actuales, pero no hace un esfuerzo por cuantificar que otros elementos o circunstancias están incidiendo en este comportamiento de una economía fuerte, y la persistencia de la inflación, ante una política monetaria restrictiva, como pueden ser los siguientes:

1. Los efectos de los precios de la energía en la inflación no subyacente. El precio del petróleo WTI ya está alcanzando los 95 dólares ante las restricciones en la oferta de crudo por parte de Arabia Saudita y la OPEP+ por más de tres millones de barriles diarios. De la mano, el incremento en el precio del gas por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

2. Los impactos de las restricciones en las cadenas de suministros ante la creciente guerra comercial entre EU y China, y ante el fenómeno del nearshoring y ante la previsible desaceleración de la economía de China ante la crisis en la industria de la construcción,

3. La inflación en los alimentos y vegetables ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, y ante los eventos del cambio climático en el mundo.

4. Efectos previsibles en la industria automotriz ante el conflicto laboral entre la unión de sindicatos automotrices, las armadoras y las empresas de autopartes

5. Los efectos en los costos ante los avances tecnológicos en la manufactura y la actividad productiva en general.

6. Posibles consecuencias de la nueva regulación en el sistema bancario norteamericano después de las quiebras de bancos regionales observadas en meses recientes

Ante un esquema fiscal sumamente laxo, como el que impuso el expresidente Trump, el déficit del ejercicio fiscal que acaba de terminar este sábado, se ubica entre el 6.0 al 7.0 por ciento sobre el PIB anualmente, lo que es insostenible. Todo este entorno hace pensar que la economía norteamericana tenderá a desacelerarse muy gradualmente, pero quizás no llegue a la recesión en el 2024, sino hasta el 2025.

El autor es presidente de Bursamétrica.

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