Perspectiva Bursamétrica

La Megaburbuja continúa. ¿Cuándo pudiera ocurrir la corrección?

El riesgo de una corrección es muy elevado, y puede detonarse en cualquier momento. El factor clave es la inflación futura.

Tal y como se lo comentamos, el Comité Federal de Mercado Abierto del Banco de la Reserva Federal decidió mantener su tasa de referencia en el rango entre 5.25 por ciento a 5.50 por ciento, y las estimaciones sobre las tasas de interés en el futuro prevén una reducción de tasas más gradual y menos intensa en el largo plazo, aunque todavía ven tres posibles reducciones de un cuarto de punto en este año.

El comunicado y la conferencia posterior de Jerome Powell dejan en claro que la Fed no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya ganado mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el objetivo del 2 por ciento. Además, seguirá reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y deuda de agencias hipotecarias y valores respaldados por hipotecas de agencias federales. Lo que se traduce en una contracción de la oferta monetaria a un ritmo de 95 mil millones de dólares mensuales.

Aún y cuando en los primeros días de la semana pasada los inversionistas y participantes del mercado prefirieron adoptar precauciones ante la posibilidad de que la Fed se mostrara más cautelosa o reticente a reducir sus tasas de interés ante los últimos datos de inflación, la reacción posterior al comunicado han sido positivos, en todos los mercados; en todas clases de activos.

Tenemos nuevos máximos en los índices de las bolsas americanas, en el Financial Times de Londres, en el Dax alemán, en el CAC de París, en el Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio, que recientemente rebasó los 38 mil puntos, que había sido su máximo histórico hace 35 años; pero no nada más tenemos la euforia en los mercados accionarios, sino en los mercados de bonos gubernamentales y bonos corporativos. En las monedas, como en el peso mexicano. En los metales tenemos nuevos máximos en el oro, en la plata o en el cobre. El bitcoin marcó nuevos máximos en 72 mil dólares. La megaburbuja continúa inflándose. La euforia irracional en todos los mercados continua.

Ya explicamos hace dos semanas qué factores provocan esta burbuja global: la hipótesis central es un exceso de oferta monetaria global, inyectada desde la pandemia, que no ha querido retirarse, y el excesivo gasto fiscal electorero en 70 países, particularmente el de Estados Unidos, que alcanza un déficit fiscal del 7 por ciento sobre PIB en el ejercicio fiscal vigente, y el retiro de cerca de 2 billones de dólares de la circulación por parte de la Fed, después de haber inyectado 8 billones durante la pandemia. También es clara una burbuja más acentuada en lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, en donde las empresas relacionadas de este sector prometen tener una rentabilidad extraordinaria en la próxima década. Desde luego, también los precios de los distintos activos están descontando un escenario de menores tasas de interés.

¿Qué tan sobrevaluados están los mercados? ¿Podría darse una corrección global? Veamos algunos datos:

Tomemos como modelo al Índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York. El S&P 500 lleva 33 por ciento de rendimiento en los últimos 12 meses, y presenta un múltiplo precio/utilidad promedio de 28.4 veces, al cierre del viernes pasado; casi el doble de su promedio histórico que es de 15 veces. Hasta aquí el análisis simple nos dice que si no hay un crecimiento económico extraordinario enfrente, o un nivel futuro de tasas de interés extraordinariamente reducido, el mercado en su conjunto presenta una sobrevaluación del 89.3 por ciento.

Otro parámetro, el Fed ratio, nos lleva a un rendimiento esperado del 3.5 por ciento anual implícito en el múltiplo promedio del mercado (el inverso del múltiplo) para las inversiones en acciones a los precios vigentes, lo que se compara desfavorablemente con el rendimiento de los Bonos del Tesoro a 10 años, que hoy ofrecen un 4.2 por ciento de rendimiento a vencimiento. Esto nos lleva a estimar una sobrevaloración de alrededor del 20 por ciento en los precios actuales de las acciones.

En el mercado de bonos, la sobreoferta de Bonos del Tesoro norteamericana es un factor que hace que los rendimientos de los mismos se presionen al alza. Adicionalmente, ahora se tienen menos jugadores interesados en adquirir la deuda norteamericana, como China, Rusia y Japón, y mayor competencia, al tener varios países ricos un nivel de endeudamiento mayor al promedio histórico.

El factor clave es la inflación futura. Las presiones inflacionarias continúan presentes. La anormalidad de las cadenas de suministro, los incrementos en los costos laborales, los efectos del cambio climático en las cosechas, las restricciones en la oferta de hidrocarburos por parte de la OPEP Plus, y el enorme gasto fiscal electorero en 70 países que tienen elecciones presidenciales hacen posible que la inflación se estabilice en un nivel más alto que el anticipado por los mercados, lo que a su vez implicaría tasas de interés futuras más altas que las esperadas. El riesgo de una corrección es muy elevado, y puede detonarse en cualquier momento.

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